Pequeño, barato y con una legislación específica para ellos. Esto es lo que piden los fabricantes de vehículos europeos a través de su asociación ACEA a Europa. Un vehículo pensado por y para la ciudad, que cuente con sus propias normas y facilite la movilidad urbana.
El kei car japonés es el ejemplo que ponen.
Un kei car. Japón es conocida por hacer las cosas de manera muy diferente. Lo encontramos en el coche eléctrico y, por qué no, en el hidrógeno. A veces, su racionalidad es tal que, una vez conocemos el producto, no entendemos por qué todavía no lo aplicamos en Europa. ¡Si es lo más lógico!
Y eso es mismo es lo que pasa con sus kei car. Son coches pensados casi exclusivamente para la ciudad. En urbes tan masificadas como las japonesas, parece evidente que el mejor coche será el más pequeño. Por eso gozan de beneficios fiscales y seguros más baratos.
Pero también cuentan con importantes limitaciones. Un coche que quiera entrar dentro de esta categoría no puede medir más de 3,4 metros de largo y 1,48 metros de ancho. De alto no pueden superar los dos metros y sus motores tienen que ser, como mucho, de 660 cc y 64 CV. Con estas limitaciones, representan el 30% de las ventas de coches en el país.
Perfecto para Europa. ¿Un coche pequeño, pensado para el entorno urbano, fácil de maniobrar y más barato? Por tipo de ciudad, sí, también suena perfecto para Europa. Hace unos días traíamos este ejemplo que llegará a Estados Unidos y que, sin embargo, parece la fórmula perfecta para un mercado como el europeo.
De hecho, esta idea no es nueva. Europa ha visto cómo por sus calles han pasado coches como el BMW Isetta o el Fiat Topolino. En un continente donde era esencial motorizar a la población, los vehículos de menor tamaño eran una excelente opción.
Lo que piden los fabricantes. "Toma como ejemplo lo que han hecho los japoneses con los kei car. Es el ejemplo perfecto del tipo de cosas que también deberíamos poder hacer en Europa. Tienen apoyo financiero, con tasas de adquisición de automóviles reducidas a un tercio de lo que cuestan los coches normales, con los peajes de las carreteras reducidos en un 20 %, manteniendo los centros de las ciudades accesibles para los habitantes de la periferia".
Estas han sido las palabras de Luca de Meo, presidente de ACEA, a una de las preguntas de los periodistas cuando presentaban su postura de qué acciones se pueden tomar en Europa para mejorar la industria y la movilidad dentro de las ciudades.
Pero ya hay opciones. Efectivamente, en Europa, ahora mismo, ya hay opciones que se asemejan mucho al kei car japonés. Lo sabe bien Luca de Meo porque Renault, de la que también es CEO, está lanzando al mercado sus Mobilize Duo, tanto en versión de cuadriciclo ligero como cuadriciclo pesado.
No son los únicos. Stellantis está dispuesta a hacer un gran negocio con este tipo de automóviles. A sus Citroën My AMI le va a seguir el Fiat Topolino, una reinvención del vehículo clásico al que esperan sacar una enorme rentabilidad económica.
El cuadriciclo ligero, tiene razón de Meo, tiene problemas para salir de la ciudad, pues tiene prohibido entrar dentro de autopistas y autovías y está limitado a 45 km/h. El cuadriciclo pesado, sin embargo, ya necesita de carné de conducir y puede alcanzar una velocidad máxima de 70 km/h.
Entonces, ¿qué se pide? A lo que de Meo hace referencia es a una categoría intermedia, un tipo de vehículo que cuente con unas limitaciones de tamaño pero que pueda ser válido fuera de la ciudad. En Japón hacen absolutas locuras y tienen auténticas joyas con este tipo de coche.
Los 64 CV de potencia de los kei car japoneses lo convierten en vehículos muy interesantes pues son muy ligeros y pueden alcanzar una velocidad con la que sentirse seguro fuera de una ciudad. De Meo querría replicar el sistema aquí, con coches que paguen mucho menos impuestos, con seguros más baratos y, así, ser más accesibles.
Una cuestión de electricidad. El problema de estos coches es que, si se quiere que sean tan prácticos como en Japón, deberían contar con una normativa propia de emisiones. Con ese tamaño, ahora mismo es imposible adquirir un vehículo eléctrico a un precio contenido.
Y con un motor de combustión, las normativas actuales de emisiones impedirían circular un automóvil que no esté electrificado. Este es uno de los motivos que está espantando a los fabricantes de los coches de menor tamaño. Si los cercanos a los cuatro metros no son rentables, mucho menos lo son los automóviles más pequeños si no se establecen normas a medida para ellos.
Y de público. Otra duda es si existe de verdad un público que reclame este tipo de automóviles. Hasta hace poco, los europeos podíamos presumir de coches pequeños pero realmente prácticos. Utilitarios que con sus motores de combustión nos podían llevar a cualquier parte y tenían un precio accesible. Eso ha cambiado por completo.
La ventaja de esos coches es que servían tanto para el día a día como para irse de vacaciones. No eran vehículos extremadamente cómodos o amplios, pero cumplían con esa función. Sin embargo, un coche dedicado exclusivamente al ámbito urbano es complicado de vender y es un tipo de coche que lo tiene difícil fuera de los países más adinerados de Europa.
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Foto | Nicolás Boullosa
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manuelcr
Claro que son una buena idea, de hecho hace unas décadas era muy habitual que en las casas hubiese un coche más grande para los viajes y otro de estilo urbano (Supercinco o Clio, Corsa, Polo, etc...) con un motor más pequeño y que era el que se utilizaba para ir a trabajar a diario.
La diferencia es que antes uno de esos coches te salía barato, así que muchas familias hacían este esfuerzo y así evitaban meterse en Madrid u otras urbes con un coche más grande y menos práctico para moverse. Y cuando los hijos iban creciendo, se convertía en el coche heredado para practicar al sacarse el carnet de conducir.
Pero vete ahora a ver lo que cuesta uno de esos coches, porque ese Citröen Ami son casi 9000€ al contado, y con una autonomía ridícula.
Lo único que están consiguiendo con tanta traba a la venta de coches con motor de combustión, es que las emisiones suban porque la gente opta por alargar la vida útil de coches con más de 10 años que son mucho más contaminantes que los actuales motores de gasolina, y que además se vean coches en peores condiciones y más inseguros circulando.
Scrappy Coco
No solo en Europa.
En Costa Rica por ejemplo, ves SUV por todos lados en un país donde las calles de la capital son una completa basura y el tránsito y el congestionamiento es brutal. Te duras 1 hora y media en pasarte unos 15 km..
Pero aquí los fabricantes han logrado hacerle entender a la gente que necesitan un SUV gigante, carísimo pero hermoso para recorrer exactamente lo mismo.. mientras te dejas un ojo de la cara en la gasolina que de paso es un robo a mano armada.
Capitalismo funcionando de la mejor forma
redboy
Con solo ver la estética y el diseño de los kei car y el Mobilize Duo, se nota donde pasa la cosa.
En el japonés entran 4 o 5 personas más cosas, en el europeo apenas 2.
Usan ruedas pequeñas, y el 99% del espacio reglamentado es espacio útil, no pura moldura de adorno.
Para adoptar el kei car, hay que cambiar la cabeza de "para qué" es un auto urbano.
chorro00
Si, todo muy bonito salvo que se os ha olvidado mencionar un pequeño e insignificante detalle.
En Japón, para poder comprarte un coche tienes que demostrar que tienes espacio para aparcarlo, y por eso en las ciudades se ven soluciones tan imaginativas para aparcar coches y también tienen éxito estos keycar.
Propón algo así para poder comprar coche en las ciudades Españolas y verás que te dicen los de la libertad para tomar cañas en plena pandemia.
snakeper
Yo no copiaria la normativa japonesa tal cual, ya los Kei Car japoneses me parecen demasiado pequeños para Europa. Pero algo parecido si, quizas coches de <4m de largo, <1.75m de ancho y <2m de alto y <90cv, con la velocidad limitada a 135km/h seria un vehiculo que cubriria la mayoría de necesidades para la mayoría de conductores.
Para mi el KeiCar europeo mas representativo es el FIAT Panda, pequeño, practico, con buena habitabilidad y que, al menos hasta hace poco, se podia adquirir con un motor de 100cv que le permetia moverse fuera de ciudad con mucha soltura.
Chizko
Mi cuidad y país tiene demasiadas pendientes y curvas peligrosas como para ir en este tipo de vehículos sin pánico.
jorgeesquincaguzman
Y sin embargo se dedican a fomentar el tipo de vehículo más contaminante, costoso, impractico e inútil: los SUV's y crossovers. En un planeta con problemas de cambio climático esto es una total contradicción y si no se logra detener el mismo, tampoco habrá a quien venderle nada.
Así como se hicieron incontables campañas contra el tabaco, se deberían hacer campañas para concienciar a la gente y detener el que lo que más se siga consumiendo sea lo que más contamina.
Puede que un kei car sea muy pequeño para muchos, pero los sedanes siguen siendo los vehículos menos contaminantes, más eficientes y más prácticos.
Thorquemado
La solución también terminará por llegar por el otro extremo.
Si ese tipo de vehículos son inseguros para mantener las velocidades necesarias en carreras de circunvalación, autovías y demás, no tardarán en darse cuenta que la otra posibilidad es reducir la velocidad máxima de estas en consonancia.
Así, llegará el momento en que todas las carreteras próximas a una urbe tendrán límites por debajo de los 80 kmh, y el comprar un vehículo grande para usarlas dejará se tener sentido, una vez se alcance ese punto los key car empezarán a atractivos.
doutorgz
Para la ciudad coches pequeños a gasolina valen perfectamente. Pero eso no está de moda, la moda es un eléctrico, pues OK, cuando descubran que en Spain la gente que puede pagar por un coche eléctrico y sistema de carga no son la mayoría ya dirán algo los fabricantes de coches. Coches eléctricos más vendidos... los MG... coches a combustión más vendidos... los Dacia. Pero sigamos castigando a los que amortizamos los coches y estiramos su vida útil. El futuro no es la combustión, está claro, pero no se debe castigar esta tecnología, se debe apoyar y favorecer lo eléctrico para que sea más atractivo, pero dejando que la combustión siga siendo usable (en cuanto a precio) para la gente con menos ingresos.