Europa tiene claro que su futuro pasa por el coche eléctrico. Por el camino ha abierto la mano al uso de combustibles sintéticos y permitirá el uso de hidrógeno en los vehículos a medio y largo plazo. Y, sin embargo, los propios fabricantes han asumido que esta tecnología es la que se impondrá, empujados por meses y meses de negociaciones en las que se cerraba la puerta a cualquier tipo de emisión contaminante que saliera del tubo de escape.
Lo que en un principio era un rechazo expreso a la emisión de carbono en el transporte se convirtió en la aprobación de los coches "neutros en carbono". Una sutil diferencia que, sin embargo, permitirá circular con combustibles sintéticos a partir de 2035. Antes, Europa se ha propuesto reducir drásticamente sus emisiones en 2030 y busca que Euro 7 sea una vía para obligar a los fabricantes a cumplir.
Pero incluso los fabricantes más beligerantes con Euro 7 han reconocido que tienen planes para dejar de producir vehículos con motores de combustión. "El coche eléctrico por ley no es la solución", señalaba Carlos Tavares, CEO de Stellantis, en enero de 2022. Sin embargo, parece que es por lo que la mayoría de fabricantes optará. Y el mayor beneficiado de estas políticas europeas ha sido, curiosamente, un país totalmente ajeno a las políticas europeas: China.
Tratando de recuperar lo perdido
Mientras Europa se enzarzaba en disputas sobre el futuro de su parque móvil, China tomaba posiciones y ha conseguido convertirse en el principal actor en la producción de baterías y de vehículos eléctricos. Sus exportaciones en 2022 alcanzaron cifras récord, según recoge Bloomberg.
¿Cadena de suministro? China ha conseguido imponerse. ¿Baterías? China tiene la industria más potente. ¿Producción de vehículos eléctricos? Sus firmas producen y venden más que nunca.
Todo ello ha terminado por desembocar en una oleada de firmas chinas que empiezan a desembarcar en Europa. Y lo hacen en todos los segmentos. MG ha probado con el coche eléctrico más barato. BYD toca todos los palos. Y NIO o Zeekr apuntan a los coches eléctricos premium. Ford apunta a los vehículos llegados desde China como sus verdaderos competidores.
Y, al mismos tiempo, con los fabricantes alzando la voz. Carlos Tavares ha sido uno de los dirigentes que más ha peleado por medidas proteccionistas en Europa. Entre sus declaraciones, ha pedido que se levanten importantes aranceles a los coches eléctricos chinos. Aunque optimista, Luca de Meo, CEO de Renault, también asegura que los europeos van un paso por detrás de China.
Pero las cosas pueden empezar a complicarse para China. Europa cuenta con su Green Deal, un proyecto que sirve de paraguas a regulaciones de menor tamaño pero de importante calado. Y, en los dos últimos días, se han dado pasos importantísimos.
Más complicaciones
Hace unos días contamos que Francia quería sacar adelante una nueva regulación para sus ayudas a la compra de vehículos eléctricos. El plan pasa por eliminar de las ayudas a los vehículos que no cumplan con unos estándares máximos en la emisión de carbono durante su fabricación. En la práctica, esto pone trabas a los coches producidos e importados de China (sean sus marcas originarias o no del país).
Y algo similar es lo que Europa quiere sacar adelante.
Ayer se sacó adelante la aprobación del Reglamento 2023/956. Este reglamento pretende que las empresas que más contaminen paguen mayores impuestos. Es conocido como "el arancel al carbono".
Este impuesto no tendrá en cuenta dónde o cómo se ha producido un producto. Tratará de imponer un impuesto en función de la cantidad de CO2 producido en todo su conjunto. Es decir, durante su fabricación pero también durante su transporte. Esto castiga los productos traídos desde China, India o Brasil, países que producen más barato, con regulaciones medioambientales más laxas y que ya han protestado.
De momento, el calendario para empezar con las diferentes fases del proyecto está ya cerrado y los primeros pasos deberían darse en octubre de este mismo año pero hay presiones para que los plazos se ralenticen.
El segundo gran cambio llega con las novedades respecto a las exigencias que se impondrán a las nuevas baterías utilizadas en Europa. Sí, también a las de los coches eléctricos. De momento, se trata de un escrito aprobado mayoritariamente por la Comisión Europea (587 votos a favor, nueve en contra y 20 abstenciones) pero todavía tiene que superar la votación final en el plenario del Consejo de Europa.
Esto no es baladí, pues las propias normativas relacionadas con el futuro de la industria del automóvil ha visto cómo la redacción de las nuevas normas se cambiaba en este último paso.
Las bases del escrito apuestan por baterías menos contaminantes y con un mayor número de materiales reciclables. Todos ellos deberán reflejarse en una etiqueta digital, junto a las emisiones de CO2 producidas durante la fabricación de las baterías o el tipo y proporción de sustancias peligrosas, así como su composición.
Todo lo anterior formará parte del "Pasaporte de baterías", un proyecto del que ya hablamos unos meses atrás y que servirá como garantía para saber que los fabricantes están cumpliendo con sus obligaciones medioambientales.
Todas estas obligaciones tratan de elevar las exigencias medioambientales en la producción de baterías y coches eléctricos e, indirectamente, beneficiarán a quienes fabriquen cualquiera de estos dos productos en suelo europeo. Medidas que llegan de la mano de presiones para explotar las tierras raras que tenemos en nuestro continente.
Foto | Volkswagen
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cuspide
A colación, ya escribí un comentario semejante, que sé que bajará hasta el fondo pero me da igual. En Europa podemos hacer 2 cosas: o ser hipócritas o no serlo, y puede que ninguna de las dos opciones sea mala, pero hay que decantarse por una, o es el cuento de nunca acabar, y yo empiezo a estar realmente hasta los coj*nes como ciudadano de la UE. Ser hipócritas es venderle a "la plebe" que el coche eléctrico es ecológico mientras importamos coches chinos fabricados a base de leña y carbón, sin ningún tipo de control de vertido de residuos, reciclaje, control laboral, etc. (y quien dice coches, dice tecnología de energía renovable, etc.) con tal de no depender de Oriente Medio y... ¿ahora qué? ¿a depender de China? Y, en cambio, no ser hipócritas significa que, si apostamos por el ecologismo y la autosuficiencia, apostemos de verdad por ello, y controlemos todos y cada uno de los eslabones de la cadena.
Que a mí me parece muy bien ser hipócritas, lo hemos sido desde que se consideraba el diésel como ecológico en los 2000 (para luego considerarlo un demonio), desde que cambiamos la definición de energía nuclear a "verde" no hace mucho, o desde que en la UE se sabía que ninguna empresa automovilística cumplía en emisiones hasta que "saltó" el Dieselgate, y ahí se destapó un pastel que llevaba décadas escondido por parte de la propia UE. ¿Y por qué me parecería bien ser hipócrita? Porque así, protegeríamos nuestras empresas, nuestra economía y todos contentos, nos dedicaríamos a fabricar placas solares y otras tecnologías para las renovables, nos dedicaríamos a fabricar coches eléctricos y todo el mundo contento, pero NO, ya vamos tarde para eso. Esto no funciona así en Europa ahora, en Europa lo importamos todo. Hemos dejado que China tome el liderazgo de nuestra propia transición energética, y ser unos hipócritas ya no representa ningún camino, es una via muerta y hay que abandonarla antes de que nos hundamos más en el cuento de ecologismo, hadas y unicornios que nos han vendido siempre, ocultando que detrás hay una necesidad latente de autosuficiencia energética.
Y si hay una necesidad de autosuficiencia energética, no podemos dejar que vuelvan a ocurrir cosas tan graves como que nuestras empresas exporten toda nuestra tecnología a China, porque mientras esas empresas firman Joint Ventures con empresas chinas (caso de automovilísticas, como BMW, VAG, etc.), a cambio les regalan nuestro "know-how" a base de una jugosita parte del pastel del mercado chino que.. ¿quién se lo queda? Esa es la pregunta del millón, señoras y señores. Que está muy bien, porque ese dinero finalmente llega aquí a base de impuestos pero con el tiempo se desbanece por falta de competitivadad, y si nuestras empresas son lo suficientemente e s t ú p i d a s, (y sí, digo e s t ú p i d a s), de haber perdido competitividad y share en el mercado global por culpa de las ansias e intereses personales de unos pocos, sea por acción u omisión, esto hay que enmendarlo de alguna manera.
Y señores/as, que no nos queda otra, que lamento repetirme con el "ya lo dije", que vendrán aranceles, que vendrán más impuestos, y vendrán aún más restricciones. Es que aquí ni si quiera se ha tocado un tema importantísimo del que estoy esperando noticia aún en Xataka, que me parece increíble que no lo saquen, porque nos afecta muchísimo:
https://www.motorpasion.com/futuro-movimiento/claves-normativa-baterias-coches-electricos-europa-2024
Creo que ha quedado bastante claro, o nos sacamos las castañas del fuego nosotros mismos, o dejamos que los demás nos arrasen. Son acciones que llevo advirtiendo hace muchos años que son necesarias. Ahora, el precio a pagar será mucho mayor, porque vendrán impuestos, y vendrán fuertes. Todo lo que no hicieron las generaciones pasadas, nos tocará a nosotros, y todo gracias a quién? A los mismos políticos que permiten y han permitido siempre que nuestras empresas vayan al tercer mundo a sacar provecho, mientras vendíamos al pueblo europeo que éramos la mar de ecológicos y pro-derechos humanos. ¿Hace falta poner a Inditex de ejemplo, mientras se aplaude a su CEO por cada TV que pasa?
La hipocresía, señores y señoras, la hipocresía...
Ariasdelhoyo
Si la carrera fuera en las mismas condiciones me valdría la comparación. Pero que un país con nulo respeto a los derechos de los trabajadores, a la propiedad intelectual de empresas de otros países y a las libertades en general, se adelante en esto... pues como que no.
pableras
El día en que las leyes y normativas se puedan exportar y la gente haga colas para comprarlas como si se tratase del último iphone, en Europa pavimentariamos las calles con lingotes de oro.
sanamarcar
No se no le tengo mucho cariño a la industria del automóvil. Cuando saquen una ley que obliga a las marcas a hacer los coches con piezas estándar y baterías estándar que me avisen. Mientras tanto hay otras prioridades.
La UE lo que tenía que hacer es el OpenCar y dejarse de tonterías.
juanju100
el proteccionismo siempre tienes consecuencias y SIEMPRE son contrarias a los que se pretende, dentro de 15 o 20 años no se fabricaran coches en Europa,
Rodo
Agenda 2030 y la destrucción de la industria europea. El plan está en marcha.
Gracias Bruselas por tener esas miras tan cortas.
deskrado
China no ha ganado nada. Es una dictadura que miente descaradamente. Hay cientos de miles de coches eléctricos que se estan pudriendo en vertederos porque nadie los vende y nadie los quiere. Son mierdas de coches... Igual que este titular