La gran revolución tecnológica en televisores del año pasado fueron los nanocristales o Quantum Dots. Cada marca lo acabó llamando como quiso. Este 2017 va un paso más allá y llega QLED y Nano Cell, segunda generación de la tecnología que Samsung y LG han presentado en el CES de Las Vegas con un único objetivo: quitar el trono de mejor calidad de imagen en la gama alta a OLED. ¿Cómo piensan conseguirlo?
Más brillo con control y mejor precisión del color
Pocos dudamos de que actualmente la tecnología de moda en televisores sea el HDR. Aquí no hay 3D que valga y el modo HDR de los televisores llega para quedarse. Y los fabricantes centrados en tecnología LED quieren partir de ahí para recuperar terreno con OLED en calidad de imagen global.
El año pasado los televisores LED incorporaron de forma masiva la tecnología de nanocristales para mejorar precisamente su calidad de imagen tras unos años bastante discretos en ese aspecto. Lo hicieron en la gama alta, justo donde comprobamos hace unos meses con el OLED LG E6 que para cine, OLED sigue mandando.
Este año 2017 suben el nivel con las recientes presentadas tecnologías Nano Cell (LG) y QLED, de Samsung, que cambia la denominación SUHD que usó para esta tecnología el año pasado. Especialmente en el caso de Samsung, QLED puede llegar a confundirse con OLED, pero no se tratata ni mucho menos de diodos de tipo orgánico (y sus problemas). Es más cuestión de conseguir más precisión de color y destacar en brillo pero de una manera controlada.
Así funcionan los nuevos Quantum Dots
Pese al cambio de denominación, los paneles QLED son una mejora de los nanocristales que llegaron en 2015 al mercado. Esas partículas diminutas están compuestos por materiales semiconductores que actúan de forma similar a las celdas de un panel OLED (pero necesitando iluminación para activarse), aunque sin sus inconvenientes (no son sensibles ni a la oxidación ni a la humedad, por ejemplo)
La peculiaridad de los nanocristales es que su estructura les permite modificar la longitud de onda de la luz, por lo que es posible conseguir partículas que brillen en cualquier tono del espectro al ser excitadas.
La novedad de las nanopartículas de los paneles QLED es que, a pesar de seguir necesitando luz trasera, la activación de los píxeles se realiza de forma independiente, por lo que se consigue el deseado encendido/apagado individual que es el valor del contraste infinito de los paneles OLED.
Pero no es la única novedad de los QLED. Samsung añade un recubrimiento nuevo de metal que consigue que, además de controlar mejor la direccionalidad de cada punto, haya menos interferencias entre puntos para mayor precisión del color. Justo lo mismo que dice hacer las nuevas Nano Cell.
Las cinco claves de QLED y Nano Cell para compararse con los OLED
Tanto QLED como Nano Cell aprovechan sus mejoras tecnológicas para plantar cara a los televisores OLED en la gama alta, con la ventaja teórica de un precio más reducido. Estos son los puntos clave.
Más brillo
Con el HDR de por medio, el brillo juega un panel fundamental en la calidad de imagen. Los nuevos QLED y Nano Cell aumentan el mismo de forma considerable. Los QLED por ejemplo lo hace el doble que los modelos SUHD del año pasado, es decir, se pasa de 1000 nits a 1500-2000, cifras con las que no puede competir OLED en la actualidad.
Mejor color
La tecnología QLED de Samsung abarca el 100% del espacio de color DCI-P3, tan de moda por lo cerca que está de la realidad. La tecnología Nano Cell también aboga por gamas de colores más amplias.
Sin pérdida de fidelidad
Con los nuevos nanocristales no se trata solamente de más color en condiciones adecuadas sino de mantener una fidelidad que no es nada sencilla de conseguir en los paneles LED cuando el brillo aumenta. QLED dice haberlo conseguido, lo que le da un valor extraordinario frente a OLED.
Negros más puros
Que los nuevos nanocristales no dependan exclusivamente de una tosca retroiluminación para encenderse o apagarse hace que el contraste que los paneles QLED crezca exponencialmente y se acerquen cada vez más a ese negro puro y contraste infinito con el que los OLED siempre nos han impresionado.
Mejores ángulos de visión
Si la calidad de imagen, tanto en fidelidad de color como brillo, no depende del ángulo con el que miramos el panel, hay mejora que lo acerca a los OLED. Un mejor sistema de retroiluminación que puede ser direccional desde cada píxel permite subir el listón por encima de los límites que hasta ahora tenía un panel LED.
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