Los datos no mienten. No lo hacían hace tres meses, cuando según IDC las ventas de tablets sufrieron una caída interanual del 14,2%, y no lo hacen ahora, cuando la misma consultora publica un nuevo (y triste) informe de ventas: las unidades vendidas han caído aún más en el cuarto trimestre del año: un 17,4% menos que en el mismo periodo que el año anterior.
De hecho la consultora va más allá al compartir las unidades distribuidas anualmente. En 2023 fueron 128,5 millones de tabletas, que ciertamente es un número elevado hasta que lo contrastamos con el del año 2022, que fue de 161,6 millones: un 20,5% menos. Terrible.
No se salva nadie de las caídas. Apple, líder absoluto del mercado (37,8% de cuota), vendió un 19,8% menos en 2023 que en 2022. La firma de Cupertino era la gran impulsora de este mercado, pero el año pasado pasó algo insólito: no presentó ni un solo iPad que renovara su catálogo.
Al resto tampoco les va muy bien. Samsung vendió un 13,9% menos, pero al menos tiene el consuelo de que su cuota de mercado ha crecido y está (un poco) más cerca de Apple con un 20,4% de cuota.
Huawei es la que menos pierde (un 4%), mientras que las tabletas de Amazon se hunden con una caída espectacular del 65,9%. La firma no parece tener suerte con el formato a pesar de que presentó dos modelos algo más ambiciosos el año pasdado: el renovado Fire HD 10 y sobre todo el Fire Max 11.
De era post-PC, nada
En 2015, con las tabletas en auge y los smartphones ya asentados, parecía como si Apple hubiera dado en el clavo con el lanzamiento de sus iPad. Los datos compartidos por John Gruber en Daring Fireball apuntaban ciertamente a la consolidación de esa "era post-PC" de la que se venía hablando desde hacía un tiempo. El PC tal y como lo conocíamos ya no tenía tanto sentido, y la gente usaba mucho más el smartphone e incluso el iPad.
Pero ya entonces quedó claro que de era post-PC, nada. Es cierto que los PCs llevan años descendiendo en ventas, pero las cosas no están tan mal. De hecho, aun sacando de la ecuación la época de la pandemia (hubo un repunte espectacular por el confinamiento), la situación, aunque no ideal, es razonable.
De hecho, en 2023 se distribuyeron 246,99 millones de unidades según los datos de Canalys: aun con la caída del 12,9% con respecto al año anterior, se venden dos ordenadores por cada tableta.
Y probablemente lo hacen por (al menos) una razón evidente: si uno quiere producir contenidos, el ratón y el teclado, combinados con un sistema operativo de escritorio (Windows, macOS, Linux) sigue siendo la opción ideal.
Puede que el PC no levante cabeza, pero su propuesta sigue siendo tan válida como lo era hace 30 o 40 años. Es cierto que muchas de sus funciones se han trasladado al móvil -que en esencia es un PC de bolsillo-, pero su presencia sobre todo en el ámbito del trabajo es innegable.
No parece que el futuro del PC esté especialmente amenazado. El sector del gaming ha reforzado su presencia en ese ámbito, y aunque los PCs de sobremesa para trabajar ya no son populares los portátiles parecen haber recuperado cierta alegría y al menos en la primera mitad de 2023 crecieron en ventas.
A todo ello se suma ese interés creciente por la IA y su (teórico) prometedor futuro en PCs y portátiles en Counterpoint explicaban cómo el 50% de los equipos que se vendan en 2024 tendrán ese componente IA proporcionado por "al menos una NPU (Neural Processing Unit) o un acelerador de IA equipado en el PC además la CPU y la GPU".
Mientras, las tabletas tienen un futuro a priori complicado. En IDC hacían referencia a una situación económica difícil -que tiene impacto sobre otras categorías tecnológicas- y destacaban cómo "las tabletas puede que no estén muy arriba en la lista de prioridades".
También destacabn cómo "los avances tecnológicos alrededor de la IA probablemente se centrarán más en el PC y en el smartphone en los dos próximos años, pero las tabletas se convertirán en parte de esa conversación progresivamente". Es de esperar que si se cumplen esas apreciaciones, las tabletas se vean impactadas por una IA que las dejará en segundo plano.
Eso no quiere decir que las tabletas no sigan ofreciendo una propuesta de valor: siguen siendo productos fantásticos a la hora de consumir contenidos e incluso para producirlos en ciertos escenarios, pero nunca han supuesto una amenaza real para el PC -en todo caso, esa sería el smartphone- y no acabaron iniciando esa célebre era post-PC. Si estamos en una era, es la del "multi-PC", porque cada vez más productos pueden comportarse como un ordenador en muchas tareas.
En otras, esos sí, será difícil quitárselos de en medio. Las tabletas desde luego lo han intentado -Apple no ha parado de ofrecer cada vez más opciones de macOS en iPad OS-, pero no han cambiado demasiado el panorama... y no parece probanle que lo hagan a corto plazo.
Imagen | Daniel Romero
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