Si eres futbolero, independientemente de la competición que vayas a disfrutar —ya sea LaLiga, la Copa del Rey, competiciones europeas o encuentros entre selecciones—, seguro que te sabes al dedillo cuándo se disputan los lances más destacados e increíbles de la temporada futbolística. Pero también que, gracias a la tecnología, ya no hace falta que tengas entrada para ser un hincha más en el estadio, pues también podrás vivir la magia desde tu salón.
A día de hoy, tener un televisor de gran formato se ha convertido para muchos españoles en una forma tan válida como cualquier otra de disfrutar del deporte rey. Ahora bien, las plataformas de streaming y el TDT imponen sus reglas de juego tanto o más como el VAR, y contar con el televisor adecuado se ha convertido en algo imprescindible para lidiar con circunstancias inevitables como emisiones de baja calidad y resoluciones que no están a la altura de las teles de última generación. Algo que Samsung soluciona en los últimos modelos gracias a la inteligencia artificial.
La inteligencia artificial, de la teoría a la práctica
Antiguamente reservada a los modelos de auténtica élite, la inteligencia artificial forma parte de todo el catálogo de televisores de Samsung. Y no solo permite plasmar imágenes de mayor calidad o añadir funciones innovadoras como la gestión de dispositivos domóticos: también sirve para marcar las distancias entre los televisores genuinamente inteligentes, como los nuevos OLED y Neo QLED, y aquellos que afirman tener técnicas avanzadas de IA pero que, a la postre, se limitan a hacer un escalado con una interpolación más procesada incluso de lo que sería recomendable.
¿Qué son los aspectos que marcan la diferencia entre un televisor con IA y los nuevos Smart TV con IA de Samsung?
El chip de procesamiento marca las distancias
El corazón de todo televisor con inteligencia artificial es su chip de procesamiento de la imagen y nadie sabe más de eso que Samsung, que lleva décadas enfrascada en el diseño de teléfonos móviles con algunas de las mejores cámaras y pantallas de la industria. Fruto de toda esta experiencia nacen chips como el nuevo NQ8 IA Gen 3 del televisor Samsung Neo QLED 8K QN900D, que utiliza 512 redes neuronales para escalar y optimizar cualquier tipo de contenido.
Frente a otros procesadores, que muchas veces no dejan de ser una adaptación OEM ligeramente modificada para cada fabricante, el chip NQ8 IA Gen 3 es un procesador de factura propia, diseñado de forma específica para los televisores Samsung siguiendo las exigencias marcadas por sus propios ingenieros. Esto se demuestra en un salto de prestaciones impresionante en comparación con otros chips, con una NPU que duplica el rendimiento de la propia Samsung QLED Q70D para mostrar el 8K más impresionante del mercado.
El resultado se aprecia a primera vista, con imágenes libres de artefactos visuales como macroblocking, perfiles mejor definidos y colores más vibrantes, evitando el bandeado y la pérdida de detalle que se producen por una señal de imagen con menos ancho de banda de la que necesitaría un stream a 8K de alta calidad.
‘Streams’ con imagen a 8K casi nativa: ahora sabrás si realmente fue un fuera de juego
La falta de detalle es, como sabe todo aficionado al fútbol, uno de los grandes problemas de las emisiones a través de las plataformas de streaming. El típico programa a 4K nativo suele rondar los 8 Mbps —y eso siendo generosos—, cuando un Blu-ray 4K, considerado el estándar de calidad por los cinéfilos, alcanza los 128 Mbps. Y si hablamos de la calidad que brindan los canales deportivos de TDT, las cifras son incluso más dramáticas.
El uso de una compresión con pérdida tan elevada para reducir el uso del ancho de banda impacta directamente en la calidad de imagen. Los detalles como los escudos de las camisetas desaparecen en cuanto los jugadores abandonan el primer plano o empieza el movimiento, mientras que la textura del campo, las bufandas del público y los números de los deportistas se convierten en un enjambre de píxeles vagamente reconocibles por su color. En las series de televisión los resultados pueden ser igual de malos. Y es que todos estamos familiarizados con delitos contra la calidad de imagen como cierto capítulo de ‘Juego de Tronos’ aniquilado por el bit rate.
Samsung ha resuelto este problema utilizando la última tecnología en reconocimiento de imágenes. Sus procesadores de IA son capaces de identificar objetos como los numerales y los hexágonos del balón para reconstruirlos a partir de la información del stream, infiriendo mediante el uso de redes neuronales detalles visuales que se perdieron durante el proceso de compresión. En sus televisores 8K, el resultado es tan increíble que una emisión 4K se equipara en un 90 % al contenido 8K nativo en claridad y detalle.
A este escalado inteligente se suman funciones avanzadas como Real Depth Enhancer Pro, que detecta las áreas en las que el ojo se enfoca para centrar en ellas el esfuerzo de procesamiento e incrementar el contraste de forma localizada, ya sea usando la matriz full array de un panel Neo QLED o los píxeles independientes de los televisores OLED. De esta forma, la imagen ‘plana’ del televisor adquiere una tridimensionalidad casi natural, hasta el punto de que los tiros grabados desde la portería te harán agachar la cabeza.
Atenúa las luces y desconecta el robot de limpieza: es la hora de disfrutar del fútbol (o del último estreno)
Pero los televisores Samsung no solo demuestran su inteligencia a la hora de mejorar la calidad de imagen de las transmisiones deportivas: también hacen que nuestro hogar sea un lugar más cómodo. Gracias a su integración con la plataforma SmartThings es posible conectar y gestionar todos los dispositivos domóticos de tu hogar compatibles con los estándares Matter y HCA, pudiendo consultar su estado, programarlos a tu gusto y establecer diferentes escenarios de uso.
De esta forma, si eres jugador puedes conectar la iluminación para crear ambientes más inmersivos, dejar preparado el microondas para que haga las palomitas durante el descanso del partido o desconectar tu robot de limpieza de forma que no te interrumpa durante tu visionado de ‘Dune 2’. Con SmartThings, la vieja ‘caja tonta’ pasa de ser un electrodoméstico más a convertirse en el centro del hogar.
Neo QLED y OLED: dos tecnologías para sentirte en la grada
Todas estas avanzadas funciones de IA forman parte integral de la gama de televisores Samsung, independientemente de que escojamos un modelo basado en la tecnología de pantalla Neo QLED o de tipo OLED. ¿Cuál es la diferencia exactamente? En ambos casos, nos encontramos ante los televisores más punteros y de mayor calidad de imagen, pero también poseen pequeños matices que merecen ser explorados.
Los modelos Neo QLED son una importante mejora frente a los ya conocidos QLED. Como sus predecesores, utilizan una película de quantum dots sobre un panel LCD que permite ampliar el cromatismo de la pantalla para proporcionar el volumen completo de color, mostrando una mayor cantidad de tonalidades y gradaciones mucho más suaves. Su imagen es sutil, pero también vibrante y extremadamente luminosa, con modelos que pueden alcanzar picos de brillo de hasta 4.000 nits para plasmar un HDR increíble.
Otras ventajas de los televisores Neo QLED son su tamaño y resolución. Los modelos más grandes alcanzan las 98 pulgadas, por lo que son ideales para las personas que buscan la máxima inmersión. Y entre la gama de 2024 podemos encontrar modelos 8K como el Samsung QN990D.
Los televisores OLED, por su parte, siguen siendo la opción favorita de cinéfilos y jugadores. Sus pantallas emisivas de diodo orgánico no utilizan una matriz mini LED para iluminar la imagen, sino que cada uno de sus píxeles se activa o desactiva de forma independiente. Es así como los televisores OLED son capaces de brindar el negro más absoluto y el mayor contraste imaginable, con imágenes increíblemente vivas y un detalle espectacular. Su instalación es más recomendable en habitaciones con una iluminación tenue, como una habitación de cine en casa, aunque los últimos modelos de Samsung disponen de tecnología antirreflejos Anti Glare para mejorar su visibilidad independientemente de la hora del día y la luz que haya en el salón.
Además de brindar una calidad de imagen espectacular, los televisores OLED son especialmente preciados por los jugadores de consola debido a su bajísimo tiempo de respuesta: menos de 1 ms.
Esto significa que el tiempo necesario para dibujar el cambio de píxeles es inapreciable, por lo que no existe retraso alguno desde que pulsas un botón del mando hasta que la imagen se ve reflejada en la pantalla. Un factor a tener en cuenta si no solo disfrutas viendo los partidos de fútbol más disputados y también quieres jugarlos con desde tu consola.
Imágenes | Samsung, Mitch Rosen, Vienna Reyes, Mario Klassen
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