BYD tiene muchas ganas de fabricar en México, pero a China no le entusiasma por algo: espionaje industrial de EEUU

  • México parecía el candidato ideal para la planta americana de BYD, donde vendieron más de 40.000 coches en 2024

  • Una fuente de Financial Times afirma que los planes se han congelado porque China teme que su tecnología se filtre a Estados Unidos

Fábrica méxico BYD
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La presencia de BYD en México se tambalea. Tras consolidarse en su mercado natal, la compañía ha buscado la forma de dar el salto a occidente. En Europa tiene un aliado para dar salida a sus coches, con una fuerte presencia en el segmento de los eléctricos. Y en el continente americano la cosa parecía imposible en EEUU, pero no en México. ¿El objetivo? Abrir una planta en México y vender coches en Estados Unidos pasando bajo el radar de los aranceles.

La realidad puede ser muy distinta. La llegada de Trump está siendo un terremoto arancelario y un informe de Financial Times apunta a China como causante del retraso en la llegada del desembarco de BYD en México. ¿El motivo? Teme que su tecnología se filtre… a Estados Unidos.

Expansión. BYD es uno de los pesos pesados del coche eléctrico chino. Lleva meses buscando expandirse fuera de las fronteras del gigante asiático y Europa se ha convertido en un mercado muy goloso. No sólo para vender coches, sino para fabricarlos, algo en lo que España apunta a ser un jugador crucial.

Según datos de Jato Dynamics, BYD vendió en Europa poco más de 50.000 vehículos en 2024, pero aunque no quedó entre las 30 marcas más vendidas, sí superó a históricas como Alfa Romeo. Además, las previsiones para 2025 son optimistas: 200.000 matriculaciones este año y 400.000 de cara a 2029.

El plan. Con un futuro prometedor en Europa, el otro gran caramelo era el continente americano. En Estados Unidos lo iban a tener muy difícil debido a las medidas proteccionistas del Gobierno, pero lo que sí tenían en mente era abrir fábricas en México. La última información oficial -por parte de Ray Zou, presidente de BYD en México- era que el fabricante se centraría en la producción de coches eléctricos y lo que parecía un volantazo: dejaban a un lado la fabricación mirando a Estados Unidos para enfocarse en vender los coches en el país latinoamericano.

Los planes eran difusos, pero se apuntaba a tres estados como finalistas para ubicar la fábrica (Jalisco, Nuevo León y Durango), así como la inversión de 1.000 millones de dólares para, como apunta Motorpasión:

  • Tener una capacidad de producción inicial de 150.000 vehículos al año.
  • Tener la capacidad como para escalar la cifra hasta las 400.000 o 500.000 unidades anuales.
  • Crear unos 10.000 empleos directos.

Dudas. Ray Zou reafirmó esa intención de abrir una planta en México a lo largo de 2025, algo que también apoyó Jorge Vallejo, director general de la compañía en el país. Ahora bien, aunque México está luchando para atraer inversión extranjera en el segmento tecnológico, la presidenta Claudia Sheinbaum sembró dudas a finales de 2024.

Poco después de la reelección de Trump como presidente estadounidense, la presidenta afirmó, como vemos en Bloomberg, que no había una propuesta firme por parte de ninguna empresa china para establecerse en el país. Como leemos en Financial Times, analistas de mercado comentan que, obviamente, México quiere atraer inversión china, pero también debe cuidar su relación comercial con una EEUU que es su principal cliente.

¿Cambio de planes? Visto el contexto, llegamos al presente. En una reciente entrevista con Financial Times, Stella Li -vicepresidenta ejecutiva de BYD- afirmó que no habían decidido qué hacer con las instalaciones en México. Fue la ejecutiva la que comentó que seleccionaría una sede mexicana para la fábrica del grupo, y ahora afirma que “cada día hay una noticia diferente, así que sólo tenemos que seguir haciendo nuestro trabajo”.

“Necesitamos hacer más estudios para ver cómo podemos mejorar para entregar los mejores resultados para todos”, completó Li.

Celos. Y ahora entramos en la segunda parte de esta historia. Por un lado, las declaraciones oficiales, por otro, las que ha conseguido Financial Times a partir de fuentes anónimas que afirman que el motivo del retraso en la planta mexicana de BYD no se está dando por decisiones de la propia compañía o por el Gobierno de México, sino por el Gobierno Chino.

Para que una compañía pueda abrir una planta en el extranjero, debe conseguir un permiso del Ministerio de Comercio de China y, según estas fuentes, dicho permiso aún no ha sido concedido. Hay dos motivos. Por un lado, el enfriamiento entre las relaciones de México y China debido a las influencias de Estados Unidos y los aranceles recíprocos entre el gigante chino y el norteamericano.

Por otro, el temor de que la tecnología avanzada y el conocimiento de BYD caigan en manos de Estados Unidos. La fuente apunta que “la mayor preocupación del Ministerio de Comercio es la proximidad de México a Estados Unidos”. Así, lo que preocupa a China es que México tenga acceso sin restricciones a eso que está permitiendo que BYD se haga un hueco en el mercado a nivel mundial.

Prioridades. El interés debe seguir ahí, ya que si hablábamos en tono positivo de las 50.000 ventas en Europa, en México no se quedan atrás. Se estima que vendieron 40.000 coches el año pasado, y las previsiones iniciales ya hemos visto que son generosas. El problema es la geopolítica, el celo del Gobierno chino por su tecnología y que las prioridades habrían cambiado.

Así, desde Pekín se estaría dando prioridad a dar luz verde a proyectos a países que formen parte de la nueva Ruta de la Seda, la gran ambición del presidente Xi Jinping. Sólo el tiempo nos permitirá ver qué ocurre, pero BYD vendió más de 4,3 millones de híbridos y eléctricos el año pasado, está presentando sistemas de conducción avanzada como God’s Eye y no parece que quiera limitar su expansión únicamente al mercado europeo.

Mientras tanto, ya buscan dónde colocar su nueva planta en Europa.

Imágenes | BYD, Xataka

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