Las ventas de coches eléctricos cayeron el año pasado en la Unión Europea. Se vendieron 1.447.934 coches eléctricos entre enero y diciembre de 2024. Una cifra ligeramente por debajo de los 1.538.106 eléctricos vendidos en el mismo periodo del año 2023.
Concretamente, hablamos de una caída del 5,9% que vino arrastrada en gran medida por las cifras alemanas. El mayor mercado del coche eléctrico en Europa puso en el mercado 380.609, muy por debajo de los 524.219 coches vendidos en 2023. Una caída del 27,9% que, de paso, confirmó que el coche eléctrico sigue necesitando de ayudas a la compra allí donde más vehículos eléctricos se compran.
En consonancia, la cuota de mercado del coche eléctrico también bajó en la fotografía general de la Unión Europea. En 2023, el 14,6% de los coches comprados en Europea eran eléctricos. El año pasado la cifra se redujo a un 13,6%. Pero el desempeño fue muy distinto entre países.
En Alemania, como decíamos, al caída fue tan grande que los eléctricos se quedaron en un 13,5% de las ventas y, por tanto, en un empate técnico con la media europea. Hasta ahora, habían ayudado a levantar las cifras, con un 18,4% en el año 2023. Entonces, prácticamente, dos de cada 10 coches que se compraban en España eran eléctricos.
El año 2024 para nuestro país en el mercado del coche eléctrico tampoco fue especialmente bueno. Sí se vendieron más coches, pasando de los 51.611 coches eléctricos vendidos en 2023 a los 57.374 eléctricos de 2024 (+11,2%) pero la cuota de mercado apenas mejoró dos décimas, alcanzando un 5,6% a finales de 2024.
El primer mes del año, sin embargo, sí ha arrancado con fuerza. En enero se vendieron, según ACEA, 5.012 coches eléctricos, muy por encima de los 3.376 vehículos de este tipo vendidos en el mismo mes de 2023. Es un crecimiento del 48,5%. Los resultados se dejan notar en una cuota de mercado del 6,9% cuando el año pasado no alcanzaba el 5% en el mismo mes.
Pero todos estos datos palidecen en comparación a un pequeño país. Uno que ha conseguido hacer explotar sus ventas a mediados de 2023, las ha consolidado en 2024 y consigue mantenerlas en 2025.
Hablamos de Bélgica.
Bélgica, uno de los países más prometedores de Europa
Si echamos la vista atrás, Bélgica vendió en 2024 127.703 coches eléctricos. Un 36,9% más eléctricos que en 2023 cuando firmaron 93.285 unidades. La cifra le permitió sumar una cuota de mercado del 28,5% cuando a finales de 2023 se quedaba en un ya optimista 19,6%.
Es decir, en 2023 ya compró una mayor cantidad de coches eléctricos que Alemania, si atendemos a su mercado total. En Europa, sólo Dinamarca, Países Bajos, Suecia y, por supuesto, Noruega vendieron más de un 30% de coches eléctricos en sus mercados locales. Del resto, sólo Finlandia (29,5% de cuota de mercado) consiguió vender más eléctricos que Bélgica.
Cuota de mercado de eléctricos en Europa en 2023. Bélgica estaba al mismo nivel que Francia y Alemania.
Pero el caso de Bélgica es especial porque en el primer mes de 2025 la cuota de eléctricos se ha elevado al 33,8%. En enero de 2023, la cuota de mercado era de un 14,3% pero en ese mismo mes del 2022 apenas alcanzaba el 8,1%. Fue a mediados de 2023 cuando se localiza la explosión definitiva del coche eléctrico.
Lo han conseguido de una manera muy sencilla: pagando los coches eléctricos de las empresas.
Igual que en Noruega, el éxito en las ventas de eléctricos no se ha basado tanto en ayudas a la compra de nuevos vehículos y sí en las deducciones fiscales que se permiten con los eléctricos. En el país nórdico, los dueños de coches eléctricos no pagaban IVA y algunos otros impuestos, eso impulsó las ventas de eléctricos como en ningún otro lugar.
En Bélgica se han centrado en las flotas de las empresas. Sí, había ayudas a la compra (aunque solo en una parte del país) pero este mismo año han terminado y no se ha dejado sentir en las ventas totales. Esto es porque las empresas pueden deducirse hasta un 100% de la compra de coches eléctricos dependiendo de sus ingresos.
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Esto ha llevado al país a que el 80% de los coches eléctricos comprados estén registrados a nombre de una empresa. Y se ha conseguido porque hacerse con un coche de este tipo es, sencillamente, más atractivo que un gasolina. En 2025, las empresas se podrán deducir el 75% de los vehículos con motores de combustión pero será una ayuda que caiga en muy poco tiempo. En 2027 sólo se podrán deducir el 25% de estos coches y en 2028 caerá la ayuda. Sin embargo, ese mismo año el empleador se podrá seguir deduciendo hasta el 90% del coche eléctrico.
Explican en Bloomberg que en Bélgica el coche suele ser moneda de cambio de salario y que en lugar de aumentar este, las empresas lo utilizan como reclamo para premiar al empleado. Si le proporciona un coche eléctrico, el trabajador puede acudir a su puesto de trabajo a un precio muy inferior que si tuviera que llenar el tanque de gasolina.
El precio es más alto que en España pero la gasolina también es ligeramente superior al precio de la española. Registra, según el último boletín de la Unión Europea, un precio de 1,630 euros/litro, por los 1,558 euros/litro de España.
Para hacer números con las cifras españolas, un coche que consuma 6 l/100 km de gasolina desembolsará 9,35 euros para recorrer 100 kilómetros. Un vehículo eléctrico con un consumo de 18 kWh/100 km y que pague la luz a 10 céntimos/kWh en casa (ninguna de las dos cifras son especialmente optimistas), se dejará 1,8 euros para recorrer la misma cantidad de kilómetros.
El programa enfrenta dos retos. El primero es que el Estado es el que pone de su dinero todo ese dinero que el empleador deja de pagar, lo que puede suponer un agujero (como sucedió en Noruega) que hay que compensar por otro lado.
El segundo problema también se recoge en el artículo de Bloomberg. En estos momentos, el empujón estatal ha ayudado a impulsar las ventas de eléctricos entre las compañías por pura demanda de los empleadores. Sin embargo, es un paso que las alquiladores, dueñas de buena parte de los vehículos de renting y leasing no encuentran en otros países el interés para venderlos ya que son coches que de segunda mano están perdiendo un gran valor en el mercado y, finalmente, son difíciles de colocar.
Foto | Cosmin Serban y Volkswagen
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