KTM ha afrontado el inicio de año más complicado posible. La compañía se enfrentaba a una situación de quiebra, obligada a desprenderse de marcas como MV Augusta, y a la espera de un plan de reestructuración que cambiaría por completo la estrategia actual del gigante naranja.
Por fin, llegan buenas noticias. KTM ha logrado la aprobación de su plan de reestructuración, con la promesa de una importante inyección de capital y luz verde para retomar la producción a mediados del próximo mes de marzo.
El plan contempla el pago del 30% de esta deuda a sus acreedores, movilizando otros 150 millones para retomar la producción en su fábrica principal ubicada en Mattighofen, Austria. "La capacidad total planificada de las cuatro líneas de producción en operación de un solo turno se logrará en un plazo de tres meses", afirman desde Pierer Mobility AG.
Estas cifras se lograrán gracias, entre otros, al apoyo financiero de Bajaj Auto, uno de los principales socios de KTM y encargado de fabricar prácticamente la mitad de las motos del fabricante, amén de fabricar para otras compañías premium, como Triumph.
Como recoge Reuters, las acciones de Pierer Mobility AG subieron un 16,7% el pasado martes en respuesta a la aceptación por parte de los acreedores del plan de reorganización de la filial de la compañía, KTM AG.
No han trascendido detalles sobre el plan de restructuración, del que depende el futuro de la compañía para ser rentables. Acumulación de stock, un gasto importante por competir en MotoGP, y una estrategia de precios poco competitiva (algo que están empezando a revertir con la nueva KTM 390 ADV) son algunos de los factores que han llevado a la compañía a su situación actual.
Imagen | KTM
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