El año pasado, Disney publicó su primera cinta en casete desde 2003. La banda sonora de "Los Guardianes de la Galaxia", pensada como un complemento ideal para una peli en la que Chris Pratt no se separa nunca de su vetusto walkman... Y que lleva vendidas casi 20.000 copias. Nada mal para un formato "muerto" que en nuestro país ha servido para todo.
Porque MySpace y la autoedición tuvieron un precedente en España: la gasolinera. Cualquiera podía juntar dos duros e intentar distribuir su obra por los expositores de carretera. La casete en España le ganó la carrera a cualquier otro formato hasta 1992, y en 2001 todavía sacaba adelante 7 millones de copias al año. Y su catálogo tenía ciertas "particularidades" que hemos tratado de resumir en este imposible Magnet Mix: Volumen Viejo.
Principios de los 80: lo quinqui
Los Chunguitos, junto a Los Chichos, es uno de los grupos que más le debe a la carretera y la casete. Ambos grupos son los máximos exponentes de la rumba vallecana, música para antihéroes quinquis en los años de la heroína y la marginalidad.
Principios de los 80: el chiste
Arévalo no se forjó su fama como humorista del "Un, Dos, Tres" televisivo, sino antes. En las casetes de gasolinera que inundaron España a partir de 1980 y hasta mediados de la década siguiente. Una carrera labrada a base de chistes chabacanos, tan remezclados que a mediados de esa década las propias casetes llevaban un aviso cada vez que incluían "chistes nuevos".
1985
La doble casete recopilatoria: una moda anual que pasó por todos los géneros imaginables, desde el discotequero hasta las bandas sonoras de pelis y que con "¡Boom!" alcanzó la categoría de superventas. La idea es un poco la antesala de iTunes: si sólo te gusta una canción de cada disco, píllate esto y pasa de tener 30 cintas distintas que vas a rebobinar sin parar.
1987
Los recopilatorios del metal ochentero eran conscientes de la función social del heavy: copiar obsesivamente los logos de los grupos en los cuadernos durante la clase de Historia.
1988
Una teta al aire poco después de las uvas de Nochevieja convirtió a la italiana en musa erótica de medio país.
1989
"Versión original". Esto es importante porque, si te paras a comer un cocido en un restaurante de carretera de Peñaranda en 1989, te vas a encontrar 163 casetes distintas anunciando la lambada. Con calidades que van desde "organillo de la cabra" hasta "dicen la palabra Lambada en una canción, pero es una copla de 1900 libre de derechos".
1989 (y dos)
Posiblemente el fenómeno más extraño de la música pop española: una fraternidad de 30 tíos cantando himnos de universitario borracho vestidos de monjes. La pregunta que siempre nos hicimos fue: ¿cobraban todos? ¿Les llegaba para algo?
1990
Cuando una discográfica no sabe que va a petarlo se nota. En este caso, la edición en casete no podía ser más perezosa: una foto de la carátula del LP puesta en pequeñito en medio y ya. Las letras repetidas un poco más grandes para qué se sepa quién es ese señor con sombrero y qué cinta y a vivir.
1991
Una portada de collage en la que no se ve a ningún rumbero, una ausencia total de pegatinas y etiquetas que pongan "contiene el All My Lovin" o "Anunciado en TV"... Este superventas de Los Manolos fue transgresor como pocos. Que tampoco pasaba nada, porque poco después aparecieron decenas de recopilatorios corrigiendo la osadía.
1992
El recopilatorio de los Bee Gees fue uno de los discos más vendidos de 1991-1992, pero los grandes éxitos en casete todavía no habían abandonado una tendencia muy nuestra: traducir los títulos de las canciones, bien grande, para que te hicieses una idea de lo que hablaban. Las traducciones eran pura maravilla de lo cutre: "Manteniéndose Vivo".
1993
Ojo aquí a tope muy arriba. Máquina Total 5 se convierte en el primer supermegaventas del punchapuncha, con Chimo Bayo a la cabeza. Y también contribuye a una tendencia común a los recopilatorios de la época: el MEGAMIX, un temazo largo como un día sin wifi en el que se mezclan todos los demás que salen en la cinta. Y así te ahorras los derechos de otro par de temas al editarlo.
1994
La leyenda dice que Camela se hicieron de oro en las gasolineras a principios de los años 90. Sí y no. En realidad lo que el grupo hizo fue autopublicar y distribuir sus propias maquetas esos años. Funcionaron bien, muy bien, y la doble pletina y el boca a boca hicieron el resto. En 1994 debutan de forma "oficial" regrabando esos éxitos de expositor de carretera nacional.
1995
Nuestra teoría sobre el descenso de la natalidad: los adultos actuales son conscientes de que abrasaron los tímpanos paternos con este tipo de recopilaciones del infierno y no están dispuestos a que la historia se repita. En el caso de Los Pitufos, su pitch de horror cósmico les llevó a tocar todos los palos: Los Pitufos Makineros, Los Pitufos van a Ibiza y El Fin de Toda Cordura: Los Pitufos versionando a Camela.
1996
En España empezamos a conducir a los 18 años, así que nos perdemos parte de la ternura adolescente, pero Roxette lo intentaba igual: baladitas con acento sueco para olvidar que estás con el coche viejo de tu padre en un descampado del terruño a -3º. Tener una o dos de estas casetes era el Tinder de las generaciones preinternet.
1997
En 1997 el recopilatorio de "Esta Noche Cruzamos el Mississippi" reventó las listas, con temas de soul y demás. Pero unos meses antes, la popularidad del late show ya había quedado de manifiesto cuando podías poner a uno de sus personajes como portada del trance más destroyer y vender como churros. Aportando algo al megamix: las frases graciosas del personaje entre matraca y matraca. Pero vamos: hablamos de una época en la que Chiquito de la Calzada fue portada del Bolero Mix. Eran los 90. Valía todo.
1998
Buscando en webs de segunda mano nos hemos encontrado a alguien que asegura que esta cinta grabada es la maqueta original de Estopa, de 1998. Estopa habían seguido el rumbo de Camela: una cinta grabada en casa y a pasarla de mano en mano hasta que recorrió toda España. Literalmente. Ese 1998 un amigo me llamó por teléfono para decirme que un vecino estaba escuchando "nosequé de que el medio de Los Chichos se le había aparecido en sueños". Un año después, cuando salió el disco oficial, supimos quiénes eran los autores del verso más quinqui de finales del siglo XX.
PD: Piden 200 euros por la maqueta, por cierto.
2001
En 2001, la industria musical tiró la toalla. Ese año, en Estados Unidos las cintas supusieron menos del 4% de la música. En España, todavía tardarían un par de años en rendirse. Durante 2001 se vendieron 70 millones de CD en nuestro país y 7 millones de cintas. Aunque ya relegadas al panorama de carretera: las grandes superficies empezaron a retirar espacios a la cinta (los discos hacía tiempo que habían desaparecido: vendían 30.000 copias) y, al menos en mi caso, el Mutter de Rammstein es la última cinta original que recuerdo haber visto en casa de alguien. Hacía dos años que existía Napster.