Por lo general nunca solemos estar conformes con el tiempo que hace donde vivimos. Dependiendo de nuestra ciudad podemos quejarnos de que hace demasiado frío en invierno o un calor asfixiante en verano. Pero por mucho que nos quejemos deberíamos estar agradecidos, porque a nivel planetario la cosa podría ser mucho, mucho peor.
Para demostrároslo hoy vamos a enseñaros un puñado de ejemplos de las condiciones extremas con las que podríamos encontrarnos en otros planetas del sistema solar. Tenemos de todo, desde tormentas de dimensiones inimaginables hasta rachas de viento que harían volar al Titanic, y todo ello aderezado con unas temperaturas o muy gélidas o todo lo contrario.
Abrasadoras llamaradas solares
Con unas temperaturas que alcanzan los 6.000 grados en su capa exterior, el Sol es un lugar sólo apto para los más frioleros. Allí las tormentas no son cosa de broma, ya que expulsan millones de toneladas de plasma y partículas cargadas al espacio, junto con una gran cantidad de rayos X y gamma. Afortunadamente nuestra atmósfera superior o ionosfera nos protege de sus efectos, de manera que podemos observar tranquilos su belleza.
La mayor tormenta del Sistema Solar
Con 40.000 kilómetros de largo y 12.000 de ancho, la Gran Mancha Roja de Júpiter es la mayor tormenta registrada en un planeta de nuestro sistema solar. Lleva recorriendo la superficie del gigante durante por lo menos 400 años, y en su interior se alcanzan vientos de hasta 600 kilómetros por hora. ¡Ríete tú de nuestras tormentas!
Nevadas de hielo seco
En Marte se han observado evidencias de nubes de nieve compuestas de dióxido de carbono. Es el único lugar del sistema solar donde se produce este tipo de nieve. Como vemos en esta fotografía tomada en 2011, las nevadas allí son igualmente espectaculares, sobre todo cuando el calor del verano hace que estas capas de hielo se conviertan en gas, dejando atrás estos curiosos pozos helados en el polo sur del planeta.
Tormentas de arena gigantes
Y seguimos en Marte, que al ser desértico y rocoso sufre enormes tormentas de arena. No son tan potentes como para mover rocas ni causar grandes catástrofes, pero sí lo suficientemente grandes como para ser espectaculares vistas desde el espacio. La foto fue tomada en 2007, y nos muestra una tormenta que duró menos de 24 horas, pero que se extendió a lo largo de gran parte del borde del casquete polar norte. También hay tornados de hasta 27 metros de ancho.
Lluvia de ácido sulfúrico y efecto invernadero nivel DIOS
El tiempo en Venus tampoco es demasiado acogedor. Tiene una temperatura media de 465 grados centígrados y una presión 90 veces superior a la de la Tierra a nivel del mar, dejando en ridículo cualquier efecto invernadero del que nos podamos quejar. Tiene vientos huracanados y nubes de ácido sulfúrico que producen precipitaciones. Vamos, que llueve ácido sulfúrico nada menos.****
Los mayores vientos del Sistema Solar
Teniendo en cuenta que los vientos más poderosos de la tierra alcanzan los 400 km/h, imagínate lo que tiene que ser sujetar tu paraguas cuando los vientos alcanzan los 2000 km/h como en Neptuno. No es de extrañar que las de ese planeta sean las ráfagas más intensas de nuestro sistema. Su atmósfera tiene metano, y es ese gas el que le da a Neptuno su característico color azul.
Lagos, nubes y tormentas de metano
Titan es una luna de Saturno que siempre nos ha fascinado. Tiene un aspecto muy parecido al de la tierra, aunque con una temperatura de -183,15 grados. Además, así como nosotros tenemos nuestro ciclo del agua, allí tienen un ciclo del metano. No podríamos respirar y moriríamos, pero por lo menos lo haríamos con un paisaje parecido al nuestro, con nubes, lluvias e incluso lagos de metano.
Nubes de nitrógeno líquido
La mayor luna de Neptuno se llama Tritón, y es el lugar más frío de nuestro sistema solar con unas temperaturas en su superficie de -235 grados. Vamos, ríete tú cuando alguien diga allí eso de Winter is coming. Este planeta también tiene el honor de haber puesto patas arriba nuestro antiguo concepto de vulcanismo, ya que aunque se suponía que los cuerpos gélidos no deberían estar geológicamente activos, en él se han encontrado indicios de géiseres de nitrógeno líquido, el cual luego se acumula creando nubes.
Espectaculares tormentas de nitrógeno
Aunque no está en estado líquido, Saturno también tiene hidrógeno en su atmósfera. La mayoría del año el planeta está tranquilo, pero cuando se forman tormentas estas son violentas de verdad. Esta foto fue sacada en 2011, cuando la NASA descubrió una intensa tormenta con más de 10 relámpagos por segundo y cubriendo una superficie de 4.000 millones de kilómetros cuadrados.