Hace unos días os comentábamos los casos de varias películas que copiaban sin rubor a algún gran éxito de Hollywood con el objetivo de conseguir llamar la atención del público. Sin embargo, ninguna de ellas se vio en un apuro legal por parecerse más de la cuenta a la otra, algo que sí sucedió con estas películas que sí que fueron demandadas por plagio.
Entre ellas hay desde gente que quiso pasarse de lista hasta reclamaciones legítimas, pero será mejor que no os adelante más y os deje ya con ellas.
'Buscando a Nemo', pasándose de listo
Pixar ha recibido varias demandas por plagio que acabaron en nada, pero el caso que nos ocupa es especial. Un tal Franck le Calvez llevó a la compañía a juicio porque consideraba que habían copiado multitud de elementos presentes en un libro infantil ilustrado que él había hecho. Lo cierto es que los parecidos son lo suficientemente razonables como para quejarse, pero no tiene tanto mérito si has hecho tu libro después de enterarte de la existencia de la película.
Por desgracia para él, se demostró que así era, por lo que fue condenado por fraude y tuvo que pagar unos 80.000 por los gastos legales y en concepto de daños y perjuicios.
'Ciudadano Kane', Orson Welles tampoco era perfecto
En Estados Unidos se popularizaron las reclamaciones judiciales tras ver cómo RKO llegaba a un acuerdo con económico con Ferdinand Lundberg. El escritor había llevado a la compañía a juicio porque consideraba que 'Ciudadano Kane' era un plagio de 'Imperial Hearst' -podéis leerla aquí-, la biografía sobre William Randolph Hearst que había publicado en 1936, cinco años antes del estreno de la cinta dirigida por Orson Welles.
La demanda llegó a juicio en 1947, pero la disputa quedó sin un ganador claro cuando el jurado fue incapaz de llegar a un veredicto común. En RKO no quisieron arriesgarse en un nuevo juicio y por eso llegaron a un acuerdo extrajudicial con Lundberg cifrado en 15.000 dólares -más todos los gastos legales-, una suma bastante importante por aquel entonces.
'Django desencadenado', el más reciente
Quentin Tarantino es conocido por tomar prestadas cosas de muchas películas, por lo que era de esperar que le cayera algún pleito por el motivo que nos ocupa. De hecho, ha habido unos cuantos, pero todos han ido acabando en nada.
Sin embargo, me he animado a incluir la reclamación de Oscar Colvin Jr. y Torrance J. Colvin argumentando que 'Django desencadenado' es un plagio de 'Freedom', un guión que escribieron y registraron en el gremio de guionistas en 2004. Esas abundantes semejanzas aún están por demostrarse, ya que este ha sido el caso más reciente de plagio que ha entrado en los caminos legales.
'El curioso caso de Benjamin Button', ¿en serio?
Una tal Adriana Pichini consideró que la cinta de David Fincher era un plagio de 'Arthur’s Return to Innocence', un relato corto que había escrito en 1994, por lo que contrató a un abogado y se pusieron manos a la obra. Hasta ahí todo podría parecer normal, pero es que 'El curioso caso de Benjamin Button' era la adaptación de un relato corto escrito por F. Scott Fitzgerald en 1922, por lo que el caso acabó quedando en nada.
Ojo, siempre queda la posibilidad de que Fitzgerald fuera una especie de viajero en el tiempo y todo fuera un elaborado complot, pero eso de lo dejo a los amantes de las teorías de la conspiración...
'El golpe', dos por el precio de uno
Bastante curioso el caso de 'El golpe', ya que primero fue David W. Maurer quien demandó a Universal porque consideraba que la película era un plagio de 'The Big Con', el libro basado en la historia real de los timadores Fred y Charley Gondorff. La productora no quiso meterse en líos, sobre todo teniendo en cuenta que durante la campaña promocional de la película se había citado en varias ocasiones la obra de Maurer. El problema es que esto no dejó muy contento al guionista David S. Ward, quien había tomado como referencia multitud de libros de no ficción sin llegar a plagiar ninguno de ellos.
Eso sí, lo realmente llamativo llega ahora, ya que Followay Productions había comprado en 1952 los derechos exclusivos de adaptación sobre 'The Big Con', por lo que también llevó su reclamación a juicio. Por desgracia para ellos, Maurer decidió no darles su apoyo, seguramente ya muy satisfecho con los 300.000 dólares que había conseguido con su demanda, y eso provocó que el caso fuera finalmente desestimado.
'El príncipe de Zamunda' no fue cosa de Eddie Murphy
El humorista Art Buchwald llevó a juicio a Paramount porque creía que se había apoderado de un tratamiento de guion que había presentado en 1982 a la compañía con la idea de que Eddie Murphy fuera su protagonista. De hecho, en Paramount compraron los derechos antes de abandonar el proyecto en 1985, quedando entonces en manos de Warner. El problema es que Paramount dio luz verde en 1987 a un proyecto sospechosamente similar de Buchwald y acreditó a Murphy como al creador de la idea, mientras que Warner abandonó su película poco después.
Buchwald no recibió ningún tipo de compensación y la justicia le dio la razón en 1990, ignorando además la pobre justificación de Paramount para no darle suma económica alguna, ya que según ellos 'El príncipe de Zamunda' no había dado beneficio alguno pese a haber recaudado casi 300 millones de dólares en todo el mundo. La compañía no quiso arriesgarse con una apelación que podría dejarles en mal lugar para casos futuros y llegó finalmente a un acuerdo en 1995 para dejar de lado la batalla legal a cambio de 825.000 dólares. ¿Qué ganó Paramount a cambio? La anulación de la sentencia que habían dictado en su contra en 1992.
'Frozen: El reino del hielo', los trailers también pueden ser plagios
La película animada más taquillera de todos los tiempos recibió varias demandas por plagio, pero la que a nosotros nos interesa es la demanda que interpuso Kelly Wilson por las excesivas semejanzas hacia su cortometraje 'The Snowman' -podéis verlo justo encima de estas líneas- que había en uno de los trailers de la película. Sí, habéis leído bien, la demanda fue por su primer adelanto, ya que antes un juez sí que decidió que la demanda contra toda la película estaba injustificada.
La cuestión es que Disney hizo todo lo posible para que se desestimara el caso, pero al no lograrlo acabó llegando a un acuerdo con Wilson para evitarse problemas mayores. Por desgracia, nunca sabremos la cantidad que tuvo que pagar, pero seguro que fue una minucia en comparación con el dinero que obtuvo gracias a 'Frozen: El reino del hielo'.
'In Time', arrepintiéndose después de verla
Seguro que muchos ya casi ni os acordáis de esta película dirigida por Andrew Niccol y protagonizada por Justin Timberlake. No os culpo por ello, ya que era una cinta bastante mediocre que incluso antes de su estreno fue demandada por plagio por el escritor Harlan Ellison, ya que consideraba que se había apropiado de multitud de cosas de su relato '¡Arrepiéntete, Arlequín!, dijo el señor Tic-tac'.
Los parecidos existen, pero cuando Ellison vio la película decidió retirar la demanda, dejándonos con la duda de si debe a que creía que su por aquel entonces ya conocido fracaso económico iba a impedir que sacase compensación alguna y porque tampoco le apetecía ver su nombre asociado a una película así o porque simplemente dejó de pensar que fuera un plagio. A mí me parece más divertido pensar que fue lo primero...
'La liga de los hombres extraordinarios', enfadando a Alan Moore
¿Cómo puede ser un plagio la adaptación del popular cómic de Alan Moore? Cierto que Fox alteró de forma notable la novela gráfica y que el resultado final no dejó contento a casi nadie, pero los guionistas Larry Cohen y Martin Poll consideraron que la compañía simplemente había adquirido los derechos de la obra de Moore para enmascarar lo que en realidad era una vulgar copia de una idea que habían intentado vender en varias ocasiones a Fox en el pasado en la que Allan Quatermain y otros grupo de personajes de ficción se enfrentaban a una alianza de malvados liderada por Moriarty.
Fox no tardó en calificar de absurdo sinsentido la queja de Cohen y Poll, pero acabó optando por evitar problemas y llegó a un acuerdo extrajudicial con ellos. El que no acabó demasiado contento con ello fue Alan Moore, ya que consideró que así se había quedado sin la posibilidad de defenderse por lo sucedido. Otro motivo más para su desprecio hacia las adaptaciones cinematográficas de sus cómics...
'Mira quién habla' y también quién roba
Rita Stern y Jeanne Meyers no se quedaron nada contentas tras ver 'Mira quién habla', ya que incluso había líneas de diálogo idénticas al tratamiento que habían presentado tres años antes de su estreno a Amy Heckerling, directora de la película. Eso sí, en Tri-Star Pictures se resistieron a reconocer lo evidente, por lo que hubo que esperar a que un juez le diera la razón a Stern y Meyers para que aceptasen llegar a un acuerdo cifrado en una cantidad superior al millón de dólares.
'MS1: Máxima seguridad' y la doble moral de John Carpenter
¿Sabéis que hay muchas veces en las que los críticos señalan que una película se parece demasiado a otra? Pues eso fue lo que sucedió con esta cinta escrita y producida por Luc Besson, pero la cuestión es que John Carpenter también pensó que era una vulgar copia de '1997: Rescate en Nueva York', cinta que él había dirigido y escrito -la segunda tarea la compartió con Nick Castle- 31 años antes, por lo que procedió a ponen una demanda judicial.
La justicia acabó dando la razón a Carpenter, obligando a pagarle una compensación de 20.000 dólares por haber dirigido la cinta original, otros 10.000 que tuvo que compartir con Castle por haberla escrito y 50.000 más a la productora en posesión de los derechos de '1997: Rescate en Nueva York' -aquí podréis leer más detalles sobre el veredicto-. No sé vosotros, pero yo creo que les salió así más barato que si hubieran comprado previamente los derechos para hacer un remake oficial...
Por cierto, la productora también quiso demandar a los videojuegos de 'Metal Gear Solid' por el mismo motivo, pero el propio Carpenter les dijo que no lo hicieran porque Hideo Kojima había sido muy majo con él. Increíble pero cierto.
'Nosferatu', chupando la sangre a Drácula
El caso de plagio cinematográfico más popular de todos los tiempos. El productor Albin Grau llevaba varios años intentando sacar adelante una adaptación de 'Drácula', la inmortal novela de Bram Stoker, y creía que podía hacerlo sin más, ya que el libro había pasado a ser de dominio público en Estados Unidos por un error, pero en Alemania, su país natal, no sucedía lo mismo y estaba protegido hasta 1962. Por si las moscas, se introdujeron algunos cambios en el guion, pero eso no le libró de una demanda muy poco después del estreno de 'Nosferatu'.
Grau quiso escudarse en esos cambios, pero el parecido era demasiado notable, existiendo además pruebas de que el personaje se llamaba Drácula en las primeras versiones de guion, por lo que su productora acabó en bancarrota. El problema añadido es que el juez dictaminó también que todas las copias de 'Nosferatu' fueran destruidas, y así fue, salvo por una que había llegado hasta Estados Unidos, donde la justicia jamás iba a obligar a destruirla al contar con leyes diferentes. Solamente eso impidió la desaparición de este clásico del cine de terror.
'Philadelphia', robando a un hombre muerto
¿Se puede tener tan mala leche de copiar la historia real de alguien ya muerto y negarse a reconocer tanto que era así como la aportación de sus seres queridos? 'Philadelphia' es la prueba de que sí, aunque es algo que conviene matizar. El productor Scott Rudin se entrevistó con la familia de Geoffrey Bowers al año siguiente de su muerte, prometiéndoles una compensación por su participación. El problema es que Rudin vendió poco después los derechos del proyecto que tenía en mente a Tri-Star Pictures y la compañía aseguraba que a partir de ahí lo desarrolló por su cuenta basándose en material al acceso público sobre varios casos similares y que no habían usado la información personal recabada por Rudin.
Sin embargo, la familia de Bowers señaló que hasta 54 escenas de la película estaban basadas en la vida real de Geoffrey y que varios datos sólo podían haber salido de lo que habían compartido con Rudin. El caso llegó a juicio y se solucionó con un acuerdo cuyos detalles concretos se desconocen, pero en Tri-Star pasaron a reconocer a partir de ahora que 'Philadephia' estaba basada en parte en la historia de Bowers, algo que habían evitado hasta entonces.
'Por un puñado de dólares' y los peligros de no reconocerlo
El mismísimo Akira Akurosawa envió una nota a Sergio Leone para decirle que era una buena película, pero que era SU película. Eso mismo pensó también Toho, la productora detrás de 'Yojimbo', por lo que presentó una denuncia que al principio fue ignorada por el director de 'Hasta que llegó su hora'. Hizo mal, pues la cosa llegó a tal punto que tuvieron que acabar pagando mucho más dinero de lo que solicitaba inicialmente Toho para resolverlo sin que fuera un juez el que tomase la decisión, ya que el parecido entre ambas películas era tan evidente que su veredicto parecía de lo más previsible.
Leone y sus productores tuvieron que ceder los derechos de explotación de la película en Asia, donde alcanzó un gran éxito, y comprometerse a pagar un 15% del resto de la recaudación mundial -se cifra en unos 15 millones de dólares- de su 'Por un puñado de dólares' para que la película pudiera venderse sin problemas en otros países. No les salió barato, sobre todo si tenemos en cuenta que la reclamación inicial era de apenas 10.000 dólares...
'Rocky', inspirándose demasiado en un caso real
Sylvester Stallone escribió el guion de 'Rocky' poco después de ver el combate entre Chuck Wepner contra Muhammad Ali e incluso llegó a usar el nombre del primero durante la campaña promocional del lanzamiento de la película en dvd varios años después. Sin embargo, Stallone consideraba que ya era suficiente recompensa el ser reconocido como el Rocky de la vida real, por lo que ignoró su promesa de darle una compensación económica. Wepner llevó el caso a los tribunales en 2003, pero hubo que esperar hasta 2006 para que se llegase a un acuerdo económico cuyos términos se desconocen.
Casualidad o no, 'Rocky Balboa', sexta entrega de la franquicia, se estrenó apenas meses después de solucionar este problema, por lo que sospecho que Stallone simplemente quiso esquivar cualquier posible mala prensa que esto habría dado al regreso a la gran pantalla del personaje 16 años después del lanzamiento de 'Rocky V'.
'Shakespeare enamorado' por partida doble
Don Miller y Peter Hassinger son los autores de 'The Dark Lady', un guion sobre William Shakespeare escribiendo una nueva obra de teatro y enamorándose que intentaron vender a multitud de productoras. Una de ellas fue Miramax, por lo que no dudaron en pedir una compensación tras ver 'Shakespeare enamorado', algo lógico si tenemos en cuenta que ambas usaban el bloqueo del escritor, que éste quemase su manuscrito por pura frustración, su posterior encuentro con una mujer noble e ilustrada que conoce sus trabajos de memoria con la que inicia un romance y que dicha relación le inspira para escribir una nueva obra. Eso sí, se llegó a un acuerdo aún desconocido a día de hoy antes de ir a juicio.
'Terminator' y la importancia de pedir permiso
¿Os acordáis de Harlan Ellison, el escritor que presentó una demanda por plagio contra 'In Time' y que decidió retirarla tras ver la película? Pues ya en los años 80 llevó a juicio a los productores de 'Terminator'. ¿El motivo? Ya antes de que se estrenara la película había recibido el aviso de que se iba a rodar una película con un guion que parecía haberse inspirado más de la cuenta en un episodio que había escrito años atrás para la serie 'Más allá del límite'. Eso sí, lo que terminó de ponerle a la defensiva fue que se olvidasen de invitarlo al estreno cuando por aquel entonces le invitaban a todo.
Finalmente se llevó a un acuerdo extrajudicial que obligó a incluir en todas las copias de la película un reconocimiento para Harlan Ellison y además tuvieron que pagarle una compensación que oscila entre los 65.000 y los 400.000 dólares según la fuente consultada. Lo mejor de todo es que el propio Ellison ha comentado en alguna ocasión que él se habría conformado con una mera mención entre los agradecimientos durante la avalancha de nombres de los títulos de crédito finales si le hubieran pedido permiso antes de hacerla.
Por su parte, James Cameron sólo se pronunció una vez al respecto, aclarando que él no había tenido nada que ver con el acuerdo alcanzado y que estaba totalmente en contra del mismo.