En 2019 ya vimos que la Vía Láctea no era plana ni mucho menos, sino toda una contorsionista. En su estudio hemos ido describiendo su forma, incluso como "una hamburguesa con demasiada lechuga", y en el mapa más reciente de la Vía Láctea se ha confirmado la existencia de la Gran Nube de Magallanes y de su periplo por nuestro vecindario.
La Gran Nube de Magallanes (y la Pequeña) lleva mareando a los científicos durante años, considerando su patrón de movimiento uno de los grandes misterios cósmicos que nos rodean. Una de las hipótesis es que estarían despareciendo y este nuevo mapa también habla de la desaparición, pero en cuanto a que colisionaría con la Vía Láctea en 2.000 millones de años.
Te hemos pillado, Gran Nube, y cada vez estás más cerca
Aunque las misiones más recientes han permitido que conozcamos la Vía Láctea con un detalle impresionante, aún queda mucho por conocer, sobre todo de lo que no se ve. Nos referimos a la materia oscura, otro de los grandes misterios cuya resolución entraña gran dificultad por lo difícil que es incluso inferirla.
De ahí que este mapa, resultado de un trabajo publicado en Nature, haya resultado tan interesante, dado que más allá de darnos más datos de la forma de nuestra galaxia lo que ha logrado es demostrar la presencia, forma, tamaño y ubicación de la Gran Nube de Magallanes, además de dar más información de su extraño desplazamiento. Y tiene relación con la presencia de materia oscura en la Vía Láctea.
El estudio se realizó empleando la información de Gaia (ESA) una vez más, además de la del telescopio Neowise (NASA), concretamente los datos recogidos entre 2009 y 2018. Los investigadores se centraron en la región más externa de la Vía Láctea, conocida como halo galáctico, con una baja densidad de estrellas.
Es en esa región donde ubican una gran cantidad de materia oscura, la cual como recordamos al "ver" su posible aspecto (si pudiéramos verla) se considera que supone el 23% de toda la materia del universo. No podemos verla porque no interactúa con la luz, de hecho sabemos que existe por detectar su influencia gravitacional, y en este mapa lo que han visto es el camino que habría dibujado a la Gran Nube.
Según describen los astrónomos del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, autores del trabajo, la Gran Nube de Magallanes "ha navegado a través del halo galáctico de la Vía Láctea como un barco a través del agua, creando una estela de estrellas detrás de ella". Además de eso, en su periplo espacial la Nube habría dejado una estela de materia oscura a su paso.
La representación de todo esto la vemos en esta animación, viendo el espacio que ocuparía la materia oscura en el halo y el recorrido que aparentemente está haciendo la Gran Nube (LMC por Large Magellanic Cloud). Y otro aspecto curioso es que por fin se determina en la medida de lo posible el desplazamiento de la Nube, que como ya se había anticipado se nos acerca pero no solo de paso, sino para colisionar con la Vía Láctea en 2.000 millones de años a medida que se va reduciendo su órbita por la interacción con la materia oscura.
De hecho, este mapa resulta interesante porque permite ampliar el estudio de la materia oscura, considerada el esqueleto o andamiaje del universo. Los investigadores consideran que puede componer unos nuevos cimientos (junto con estudios adicionales y más datos) de diferentes teorías sobre la naturaleza de la materia oscura. Entre ellas está el que pueda estar formada por partículas, lo cual encaja en diversas simulaciones como la que mencionábamos al hablar de "verla".
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