Jesús Calleja lleva toda una vida espectacularizando la aventura en TV: terminar en el espacio era su conclusión natural

El aventurero más famoso de la televisión ha batido records de escalada e inmersión, pero esto es un paso más allá

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Jesús Calleja es, con toda seguridad, uno de los aventureros más famosos de España. O por lo menos, uno de los más mediáticos. Ahora se enfrenta al que es, posiblemente, el mayor desafío de su vida: salir al espacio exterior, un viaje que realiza con la compañía Blue Origin, a bordo de la nave espacial New Shepard. Como se ha repetido en innumerables ocasiones, se convierte así en el tercer español de la historia en viajar al espacio tras Miguel López-Alegría y Pedro Duque, con lo que puede sumar un hito más a su larga ristra de records y metas sobrehumanas.

De pequeño, montañero. La primera vocación de Calleja fue la de montañero, enamorado de las historias que le leía su padre acerca de las expediciones al Everest o la Antártida. Después de curtirse en el Naranjo de Bulnes, visitó con 21 años el Himalaya, donde -como más tarde en los Alpes- llegó a ser guía. Ha llegado a viajar más de 60 veces al Nepal, y todo lo que ganaba como guía lo invertía en otros aspectos de su vida aventurera, como aprender a pilotar avionetas. Con 37 años abandonó su trabajo de peluquero para dedicarse a la montaña.

A escalar. En este periodo, a principios de siglo, escaló su primer pico de ochomil metros (solo hay catorce en el planeta, todas ellas en las cordilleras del Himalaya y del Karakórum), el Cho Oyu. Ya entonces tenía cierto perfil mediático: coronó una montaña virgen de 6000 metros en el Tibet indio, la bautizó 'Madrid por la paz' en homenaje a las víctimas del 11-M y lo retransmitió en tiempo real por su web. En 2005, con el patrocinio de varios organismos oficiales, subió al Everest, convirtiéndose en el primer español en lograrlo por la cara sur.

Más giros mediáticos. Descendiendo del Everest tuvo una idea: encadenando aventuras podría encadenar también patrocinios, y así montó un proyecto en el que escalaría las Siete Cumbres (las más altas de cada continente), coronar algún ocho mil más, ir al Polo Norte y participar en dos rallies: el de los Faraones y el París-Dakar. Todo en dos años y grabándolo con su propia cámara. En 2007 (recordemos, solo dos años después de escalar el Everest y convertirse en una celebridad del mundo de la aventura en España), Cuatro le compró 'Desafío extremo', programa que disfrutaría de siete temporadas, e iniciando una relación entre aventurero y canal que se prolonga hasta hoy.

Muchas más aventuras. El montañismo puro se convirtió simplemente en un ingrediente más de sus muchas expediciones. En 2009 viajó a Islandia para visitar los tres volcanes más activos del lugar (y el Eyjafjallajökull entró en erupción cuando estaban allí), participó finalmente en el Dakar, practicó buceo en profundidad, se sumergió en aguas glaciares en zonas con tiburones (muchas de estas prácticas con la instructora de buceo María March)... Su fama en televisión era cada vez más notable y encadenó 'Desafío en Himalaya', 'Desafío Vertical', 'Desafío Everest, y 'Desafío al abismo', en formato reality y con aventureros anónimos.

El estrellato de la aventura. El vuelco hacia lo que podríamos llamar el mainstream de la aventura se dio en el periodo que empezó en 2014 con 'Planeta Calleja', donde emprende desafíos de aventura acompañado de famosos de todo tipo, como José Mota, Pedro Sánchez, Edurne, Elsa Pataky y Chris Hemsworth y muchos otros, hasta alcanzar las 12 temporadas que llevan actualmente. Junto a este ha rodado el más tranquilo 'Volando voy', donde reivindica espacios rurales de la España vaciada.

Y finalmente, al espacio. Jesús Calleja se convierte en el primer español no astronauta (es decir, un turista espacial) en ir al espacio, en un proyecto que ha incluido una serie documental sobre su preparación (emitida por Prime Video), y en el que se han embarcado Mediaset, Amazon y Zanskar, la propia productora de Calleja. Todo el proceso ha sido sobradamente registrado, pero quizás uno de los aspectos más relevantes de esta nueva aventura, que de momento está saliendo según lo previsto, está en la relevancia mediática que adquiere ahora Calleja.

El astronauta común. La imagen que está proyectando Calleja es exactamente la real: una persona común que, gracias a la turistificación de la carrera espacial, consigue viajar al espacio. Pero más allá de lo que eso significa para el sector aeroespacial, es también la culminación de cierta línea de la carrera de Calleja, que ya desde la retransmisión por internet de su primera aventura estaba espectacularizando el riesgo y, gracias a su personalidad accesible y tremendamente simpática para el espectador televisivo medio, cotidianizando la aventura.

Antes de los influencers, estuvo Calleja. Jesús Calleja empezó tarde su vida como aventurero serio, con nada menos que 37 años. Aún así, su espíritu lo podemos identificar totalmente con el de los actuales influencers de aventura: gente a la que le gusta exponerse a riesgos y desafíos lo más variados posibles para no aburrir a su público, y con proyectos completamente mediatizados por la posibilidad de hacerlos públicos: si no puede filmarlos, no existen. Desde ese punto de vista, el siguiente paso lógico era el de viajar al espacio, pero es una aventura que no podrían afrontar influencers más jóvenes y famosos, así que de momento, la televisión, su impacto masivo y lo profundo de sus bolsillos ganan la batalla.

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