Esta empresa alavesa domina los móviles para mayores, y el apagón 2G la transformó en algo mucho más interesante

SPC, que comenzó vendiendo teléfonos fijos y ahora lidera el mercado de smartphones para la tercera edad, pasó del hardware al servicio apalancada en el apagón 2G

Teresa 2
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El MWC fue una brutal colmena de tecnológicas y telecos de todas partes del mundo… con América y Asia en un lugar destacado, algo que resulta paradójico y esperable a la vez en un evento que se organiza en Barcelona: Error 404, Europe not found.

Pero en uno de los halls sí había presencia europea, porque allí estaba el enorme pabellón español, el de Red.es, y a su vez ahí estaba, en uno de sus cincuenta espacios, SPC (Smart Products Connection), una tecnológica alavesa que ha convertido las necesidades tecnológicas de las personas mayores en su pequeña mina de oro. Y de ello pudimos hablar con su CEO, Teresa Acha-Orbea, una vieja conocida de Xataka: hace una década la entrevistamos en su etapa con Wiko, que era marca de esa misma matriz.

De la liberalización telefónica al liderazgo en un nicho especializado

La historia de SPC comienza con el inicio del proceso de la liberalización de las telecomunicaciones a finales de los ochenta, cuando Telefónica perdió el monopolio de la venta de teléfonos. Fue entonces cuando esta empresa alavesa saltó al mercado para empezar a comercializar teléfonos fijos.

Parece una actividad gris y poco sexy (y lo es), pero fue su germen. Durante años fue su negocio principal (siguen teniendo presencia en él), pero con la lenta agonía del fijo esta pata está más en la consultoría de terminales de conferencia para empresas que en la venta del teléfono en sí.

Img 1422 Pabellón de Red.es en el MWC 2025. En uno de sus cincuenta espacios estaba SPC. Imagen: Xataka.

Un poco después de aquello fue cuando empezó la aventura que les ha llevado hasta aquí. "Hace veinte años empezamos a hacer teléfonos adaptados para ciegos y personas con necesidades especiales", explica Teresa durante nuestra entrevista en el Mobile World Congress 2025. "También teníamos un portfolio de teléfonos para mayores, con teclas grandes, primero fijos y luego móviles".

Lo que comenzó como una línea especializada ha llevado a la empresa a una posición dominante en España: "Nos hemos convertido en la primera marca española de teléfonos para mayores, tenemos el 50% de ese mercado", señala con orgullo la directiva.

La revolución silenciosa: del 2G al 4G

Mientras el mundo tecnológico gira obsesivamente en torno a Lo Último©, SPC ha demostrado capacidad para evolucionar sin perder su esencia. Su catálogo ha ido creciendo con las décadas, pero siempre manteniendo el foco en un tipo de dispositivos accesibles y fáciles de usar.

Ese enfoque también tiene sus propios riesgos tecnológicos. En este caso, cuestión de redes: "Estos dispositivos son 2G, pero hay que ir cambiando al 4G por los apagones que se van a ir haciendo. Todos esos dispositivos dejarán de funcionar, por eso decidimos lanzar el catálogo en 4G”. Lo que era un ahorro de costes porque no tenía sentido apuntar a velocidades ultrarrápidas también encuentra su fecha de caducidad.

Este cambio tecnológico ha supuesto un gran cambio para la empresa: "Pasamos de transmitir voz a transmitir datos. Eso hace que un dispositivo ‘tonto’ tenga cierta inteligencia. Con el 4G vimos que podíamos intercambiar datos, es decir, enviar órdenes”.

Spc Care Polaris

Y ese cambio forzoso de paradigma les llevó a un cambio mucho más profundo: el del hardware por el servicio. Aprovechando el salto al 4G, SPC ha desarrollado una plataforma llamada SPC Care, lanzada a finales del año pasado. "Es una app que se suele descargar un responsable, un hijo", explica la CEO.

"Permite gestionar todo el menú del dispositivo, contactos, volumen, brillo... También tiene funciones para el hijo, como localizar el móvil del padre por GPS o ver sus SMS”. Esto último, apunta, no tanto por invadir su privacidad como para prevenir los fraudes que han encontrado en los SMS un gran aliado.

En el MWC 2025 la empresa presentó nuevas funciones para esta plataforma: “Hemos incorporado acciones nuevas, por ejemplo, un recordatorio de medicación. Tenemos una agenda en la que programar días y horas para que le llegue un mensaje concreto, que podemos redactar, y así le llegará de forma personalizada”.

Lo más interesante es cómo se entrega este recordatorio: "Ese mensaje no le llegará como SMS, porque no los suelen leer, sino como una llamada de voz". Un detalle que demuestra el conocimiento de la empresa sobre las necesidades reales de su público objetivo.

Esta evolución representa un cambio de paradigma para SPC, como reconoce su directiva: "Esto está siendo una pequeña gran revolución para la empresa. Hemos pasado de ser una empresa de hardware muy especializada en el desarrollo de la PCBA con la ingeniería en China, a gestionar aplicaciones y datos".

Entre el diseño y la manufactura

Aunque SPC se presenta como un fabricante español, su modelo productivo refleja la realidad de la industria tecnológica contemporánea: diseño en un país cualquiera, fabricación en China. Nada del otro jueves, nada que no sepamos. Sin embargo, el grado de implicación de la empresa en el desarrollo de sus productos varía bastante según la categoría. No es un blanco o negro.

"Depende de cada categoría, intervenimos más en la conceptualización o menos", explica Acha-Orbea. "El responsable es el que tiene contacto con el fabricante del chipset. El fabricante del chipset vende a unas ingenierías en concreto que son las que desarrollan la PCBA".

En los productos más estratégicos, el nivel de personalización es muy alto: "En las tablets, lo hacemos todo nosotros con la ingeniería en China. Desde hablar con la ingeniería, y decirle que esta es la PCBA, este es el tipo de placa, queremos este tipo de batería aquí, esto aquí, esto aquí…”.

La CEO es clara sobre qué productos cuentan con mayor intervención: “Tablets y smartphones para mayores son moldes propios, son nuestros. Cuando es molde propio, es PCBA propia e ingeniería propia".

soc Catálogo actual de smartphones de SPC. Imagen: SPC.

En el extremo opuesto están los productos más pequeños o genéricos: "Unos auriculares… pues escoges el auricular y dices, bueno, pues yo quiero que me cambies esto, me cambies esta soldadura, me haces esto, me haces esto... y ya está. Son pequeños cambios sobre la base y ya".

Números y expansión

Tras más de 30 años en el mercado, SPC se ha convertido en una empresa con 78 empleados y una sorprendente presencia internacional. "Tenemos sede en Lisboa, porque comercializamos offline en Portugal, Francia y España. Y en Shenzhen", detalla la CEO.

Las ventas de la empresa están lideradas por sus productos estrella: "Top 1: los teléfonos para mayores. Luego tablets, luego teléfonos fijos, luego smartphones, luego wearables… y al final el sonido".

Los números son especialmente llamativos en su categoría estrella, que desgrana con sorprendente claridad: "Vendemos unos 30.000 smartphones para mayores al año, con un precio promedio aproximado de 139 euros. Y teléfonos [no smartphones] para mayores, con precio aproximado de 45 euros, vendemos unas 400.000 unidades".

Son cifras que muchos fabricantes de nicho envidiarían, especialmente en un mercado tan competitivo como el tecnológico.

Lejos de conformarse con su posición actual, SPC tiene planes de expansión. "Tenemos proyectos abiertos. El crecimiento de la parte retail en más países europeos ya está en marcha. Italia y Alemania. Y Reino Unido, donde vamos a ir con Amazon", explica Acha-Orbea.

La empresa también está explorando nuevas vías de negocio institucional: "La parte de instituciones y demás, como los servicios sociales de un municipio, residencias… es algo que estamos viendo, porque ahora tenemos la posibilidad ya que tenemos producto para poder ofrecer”, dice en referencia a esa combinación de hardware y servicio.

Otro vector de crecimiento se encuentra en el segmento empresarial: "Queremos entrar en el segmento educativo con pantallas interactivas para un colegio o una oficina, que ese tipo de pantallas igual cuestan más de 1.000 euros".

Y mirando hacia el futuro más lejano, SPC ya trabaja en un proyecto de eficiencia energética para hogares: "Tenemos un proyecto en el que vamos a utilizar la IA para controlar los hogares. Le dices qué temperaturas quieres tener en cada parte del día, y lo que pagas por la luz. Y en base a eso y cómo vea que se calienta o no la casa en función de hora, orientación, penetración solar, etc, que te dé recomendaciones. Queremos algo inteligente, no simplemente remoto".

Obsolescencia y lecciones aprendidas

La trayectoria de SPC no ha estado exenta de dificultades. Un ejemplo importante fue la desaparición del sistema operativo KaiOS, que afectó a sus dispositivos para mayores y a la aplicación canon en España: WhatsApp.

"Con la desaparición de KaiOS tuvimos un problema. A los usuarios, con una actualización, les dejó de funcionar WhatsApp. Y nosotros no podíamos hacer nada. Era el sistema operativo, es como si Google decía que dejaba de funcionar Android", recuerda Acha-Orbea.

La situación provocó un problema comercial: "Los clientes decían que tú en la caja ponías que tenía WhatsApp, así que ya no lo podías vender”. Malestar y malos rollos.

SPC logró darle la vuelta a la situación, no sin sacrificios: "Lo que sí que hicimos fue, a través del call center, explicar por qué había ocurrido eso. Y ofrecer un Zeus, que es un smartphone adaptado para mayores, con un buen descuento, para que el cliente estuviera contento".

El éxito de SPC va más allá de lo comercial, en su categoría hay un propósito que combina negocio y función social: reducir la brecha digital para un segmento de población particularmente vulnerable ante los avances tecnológicos.

En un mundo donde los smartphones son cada vez más complejos y caros, SPC mantiene dispositivos asequibles y fáciles de usar, lejos del carril que domina el combo de marcas chinas y Samsung. Sus teléfonos para mayores permiten que personas con recursos económicos limitados o habilidades digitales muy básicas también puedan disfrutar de la conectividad moderna.

Esta visión social, combinada con el conocimiento del mercado local y una estrategia de crecimiento prudente, ha permitido a SPC no solo sobrevivir, sino prosperar en un sector dominado por gigantes multinacionales.

El futuro: entre el hardware y los servicios

La evolución de SPC refleja las transformaciones del sector tecnológico. Si en sus inicios la empresa se centraba exclusivamente en el hardware, hoy su estrategia pivota hacia los servicios y las soluciones integrales.

La plataforma SPC Care representa esta nueva dirección, combinando dispositivos físicos con aplicaciones y servicios en la nube. "Hemos pasado de desarrollar hardware a gestionar aplicaciones, datos", señala Acha-Orbea.

Este cambio de enfoque está reconfigurando toda la estructura de la empresa, que ya ha incorporado desarrolladores de software y planea montar una ingeniería en China específicamente para este propósito: "Vamos a montar una ingeniería en China, porque para hablar con los fabricantes de chips hay que hablar chino", explica pragmáticamente la CEO.

En un paisaje tecnológico donde la obsolescencia es la norma y las empresas aparecen y desaparecen a ritmo vertiginoso, SPC ha demostrado capacidad de adaptación, quizás la que otros actores con mayor nombre no tuvieron.

Su historia es también un recordatorio de que incluso en los sectores más competitivos y globalizados todavía hay espacio para empresas con raíces locales. Sobre todo si saben identificar necesidades específicas y responder a ellas con productos accesibles y funcionales.

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