La respuesta de Francia a los tambores de guerra se llama ASN4G: un misil nuclear y un manual de supervivencia para la nación

En un escenario donde la seguridad europea es cada vez más incierta, Francia apuesta por consolidar su papel como pilar de la disuasión nuclear occidental

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Alemania fue la primera nación de Europa que parecía haberse puesto manos a la obra con el “rearme”. Que varias fábricas de coches, durante décadas el motor de su economía, se estuvieran convirtiendo en fábricas de armamento militar, dejaba pocas dudas al respecto. De hecho, el presupuesto que han anunciado destinar en Defensa es histórico. Ahora le ha tocado el turno a Francia, quien no parece que se vaya a andar con medianías.

Multiplicar la disuasión nuclear. París ha anunciado la creación de una cuarta base aérea nuclear en Luxeuil, al este del país, como parte de un ambicioso plan para fortalecer su capacidad de disuasión independiente de Estados Unidos en el marco de la OTAN. Esta base, que en su momento estuvo en riesgo de cierre, albergará dos escuadrones de cazas Rafale F5 equipados con misiles hipersónicos ASN4G, una inversión de 1.500 millones de euros que marca una expansión significativa de su arsenal nuclear.

La decisión responde a un contexto geopolítico tenso, en el que la guerra en Ucrania y la incertidumbre sobre el compromiso estadounidense con la defensa europea han llevado a París a asumir un papel más protagónico en la seguridad del continente.

Una estrategia autónoma dentro de la OTAN. Actualmente, la Fuerza Aérea y Espacial Francesa opera tres bases nucleares en Saint-Dizier, Istres y Avord, que albergan aproximadamente 50 cazas Rafale B armados con misiles nucleares ASMP-A y apoyados por Airbus A330 MRTT Phénix. La incorporación de 40 Rafale F5 adicionales en Luxeuil implica un aumento sustancial en la capacidad nuclear de Francia, lo que podría traducirse en un incremento del número total de ojivas operativas.

Además de ser compatibles con los nuevos misiles ASN4G, los Rafale F5 estarán equipados para operar en conjunto con drones de combate, una innovación que refuerza la estrategia francesa de combate colaborativo y mayor sigilo. Estos cazas, diseñados para permanecer en servicio hasta 2060, consolidarán la capacidad nuclear aérea francesa, manteniéndola a la vanguardia tecnológica frente a las amenazas emergentes.

Presión sobre Alemania. El anuncio de la expansión nuclear coincidió con la visita de Macron a Alemania, donde se reunió con líderes europeos, mientras que en paralelo Trump y Putin mantenían conversaciones bilaterales. Un contexto que sugiere que Francia busca, no solo fortalecer su propia disuasión nuclear, sino también presionar a Alemania y otros miembros de la OTAN para incrementar su inversión en defensa.

Berlín, como decíamos al inicio, se encuentra en proceso de eliminar restricciones constitucionales al gasto militar, lo que abre la puerta a esa cooperación más estrecha en materia de disuasión nuclear. En este sentido, Francia ha estado explorando la posibilidad de desplegar armas nucleares en Alemania, una medida que podría materializarse si Estados Unidos reduce su compromiso con la seguridad europea. Por supuesto, establecer una base nuclear en territorio alemán plantearía desafíos políticos y estratégicos, haciendo que la expansión dentro de Francia sea una alternativa más viable por el momento.

Los misiles ASN4G. Uno de los elementos clave, si no el que más, de esta expansión es el desarrollo del misil hipersónico ASN4G (Air-Sol Nucléaire de 4e Génération), que superará Mach 5 y tendrá un alcance de más de 1.000 kilómetros, el doble del alcance del actual ASMP-A. En comparación, el ASMP-A alcanza Mach 3 con un rango máximo de 500 kilómetros y está equipado con una carga termonuclear de 300 kilotones.

Otra vez, este avance tecnológico posiciona a Francia a la vanguardia de la disuasión nuclear aérea en Europa, dotándola de una capacidad de ataque más rápida, de mayor alcance y difícil de interceptar. Además, la incorporación de tanques de combustible conformados y sistemas de reducción de señales de radar en el Rafale F5 aumentará su sigilo y capacidad de penetración en entornos hostiles.

Y un manual de supervivencia. En paralelo a este "aumento" en la disuasión nuclear, el gobierno francés está preparando el envío de un “manual de supervivencia” a todos los hogares del país con instrucciones sobre cómo actuar ante amenazas inminentes, tales como conflictos armados, pero también para crisis sanitarias o desastres naturales.

Esta iniciativa, aún pendiente de aprobación por el primer ministro François Bayrou, busca fortalecer la resiliencia de la población y garantizar que los ciudadanos sepan cómo reaccionar en caso de emergencia. Se espera que el documento, de 20 páginas, sea distribuido antes del verano y sirva como una guía de preparación ante escenarios de crisis cada vez más plausibles en el contexto actual.

Contenido del manual. Lo habíamos visto antes en naciones como Alemania. En este caso, el manual estará dividido en tres secciones clave, proporcionando a los ciudadanos información detallada sobre medidas de autoprotección y protección comunitaria, incluyendo la importancia de contar con un plan de emergencia familiar. También sobre acciones a tomar ante una amenaza inminente, como mantener puertas y ventanas cerradas en caso de ataque nuclear, así como una lista de números de emergencia y frecuencias de radio esenciales.

Por último, el contenido añade opciones para contribuir a la defensa civil, alentando la inscripción en unidades de reserva, brigadas de bomberos voluntarios y otros grupos de respuesta ante crisis. Plus: el documento recomendará a los ciudadanos preparar un “kit de supervivencia”, que deberá incluir seis litros de agua, al menos una docena de latas de comida, baterías, linterna y suministros médicos básicos (como paracetamol, gasas y solución salina).

Un futuro incierto. Tanto el manual como el rearme no dejan de ser un símbolo de la nueva postura de Francia ante los desafíos globales. Con una Europa cada vez más vulnerable a conflictos, crisis energéticas y desastres naturales, Macron parece apostar por una sociedad más preparada y resiliente, al tiempo que refuerza la capacidad militar del país.

Además, con la decisión de reforzar su capacidad nuclear mediante la base de Luxeuil, la nación envía un mensaje claro: está dispuesta a asumir un liderazgo estratégico en la defensa europea, adaptándose a un entorno global cada vez más inestable. Aquel plan lejano que en 1959 ideó Charles de Gaulle en plena Guerra Fría vuelve a sonar con fuerza.

Imagen | Aleem Yousaf

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