El mundo tecnológico lo dominan gigantes que nacieron para conquistar mercados concretos. Canva rompe esa –y muchas otras– normas. Lo que empezó siendo una herramienta sencilla para que cualquiera pudiera diseñar aunque no tuviera el conocimiento técnico se ha transformado en una plataforma descomunal que ha mordido una parte del dominio histórico de Adobe en el sector creativo.
Pero según Duncan Clark, su Head of Europe y a quien pudimos entrevistar durante el MWC 2025, esta evolución no responde a una ambición competitiva, sino a un compromiso con su comunidad de usuarios.
"Canva nació hace unos diez años con una misión muy clara: empoderar al mundo para diseñar. Y cuando decimos 'el mundo', realmente nos referimos a todos", explica el directivo durante nuestra conversación en el 4YFN, el evento para startups parte del MWC. "La creencia fundamental de Canva es que cualquiera puede comunicarse mejor visualmente".
Este planteamiento, simple en apariencia, destila la ambición que ha llevado a la empresa australiana a convertirse en una de las startups más valiosas del mundo. Con 220 millones de usuarios mensuales en casi todos los países del mundo, Canva ha conseguido establecerse como una plataforma imprescindible no solo para amateurs, sino también para empresas de todos los tamaños.
La transición hacia el entorno empresarial
Aunque la empresa siempre ha tenido presencia en el entorno corporativo —"Canva es utilizada por el 95% de las empresas del Fortune 500", subraya Clark—, el verdadero punto de inflexión en su evolución hacia las necesidades empresariales llegó en 2024 con el lanzamiento de Canva Create.
"El momento más importante en esa transición fue Canva Create el año pasado, donde presentamos una suite completa de productos diseñados específicamente para empresas", señala.
Imagen: Canva.
"Lo interesante del crecimiento de Canva hacia el entorno empresarial es que siempre hemos sido utilizados por miles de personas en todo tipo de negocios, pero lo que no habíamos hecho hasta el año pasado era proporcionar las herramientas que los administradores necesitan para organizar el uso de Canva en una empresa global".
Este movimiento estratégico no fue crecimiento orgánico, sino un reposicionamiento deliberado que pone a Canva en competencia directa con los sospechosos habituales del diseño empresarial.
Y pone como ejemplo a una vieja conocida de España: Tecnocasa, una inmobiliaria que utiliza Canva para simplificar operaciones. Es un ejemplo del tipo de implementación que Canva facilita.
El desafío del equilibrio: simplicidad y potencia
No es fácil crecer aupado por usuarios sin experiencia y tener que empezar a ofrecer funciones avanzadas para profesionales. Si no se hace mediante un delicado equilibrio puede ser cuestión de tiempo acabar defraudando a uno de los dos grupos. Sobre este planteamiento, Duncan explica que lo resolvieron basándose en tres pilares fundamentales:
"Pensamos mucho en la 'revelación progresiva', donde haces extremadamente fácil y visible lo que el 90% de los usuarios quieren hacer, y da igual si escondes un poco lo que los usuarios más avanzados están dispuestos a buscar", explica. Esta filosofía de diseño de producto permite mantener la simplicidad que caracteriza a Canva sin renunciar a la profundidad funcional.
Imagen: Canva.
El segundo pilar es la integración. A diferencia de otras plataformas que separan por completo sus herramientas en función del tipo de contenido, Canva apuesta por un sistema unificado: "En Canva hay una gran superposición entre lo que se necesita para hacer un vídeo y lo que se necesita para hacer una presentación, porque todo es contenido visual. Es solo cuestión de si está en la dimensión temporal".
El tercer elemento, quizás el más rompedor, es la IA. "Canva fue muy temprana en la adopción de IA. Compramos Kaleido, la empresa de IA visual en Viena, en 2021, antes de que los LLMs fueran cool, y hemos tenido miles de millones de usos de nuestras funciones de IA en nuestra comunidad global", destaca.
Su propuesta completamente materializada llegó a finales de 2023.
AI como evolución, no como revolución
Las capacidades de IA de Canva no suponen una ruptura con su filosofía inicial, sino una extensión lógica de su propuesta de valor. O en eso insiste Duncan: "La forma en que vemos la IA es como una extensión natural de lo que siempre hemos hecho. Siempre hemos sido una herramienta que usa la tecnología para hacer que las personas logren más, más rápido y más fácilmente, y con mejor calidad", explica el portavoz.
Con herramientas como DALL-E, Midjourney o Grok al alcance de cualquiera, Canva mantiene su relevancia gracias a dos factores diferenciales: la facilidad de uso y la integración en un ecosistema completo.
"Los valores fundamentales del producto de Canva se reducen a dos cosas: facilidad de uso y tener todo integrado en una sola herramienta", explica. "Cuando haces estas dos cosas, creas una enorme cantidad de valor que es bastante diferente de cualquier otra herramienta, ya sea de IA o de software convencional".
Esta visión pragmática de la tecnología se refleja también en su estrategia de desarrollo: "Usamos una combinación de modelos estándar de la industria, de terceros, pero también hacemos mucha I+D propia. Tenemos nuestros propios equipos de IA trabajando en ello. Más recientemente compramos Leonardo, la empresa de IA generativa con sede en Australia, y desde entonces tenemos, efectivamente, uno de los modelos líderes mundiales para generar imágenes".
Europa: el reto de la fragmentación
El mercado europeo, con su diversidad lingüística y cultural, ha requerido adaptaciones específicas por parte de Canva. "Una diferencia importante entre Europa y América es simplemente la diversidad de idiomas en el continente", señala.
"Canva, desde muy temprano, se propuso ser un producto genuinamente multilingüe. Fue una de las primeras herramientas online de uso masivo en hacer su editor disponible en 50 o más idiomas".
Sin embargo, la localización va más allá de la simple traducción: "Lo que se vuelve importante es pensar no solo en traducir el editor, sino también en el contenido local, las imágenes en la biblioteca, los términos de búsqueda relevantes, todas las cosas diferentes que influyen en cómo alguien se acerca a un producto y luego lo que esperan obtener".
La potencia sin control no sirve de nada y la traducción sin localización tampoco.
Competencia y modelo de negocio
Frente a la respuesta de Adobe con herramientas como Firefly y Express, Canva mantiene una postura despreocupada. "Pensamos mucho menos en los competidores que en nuestra comunidad. Escuchamos atentamente y oímos lo que la comunidad necesita y quiere, y lo convertimos en herramientas que utilizan", afirma con contundencia.
"Nos vemos a nosotros mismos no como particularmente reactivos al panorama competitivo, sino como definiendo el panorama competitivo".
Esta confianza se refleja también en su modelo de negocio freemium, que ha permanecido consistente a lo largo de los años: "Filosóficamente, siempre hemos creído que es realmente importante dar un buen producto gratuito a los usuarios, no solo una prueba o algo para evaluación, sino algo genuinamente útil".
Esta generosidad va más allá del marketing: "Además del plan gratuito, también damos Canva gratis a al sector educativo de todo el mundo. Tenemos más de 70 millones de profesores y estudiantes usando Canva gratuitamente, y también tenemos más de 700.000 organizaciones sin ánimo de lucro. Damos hasta 50 plazas a organizaciones benéficas registradas y entidades sin ánimo de lucro".
Este compromiso con el impacto social positivo, del que Canva hace gala desde sus inicios, no es una estrategia de marketing, sino parte del ADN de la compañía. O eso aseguran: "El valor social es una parte absolutamente clave de la cultura de Canva", enfatiza.
"Algunos hablan mucho sobre el valor social pero no hacen demasiado. Una de las cosas que realmente diferencia a Canva es que hubo un compromiso muy grande por parte de nuestros fundadores de hacer que su capital apoye directamente la resolución de los problemas del mundo".
Este compromiso se materializa en un enfoque de doble paso: "Ser una fuerza positiva en el mundo siempre ha sido una parte clave de lo que impulsa a Canva. Tenemos un concepto de paso 1 (convertirnos en una de las empresas más valiosas del mundo) y paso 2 (hacer el mayor bien que podamos). Ese segundo paso ayuda a dar forma a gran parte de lo que hacemos en Canva”. Menciona también el compromiso de los fundadores de destinar aproximadamente el 30% del capital de Canva para “apoyar buenas causas”.
La rentabilidad como valor
En un ecosistema de startups donde quemar capital para crecer es la norma, Canva va a contracorriente por su rentabilidad desde sus inicios. Desde muy temprano alcanzó los números negros y ahí sigue. No es tan habitual en su entorno.
"Canva siempre ha sentido que es más sostenible y más real dirigir un negocio rentable que estar en la cinta de correr de los inversores, quemando cada vez más dinero para demostrar cada vez más crecimiento", explica.
Como Canva no cotiza en bolsa, su información financiera no es público. Ahora bien, según las inversiones recibidas y el análisis de algunas consultoras de mercado, está valorada en 49.000 millones de dólares, genera más de 2.000 millones al año y cuenta con casi 5.000 empleados.
"Se remite a la idea de que, para Canva, lo que estamos tratando de hacer es crear valor real en el mundo, y queremos hacerlo de manera sostenible, y tener un negocio rentable significa que podemos hacerlo sin poner en peligro el futuro de la empresa, pero también cuidando realmente a nuestro personal".
Ecosistema cerrado vs plataforma abierta
A pesar de las críticas que equiparan su estrategia con el "jardín amurallado" de Adobe (solo que trasladado a otro tipo de entorno y enfoque), Canva asegura apostar por la interoperabilidad.
"Siempre nos hemos propuesto hacer de Canva la plataforma más conectabable e interoperable que existe", afirma Duncan. "Hemos hecho muchísimo con nuestro equipo de ecosistema en los últimos dos años para añadir más y más aplicaciones, más formas de usar Canva programáticamente. Tenemos una nueva API Connect y tenemos un SDK para desarrolladores de aplicaciones".
Imagen: Canva.
Esta visión de Canva como un epicentro que se conecta con otras herramientas habla de su voluntad de no permanecer aislados ni encerrar al usuario, si bien inevitablemente sigue siendo un entorno controlado.
Más allá de la "trivialización" del diseño
Cuando preguntamos a Clark sobre las críticas de algunos diseñadores profesionales que acusan a Canva de "trivializar" el diseño, la respuesta es una reflexión: "Creo que en cualquier espacio tecnológico, hay algunas personas que están nerviosas por la nueva tecnología, pero encontramos que la gran mayoría de los diseñadores entienden el valor que Canva aporta, no solo haciendo que el diseño esté disponible para más personas, sino también ayudando a los diseñadores profesionales a escalar su trabajo entre sus clientes".
Esta perspectiva muestra una visión algo más matizada del papel de Canva en el ecosistema creativo: no tanto como un reemplazo para el diseño profesional, sino como una suerte de habilitador que expande el mercado y crea nuevas oportunidades. Un punto de vista similar al de una parte de la industria tecnológica respecto a la IA.
La travesía de Canva desde sus orígenes como una simple herramienta de diseño hasta convertirse en una plataforma empresarial global es una historia sobre una forma alternativa de construir tecnología: centrada en la comunidad, impulsada por valores y comprometida con la sostenibilidad.
Lo que comenzó como una misión aparentemente idealista —democratizar el diseño para todos— ha acabado transformado en una potente herramienta que ha cambiado muchos de los paradigmas que creíamos inamovibles.
Y todo ello construyendo un negocio rentable que busca vivir de sus clientes, no del permanente capital riesgo.
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