Está siendo una generación bastante... peculiar para Microsoft. Las expectativas con esta nueva generación estaban realmente altas y no era para menos. Al fin y al cabo, la matriz de Xbox no ha dudado en sacar a pasear el talonario para comprar Zenimax (es decir, Bethesda) y Activision Blizzard King en la que ha sido una de las mayores transacciones de la historia de los videojuegos. La cosa es que los resultados no parecen estar llegando y los que sí han llegado no han sido buenos.
Ahora la pelota está en el tejado de 'Call of Duty: Black Ops 6', título que tiene sobre sus hombros la ardua tarea de, en pocas palabras, hacer que la compra de Activision Blizzard haya valido la pena.
Objetivo: Game Pass. No es ningún secreto que Game Pass es la niña bonita de Xbox y que lo importante es mimar ese servicio. Servicio que, por cierto, acumula 34 millones de usuarios (cifras de febrero de 2024). Todo lo que ha hecho Microsoft, absolutamente todo, ha ido dirigido a alimentar este servicio que tantas alegrías nos da a los jugadores. Para hacernos una idea de la importancia de Game Pass, un dato: la Xbox Series X de color blanco (no la S, la X) no tiene lector de discos porque Microsoft sabe que Xbox = Game Pass. Punto.
Da la impresión de que a Xbox no le importa el hardware y tiene sentido, porque la realidad es que la venta de consolas la lidera Sony y con una ventaja superlativa. Los últimos datos hablan de 61,7 millones de PlayStation 5 y 28,3 millones de unidades de Xbox Series X|S. Así pues, la estrategia parece clara: software, software y software. Y ahí hay mucha tela que cortar.
Bala 1: Zenimax. A finales de 2020 Microsoft compró Zenimax Media y con ella Bethesda Softworks, que venía de lanzar el fantástico 'DOOM Eternal' y a la que se le encargó el desarrollo de una nueva IP. Esa IP era 'Starfield', título altamente anticipado que aspiraba a ser la punta de lanza de Xbox y que, lamentablemente, no salió del todo bien. No es mal juego, pero no era lo que se esperaba. Su DLC, 'Shattered Space', tampoco ha sido recibido con notas altas. La compañía no ha explotado otras franquicias de Zenimax como 'Dishonored', 'Prey' o 'Quake'.
Por otro lado, Arkane Austins tuvo en sus manos 'Redfall', otro exclusivo de Microsoft que no salió demasiado bien. Tanto, que fue cerrado el pasado mes de mayo. Tango Gameworks, por su parte, lanzó el siempre excelente 'HiFi Rush', que no era exclusivo de Microsoft, pero fue recibido con muchísima alegría por la crítica. Eso no evitó que Microsoft acabase cerrando Arkane, Tango Gameworks y Alpha Dog Studios hace apenas unos meses.
Afortunadamente, Tango Gameworks fue comprada por Krafton, la empresa detrás de 'PUBG', por lo que hay esperanzas para 'HiFi Rush'.
Bala 2: Activision Blizzard. No habían pasado ni siquiera dos años desde la compra de Zenimax cuando Microsoft anunció, en un movimiento sin precedentes, que compraba Activision Blizzard King por 60.000 millones de dólares. 21 meses tardó la empresa en cerrar la transacción, y no fue para menos.
Microsoft compró una Activision que iba a lanzar 'Overwatch 2', que tenía en el horno 'Diablo IV', que estaba trabajando en 'Call of Duty: Modern Warfare 3' y que iba a lanzar la expansión 'The War Within' de 'World of Warcraft'. Salvando a 'Diablo IV', que aunque empezó regular ha terminado convirtiéndose en un juegazo y más con su nueva expansión, todos los demás lanzamientos han sido tibios o con una recepción agridulce.
Más allá de eso, ¿en qué se han traducido los 60.000 millones de dólares invertidos en la compra de Activision Blizzard? Sí, probablemente la división móvil con 'Candy Crush' a la cabeza esté yendo estupendamente, pero más allá de haber metido los 'Call of Duty' anteriores en Game Pass, y sin cifras oficiales que demuestren el impacto que ha tenido esta decisión en términos de suscriptores, no parece que la inversión esté dando frutos. Recordemos que las primeras noticias de la llegada de 'Call of Duty' a Game Pass son de mayo y las últimas cifras de suscriptores de febrero.
Bala 3: exclusivos pero no mucho. Cabría esperar que con estas empresas en su haber Microsoft hubiese montado un catálogo de exclusivos que invitase a comprar una Xbox o, en su defecto, a apostar por Game Pass en PC. Pero no. Los exclusivos lanzados hasta la fecha, a saber 'Starfield' y 'Redfall', no han sido los vendeconsolas buscados. 'Pentiment', 'Scorn' y 'Grounded' han salido en PS5, como también lo hizo 'Palworld' (que se lanzó primero en Xbox) y lo hará 'Indiana Jones y el Gran Círculo'. Los 'Call of Duty' salen en PlayStation (y en la generación anterior, por algún motivo) y el próximo 'DOOM: The Dark Ages' se lanzará el año que viene en Xbox, PC y PlayStation.
¿Qué le queda a Microsoft? Que estén anunciados y relativamente próximos, 'Avowed' y 'Fable'. También hay un nuevo 'Gears' en camino y un nuevo 'Elder Scrolls VI' que no sabemos si llegará antes o después que el MMO de Riot Games (es decir, que todavía nos queda para verlo).
La última bala: 'Black Ops 6'. Llegados a este punto, la conclusión que podemos extraer es que Microsoft todavía tiene pendiente dar un puñetazo sobre la mesa, demostrar que la compra de ABK ha merecido la pena. El juego que tiene esa labor sobre sus hombros es 'Call of Duty: Black Ops 6', un juego que, además, evidencia más que todos los juegos anteriores lo poco que a Microsoft le importa el hardware. No es que no le importe, es que no parece ser una prioridad.
Este el primer 'Call of Duty' que Activision desarrolla bajo el paraguas de Xbox. 'Modern Warfare III' estuvo en desarrollo durante el proceso de compra, pero 'Black Ops 6' saldrá como un juego cocinado directamente en los hornos de Microsoft. Saldrá en PlayStation 4 y 5, por supuesto, es un parque de consolas demasiado grande para dejarlo pasar en un título con tanto peso, pero la clave no es esa.
La clave está en que 'Call of Duty: Black Ops 6' saldrá en Game Pass de lanzamiento. Esa sí es una ventaja competitiva importante. Hay jugadores que compran una consola para jugar a los juegos de siempre: el 'FIFA' de turno (ahora 'EA Sports FC'), 'Fortnite', 'Call of Duty' y dos más que le llamen la atención. Si esos juegos (y los futuros) los puede tener día uno en su consola pagando una suscripción, lo mismo merece más la pena una Xbox que una PlayStation, donde va a tener que pagar el juego y el online para jugar al multijugador.
No solo eso, sino que si paga Game Pass Ultimate tiene Xbox Cloud Gaming, así que puede echarse unos tiritos desde el móvil o desde la tablet. Y si tiene un ordenador medianamente decente, hasta lo puede aprovechar. ¿Se entiende la idea? 'Call of Duty' tiene el suficiente peso y el suficiente poder de atracción para convencer a los usuarios, para ser el principio de algo más grande. Puede ser el empujón que Xbox necesita.
En unas semanas saldremos de dudas.
Imagen de portada | Call of Duty
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