España tiene un parque móvil de 4.162.850 motocicletas. De ellas, el 22,8% están registradas en Cataluña. En total, hay 947.895 motocicletas que circulan por las calles de la comunidad autónoma, según Instituto de Estadística de Cataluña.
La cifra evidencia el enorme peso que la motocicleta representa en Cataluña. Ningún otro tipo de vehículo es tan popular si se compara con el volumen total de automóviles del país. Mientras que las motocicletas, como decíamos, superan el 20%, Cataluña tiene registrados el 13,8% de los turismos. Los autobuses (14,5%) y las furgonetas y camiones (14,1%) también están muy alejados de la cifra anterior.
Del casi millón de motocicletas que Cataluña tiene registradas, 713.033 de ellas están contabilizadas en la provincia de Barcelona. Cualquiera que pasee por la ciudad puede comprobar que es un hervidero de vehículos a dos ruedas. Según datos del RACC de 2022, en la ciudad se producen cada día unos 450.000 desplazamientos en moto. Y ya en 2019 se alertaba de las dificultades que la ciudad tenía para dar estacionamiento a todos los vehículos de dos ruedas que circulan por sus calles.
Por todo lo anterior cobra especial relevancia el Plan de Impulso al Vehículo Eléctrico 2025-2030 presentado por la propia Generalitat de Catalunya en el que se apunta, directamente, a una reducción de las motocicletas de combustión con medidas que faciliten sus limitaciones. Un plan que se ha vendido como la prohibición de las motocicletas con motores de combustión a partir de 2030 (aunque esto no es cierto) y que ha levantado ampollas en el mundo de la moto quienes se consideran discriminados frente a cualquier otro tipo de vehículo.
¿Qué ha pasado?
Un plan polémico
Presentado por el propio presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, y recogido en la web oficial del organismo, el Plan de Impulso al Vehículo Eléctrico 2025-2030 se ha presentado como las líneas maestras a seguir en los próximos años para transformar el parque móvil catalán y limpiar paulatinamente las emisiones contaminantes del mismo.
En ese plan podemos leer iniciativas como triplicar la penetración de los vehículos eléctricos en Cataluña para situarse en los niveles medios de Europa, doblar el número de cargadores públicos (especialmente los rápidos) y electrificar el 90% d el flota de la Generalitat de Cataluña.
En el programa, que tiene cinco puntos claves de actuación, no se habla en ningún momento de sacar vehículos de la circulación o referencias a las zonas de bajas emisiones de las ciudades catalanas y sus restricciones por etiqueta medioambiental. Turismos, autobuses, camiones o furgonetas se omiten por completo en el mencionado plan.
Sin embargo, sí hay un tipo de vehículo claramente señalado: las motocicletas.
Literalmente, el plan recoge en su segundo punto que se trabajará en lo siguiente:
“Promoción de la limitación paulatina de la motocicleta de combustión. Paralelamente a la implementación de restricciones graduales de circulación de motocicletas de combustión con etiquetas ambientales B y C, se establecerá un programa de transición industrial para promover la producción, distribución y reparación de motocicletas eléctricas
Aunque desde algunos medios de comunicación y en las redes sociales se puede leer que Cataluña prohibirá las motocicletas de combustión a partir de 2030, lo cierto es que esto no es cierto. No hay ninguna fecha establecida en la que se especifique que estos vehículos no podrán circular por las calles.
Sin embargo, el aviso de que se "promocionará la limitación paulatina de la motocicleta de combustión" sí da una idea de que las intenciones de la Generalitat de Cataluña es la de terminar con las motocicletas con etiquetado medioambiental B y C. Eso sí, se especifica que la intención es promover la venta de motocicletas con etiquetado más limpio.
La medida es polémica porque, como señalan desde ANESDOR (Asociación Nacional de Empresas del Sector Dos Ruedas), en el programa no se hace ninguna mención a otro tipo de vehículos como turismos, autobuses, furgonetas o camiones. Eso pese a que las motocicletas no están contempladas en la prohibición de los motores de combustión para vehículos que sigue en marcha (veremos si definitivamente) en la Unión Europea a partir de 2035.
Destacan también que, en estos momentos, el 58,1% de las motocicletas que circulan por España tienen etiquetado medioambiental C. Es otra de las paradojas del etiquetado diseñado por la DGT. Recogen en El Confidencial que los datos medios de emisiones de NOx de una moto Euro 5 (etiqueta C de la DGT) alcanzan los 0,0156 gr/km.
Sin embargo, señalan en el medio digital, el etiquetado medioambiental es polémico. Un coche Euro 6 emite, de media 0,3137 gr/km de NOx. Es decir, cuentan con la misma pegatina pese a llevar contaminar mucho más. Eso si no cuentan con hibridación suave que tiene un impacto mínimo en las cuentas pero que entrega automáticamente la etiqueta ECO de la DGT.
También cuentan con etiqueta ECO vehículos más contaminantes que las motocicletas antes mencionadas como los GNC y GLP (0,0350 gr/km de NOx de media). Sólo los híbridos de gasolina reflejan datos mejores pero la diferencia es mínima (0,0133 gr/km de NOx).
Es decir, nadie ha prohibido que las motocicletas con motores de combustión puedan circular en Cataluña pero la intención de la Generalitat sí es la de promover aquellas actuaciones que limiten sus movimientos y presionen para que los consumidores salten a los vehículos eléctricos.
Foto | Nan Zhou
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