BYD es ya el primer fabricante del mundo de vehículos enchufables. Es decir, nadie vende más coches híbridos enchufables y eléctricos que la marca china, lo que en el país llaman "nueva energía". Si segmentamos por coches eléctricos, el último trimestre de 2023 ya lo ha asentado también como el primer fabricante de vehículos completamente eléctricos, superando a Tesla por primera vez.
La marca china ha irrumpido como uno de los diez mayores productores de vehículos del mundo. BYD tardó trece años en fabricar su primer millón de vehículos. Del quinto al sexto millón apenas ha tardado tres meses, de agosto a noviembre de 2023. Un ritmo de producción altísimo que ha puesto en la calle ya a medio millón de BYD Dolphin y que le obliga a basar su estrategia en una dura ofensiva en Europa.
Como contábamos hace unos días, China necesita tanto a Europa para el coche eléctrico como la segunda necesita a la primera. BYD es el mejor ejemplo de que, con un mercado chino que cada vez empieza a estar más saturado, el país empieza a quedarse pequeño y ahora tendrán que afrontar uno de sus momentos decisivos: hacerse un hueco en Europa.
Para ello, ya han anunciado que contarán con una fábrica en suelo húngaro y se rumorea que apuntan a una segunda planta que podría llegar a España. Pero antes de que estas factorías empiecen a funcionar a pleno rendimiento, BYD necesita inundar el mercado de sus coches eléctricos.
Y ya tiene algo clave: barcos.
Las firmas chinas apuestan por los barcos
China ha encontrado en el coche eléctrico un aliado clave para ser relevantes en un mercado que se les ha resistido hasta ahora y, además, ha ido dando todos los pasos necesarios para que buena parte de sus fabricantes se encuentren en una posición ventajosa a la hora de ofrecer vehículos con un gran atractivo en relación calidad/precio.
Tanto es así que Europa se plantea levantar aranceles o, como ya se ha hecho en Francia, sacar de las ayudas a los vehículos producidos en China, utilizando la huella de carbono como excusa. Ante este nuevo contexto, los fabricantes chinos necesitan coger el mayor impulso posible antes de las posibles medidas que pueda tomar Europa.
De momento, los fabricantes chinos están ofreciendo grandes vehículos si hablamos de relación calidad/precio. Nadie da más ahora mismo que el MG4 Electric por un precio de unos 20.000 euros (con ayudas). El BYD Dolphin puede entrar con fuerza en países como España, donde el coche eléctrico que triunfa, más allá de Tesla, es barato.
Es imprescindible que sus marcas tomen posiciones y se dejen ver en las calles, que fluya el boca-oreja para ir eliminando los prejuicios y gran parte de su éxito pasa por irrumpir con fuerza.
Y en su camino para conseguir su objetivo, los fabricantes chinos han encargado la construcción de barcos. BYD ha recibido el suyo. Se trata del BYD Explorer nº 1, un enorme vehículo con capacidad para trasladas hasta 7.000 automóviles de un solo golpe. Para hacernos una mejor idea, son más automóviles eléctricos de los que se vendieron en España a lo largo de todo el pasado mes de diciembre.
Según ha publicado China International Marine Containers Group Co en Wechat, como recogen en Bloomberg, el barco está gestionado por Zodiac Maritime y está alquilado por BYD. Tampoco es BYD la única marca china que ha optado por esta estrategia, SAIC, grupo dueño de MG y socia de Volkswagen, también ha encargado sus propios buques.
Contar con barcos propios permite a los fabricantes librarse de los posibles vaivenes del mercado, como una rotura en la cadena de suministro que genere una demanda de buques superior a la oferta o un aumento de costes como está sucediendo con los ataques en el Mar Rojo. La escasez de barcos ha provocado que, desde 2020, el coste de trasladar vehículos eléctricos se haya disparado y ya se cifra en 100.000 dólares por día.
Toyota o Hyundai, en su día, también encargaron y ahora cuentan con sus propios buques. El mayor problema es que supone una enorme inversión y se necesitan años de envíos sostenidos para amortizarlos. Algunos analistas de Bloomberg sostienen que los precios en el traslado de vehículos no siempre serán tan altos y que cuando los costes de envío caigan, los barcos serán todavía más caros de amortizar.
De momento, BYD ya tiene a su disposición un barco propio para trasladar 7.000 coches en un solo trayecto. Y ya ha salido de Shenzhen. Es un reflejo de lo fuerte de su apuesta.
Foto | BYD
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