Se le atribuye al filósofo chino Confucio la frase “Elige un trabajo que te guste, y no volverás a trabajar ni un solo día de tu vida”. No obstante, en los últimos años se ha demostrado que a la frase se le podía añadir un final alternativo: “Elige un trabajo que te guste, y no volverás a descansar ni un solo día de tu vida”. Spoiler: ese no es el camino.
A Bill Gates le costó aprender esa lección, pero desde que descubrió los efectos adversos para la salud de no descansar, se ha vuelto un firme defensor.
No lo llames amor, si es adicción. Hay una delgada línea entre un trabajo que te apasiona y la adicción al trabajo. Hay muchos estudios, como este de la Universidad de Brasilia, que vinculan el estrés y la falta de descanso con la pérdida de capacidades cognitivas. Por lo que, convertir el compromiso con tu trabajo o una cultura del esfuerzo mal entendida en jornadas maratonianas es, en realidad, un síntoma de productividad tóxica que no hace sino perjudicar el rendimiento de la persona que lo sufre por culpa del exceso de horas de trabajo.
Estudios de la Universidad de Ariel en Israel confirman que la adicción al trabajo es un problema real lleno de mitos y tabúes que le dan un pátina de heroísmo a trabajar jornadas eternas. De hecho, un estudio de la Universidad ELTE Eötvös Loránd de Budapest, relacionaba este tipo de adicción con personas con rasgos como la perseverancia o el perfeccionismo, que no han sabido establecer los límites adecuados.
Si necesitas tanta dedicación, es que algo falla. Uno de los síntomas más inmediatos de la adicción al trabajo son las jornadas maratonianas, algo que, paradójicamente, los experimentos de la semana laboral de cuatro días ha demostrado que choca frontalmente contra de la productividad.
Si necesitas 12 horas al día para hacer el trabajo que deberías hacer en una jornada de ocho horas, es una señal de que o no estás organizando bien las tareas o no estás calculando correctamente el tiempo que requiere cada tarea. Emplear más horas al día no te hace más apasionado de tu trabajo, sino menos eficiente.
No es solo trabajo, es tu salud. Según un estudio del Hospital Universitario de Clermont-Ferrand (Francia), la adicción al trabajo afecta a la salud a medio y largo plazo, elevando el riesgo de sufrir depresión, ansiedad, trastornos del sueño, estrés y problemas de salud cardíaca. De hecho, los japoneses incluso tienen un nombre para ello: karōshi que, literalmente, significa muerte por exceso de trabajo.
En este sentido, establecer límites claros es esencial para mantener un equilibrio saludable. La desconexión del trabajo permite recuperar energías y mejorar la capacidad de manejar el estrés diario. Es importante aprender a escuchar a tu cuerpo y tomar descansos, en lugar de enmascarar el agotamiento con soluciones temporales como el café. A veces, es más productiva una pausa que intentar seguir a toda costa.
Las vacaciones no son solo un derecho, son una necesidad. El derecho a la desconexión digital y al descanso no es solo para empleados, también es aplicable si eres el jefe. Tampoco lo es el tiempo para dormir, como bien abanderan adalides de la productividad como Jeff Bezos o Bill Gates, que no perdonan un mínimo de siete horas de sueño por sus implicaciones para la salud del cerebro
Las vacaciones y los días de descanso son fundamentales para la recuperación física y mental, así como una oportunidad para analizar qué estás haciendo bien y qué no. José Mendiola y Ana González cuentan en su libro 'El arte de vivir más lento', la importancia de afrontar la productividad desde un “enfoque lento” y de la necesidad de parar y de cómo conseguirlo.
El tiempo personal como tarea. Es muy fácil dejarse llevar por la cultura del ajetreo, como la definió el definió The New York Times, cuando en realidad podemos disfrutar de más tiempo libre que nunca gracias a la tecnología. La búsqueda del balance entre la vida profesional y personal es uno de los grandes retos para evitar el burnout entre los trabajadores.
El tiempo personal es tan importante que incluso sistema de priorización de tareas como la estrategia POSEC contemplan el tiempo de ocio y personal como una tarea más a completar. Por lo que puedes tratar de implementarla a tu jornada utilizando trucos para generar hábitos como el de la regla de las cinco horas que usan Bill Gates o Elon Musk.
Imagen | Pexels (Vitaly Gariev)
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juanjouz
Los vagos son más productivos, se buscan mejor la vida....
Usuario desactivado
Eso pueden ser mil cosas. No creo que nada de lo normal se aplique a Gates, porque Gates es sin dudas un super-dotado — y pedófilo. Conozco personas que son muy inteligentes también, y siempre están haciendo algo...y ese es uno de los motivos: tienen tantas cosas por hacer que no les alcanza el tiempo. No tienen las mismas prioridades que los demás...y sí, son diferentes, como lo es Gates.
Joaquín Vacas Verísimo
Tanto a mi pareja como a mí nos encanta nuestro trabajo.
Somos "bichos raros" supongo. No muy fiesteros, sin quitar que vayamos a algún sitio específico, a restaurantes, cine, etc. Pero somos más parecidos a un gato casero.
El tiempo es corto y cada uno se lo gestiona a su manera; esta es la nuestra.
Nos pasamos la vida invirtiendo nuestro tiempo libre en estudiar, investigar y mejorar en lo posible, por placer, no como un reto.
Desde fuera cuesta de comprender y puede parecer que no descansamos o que estamos un poco tarados (que quizá) pero lo cierto es que tenemos tantísimas cosas que queremos hacer y aprender en la vida que el tiempo se te escurre entre los dedos y no te da para abarcarlo todo.
Y no, no quiere decir que no lo gestionemos bien.
Precisamente no desatendemos ningún aspecto de la vida y ésta de por sí tiene muchos quehaceres que a uno no le permiten vivir haciendo sus hobbies 24/7 (a no ser que tengas criados en casa, vaya).
El tema: mi jornada de 8h la cumplo y a menudo la excedo, pero también porque mi trabajo tiene una parte de formación constante que es vital, no porque no me den esas horas, sino porque quiero aprender todo aquello que aún no sé.
Es como un puzzle para mi cabeza y es satisfactorio, siento que descanso cuando he hecho las cosas que he querido y que me interesan.
No es una adicción, supongo que en otro contexto se podría llamar así.
Tenemos un estilo de vida sano, hacemos muchísimas cosas más que trabajar y holgazaneamos también cuando nos apetece.
No vengo a criticar el artículo ni mucho menos, pero como todo en la vida, para coger con pinzas y no tomárselo al pie de la letra.
cznery
bill gates a lo que tiene adiccion es a vacunar gente, que les pregunten en la india