Las cintas transportadoras han resultado una gran solución para espacios complicados. Un ejemplo claro lo encontramos en la mina Media Luna de México. Allí, una cinta es capaz de transportar 25.000 toneladas por hora. Dicho esto, no existe nada ni meridianamente parecido al proyecto que tiene entre manos Japón. La idea: una cinta transportadora que ocupe la ruta Tokio-Osaka.
500 kilómetros. Esa es exactamente la distancia y la gran diferencia ante cualquier megaestructura que se le pueda parecer. La propuesta parte del Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo de Japón y es la respuesta a la crisis logística que vive el país causado por una grave escasez de conductores de reparto y el aumento de la demanda de carga.
La solución es un proyecto con una red de cintas transportadoras automatizadas de alta tecnología, Autoflow-Road, para transportar mercancías a lo largo de aproximadamente 500 kilómetros entre Tokio y Osaka. Al construir esta monumental red para transportar mercancías, el gobierno espera garantizar un movimiento de carga eficiente y continuo.
Descongestión del tráfico. La loca idea va mucho más allá y se enmarca en la mejora de tres beneficios clave. El primero es aliviar la congestión del tráfico en algunas de las carreteras más transitadas del país. El Ministerio estima que este nuevo sistema de transporte manejará la carga equivalente a 25.000 camiones por día. Esto también reducirá la contaminación. Según el Ministro Tetsuo Siago: “no sólo abordará la crisis logística, sino que también ayudará a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”.
La crisis de mano de obra. Posiblemente, éste sea el aspecto más fundamental del proyecto, solucionar el problema de la falta gente para conducir los camiones. Según las últimas cifras del gobierno, el país perdió 837.000 personas durante el año previo al 1 de octubre de 2023, la mayor caída anual desde que comenzaron los registros en 1950.
De hecho, la voz de alarma la dio hace unos meses el Primer Ministro Fumio Kishida cuando explicó que el país está “al borde de no poder mantener las funciones sociales”. La población en edad de trabajar también se ha ido reduciendo, desde un máximo de 87 millones en 1993 a 75,3 millones en 2018, y se espera que la tendencia continúe. Para 2030, se prevé que la población total disminuya de 126 millones en 2018 a 119 millones, lo que exacerbará la escasez de mano de obra en sectores como la logística.
Mi paquete no llega. Es la tercera “pata” que trata de solucionar el proyecto. El número de entregas de paquetes pequeños se ha duplicado en los últimos 30 años debido al aumento de las compras online. La infraestructura logística actual lucha por hacer frente a la situación y sólo va a empeorar. Según las proyecciones del Ministerio, el 30% de los paquetes enviados en 2030 no se entregarán debido a la escasez de mano de obra provocada por la disminución de la población. La cinta debería solucionarlo.
El proyecto. Según las pistas ofrecidas por el ministerio, estaría terminado para 2034. Hablamos de un sistema que utilizará paletas eléctricas totalmente automatizadas capaces de transportar hasta una tonelada de carga cada una circulando por las rutas. Los palés estarán diseñados para transportar todo tipo de mercancías, desde paquetes de Amazon y productos agrícolas hasta pescado fresco y/o artículos de primera necesidad.
Además, esta red de caminos logísticos automatizados transportaría mercancías utilizando vías aéreas y túneles las 24 horas del día. A nivel del suelo, las vías podrían colocarse en una variedad de lugares, muy probablemente en las medianas y a lo largo de los arcenes. Por tanto, la infraestructura básica ya está establecida y el uso de túneles minimizaría el impacto en la congestión en la superficie.
La pista de las minas. Si nos ceñimos a los materiales y construcción de las vías de carga del proyecto, el Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo de Japón ha contado que están buscando modelarlas sobre el suelo a partir de los sistemas de cintas transportadoras de alta capacidad existentes que se utilizan actualmente en la industria minera, en particular una cinta de 23 km en la prefectura de Kōchi o una de 100 kilómetros en el Sáhara Occidental.
La ruta. Como decíamos, la idea sobre el papel es que sean esos 500 kilómetros que cubrirían Tokio y Osaka. En cuanto a los costes de construcción, se estiman en hasta 26 mil millones de dólares (entre 48 millones y 550 millones de dólares por cada 10 kilómetros de túnel, dependiendo de la ubicación).
El proyecto, en fase de planificación, puede ser la solución al envejecimiento de la población y los problemas derivados que tiene o que se proyectan para los próximos años. Esperemos que no termine como Hyperloop.
Imagen | Thafo WoamHon Lera, Doppelmayr Transport Technology, Pickpik, Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo de Japón
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