Hace poco se desveló que Taiwán había firmado un acuerdo con Estados Unidos para que su ejército permaneciera dos años en la isla entrenando a sus tropas. Días después, se supo que la isla había activado un plan de seguridad inédito para preservar sus cables submarinos. Las maniobras, sin decirlo, tenían un claro destinatario. La respuesta de China fue un simulacro “de guerra”. Ahora Estados Unidos ha elevado la tensión un poco más. Y todo por una simple frase.
Un cambio sutil pero significativo. El Departamento de Estado de Estados Unidos ha eliminado de su sitio web la frase que explícitamente señalaba que Washington "no apoya la independencia de Taiwán". Qué duda cabe, este ajuste en el lenguaje, que mantiene la oposición a cualquier cambio unilateral del statu quo por parte de China o Taiwán, ha sido interpretado en Taipei como una señal de respaldo.
Además, el documento actualizado menciona la cooperación taiwanesa con el Pentágono en tecnología y semiconductores, y reafirma el apoyo de Estados Unidos a la inclusión de Taiwán en organizaciones internacionales "donde sea aplicable". La respuesta de China no se ha hecho esperar.
Qué dice Taiwán. El ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Lin Chia-lung, calificó el cambio como una "muestra de apoyo y una postura positiva" en las relaciones bilaterales. Recordamos que, en 2022, una eliminación similar de la misma frase generó controversia y fue revertida al mes siguiente, reflejando la delicada diplomacia en torno al estatus de la isla.
En la otra acera, China, que considera a Taiwán una parte inalienable de su territorio y su "interés central de intereses", siempre ha reaccionado con hostilidad ante cualquier gesto de apoyo a la isla por parte de Washington. Mientras el gobierno taiwanés insiste en que solo sus ciudadanos pueden decidir su futuro, Beijing ve cualquier movimiento en favor de la soberanía de Taiwán como una provocación.
Movimientos militares y presión regional. Lo hemos ido contando en los últimos meses. El contexto de estas tensiones surge de la creciente presión militar de China sobre la isla. Si irnos muy lejos, hace pocas semanas el Ministerio de Defensa taiwanés reportó que 24 aviones militares chinos realizaron patrullas de combate conjuntas junto con buques de guerra en los alrededores de la isla.
Paralelamente, la marina estadounidense realizó su primer tránsito por el Estrecho de Taiwán desde la toma de posesión del presidente Donald Trump el mes pasado, mientras que un buque de guerra canadiense, el Ottawa, también navegó por la zona, en una muestra de apoyo a la seguridad regional.
El rol de Estados Unidos. Irónicamente, la nación no mantiene relaciones diplomáticas formales con Taiwán, pero es su principal aliado internacional y está legalmente comprometido a proporcionar los medios para su defensa. Aunque la administración de Trump ha generado incertidumbre en Taipei con críticas (y amenazas de aranceles) sobre la industria de semiconductores taiwanesa, sí ha reafirmado su apoyo a la isla en términos de seguridad y estabilidad regional.
Además, la nueva administración de Trump ha generado especial preocupación en Pekín debido a la composición de su equipo de política exterior, en el que destacan figuras conocidas por su postura dura contra China. Entre ellas, el nuevo Secretario de Estado, Marco Rubio, ha sido un firme defensor de Taiwán, promoviendo legislación para fortalecer los lazos entre Washington y Taipei, incluyendo en la ecuación la agilización de ventas de armas a la isla.
La respuesta de China. Y finalmente, llegó la respuesta al movimiento de Washington. China ha emitido hace escasas horas una fuerte condena contra la administración de Donald Trump tras la eliminación de la frase "no apoyamos la independencia de Taiwán" del sitio web del Departamento de Estado de Estados Unidos. No solo eso. Pekín ha calificado la modificación como una "grave regresión" en la postura estadounidense y una señal errónea a los movimientos independentistas taiwaneses.
De hecho, el Ministerio de Relaciones Exteriores chino ha exigido a Washington "corregir inmediatamente su error" para evitar "un daño aún mayor" en las relaciones bilaterales, ya tensionadas por el retorno de esa política que acompaña a Trump marcada por el America First. Guo Jiakun, portavoz del ministerio, acusó a Estados Unidos de utilizar a Taiwán para contener a China y advirtió que este tipo de movimientos deben ser manejados con "extrema precaución".
En definitiva, China ha dejado claro (una vez más) que considera a Taiwán una línea roja infranqueable y que cualquier apoyo de Estados Unidos a la isla será visto como una provocación. Bajo este escenario, la eliminación de la referencia a la no independencia de Taiwán en el sitio web del Departamento de Estado podría ser interpretada como un paso más en la profundización del respaldo estadounidense a Taipei, alimentando, si cabe, un poquito más las tensiones en la región.
Imagen | 總統府
Ver 17 comentarios