Los trabajadores en Japón escasean, y los que hay viven inmersos en un modelo de trabajo que ha acabado conformando un cuello de botella de difícil solución. En un país donde existe una palabra para describir las defunciones por exceso de trabajo o sus trabajadores acuden a agentes para renunciar a los empleos, se están intentando todo tipo de piruetas para darle la vuelta a la situación. La jornada de cuatro días no parece la solución, y en McDonald's han sido más creativos buscando gente: el pelo ya no será un impedimento.
Trabajar en McDonald's con el pelo de color. La noticia puede resultar impactante fuera del país, no tanto dentro. La delegación del gigante de las hamburguesas en Japón ha anunciado que levantará sus restricciones sobre el color del pelo de los empleados. De fondo: la esperanza de mejorar el entorno de trabajo y atraer a más trabajadores en medio de la escasez de mano de obra.
Contexto en clave japonés. Sí, hasta ahora, la unidad japonesa de la cadena de comida rápida exigía que el color del pelo de los empleados pareciera "natural". Aunque chocante, es parte de la cultura nipona en muchos entornos laborales. Allí, las normas sobre el aspecto físico en el lugar de trabajo, especialmente en relación con el pelo, pueden ser bastante estrictas y tradicionales en muchas empresas.
En general, se espera que los empleados mantengan una apariencia pulcra y conservadora, reflejando profesionalismo y respeto hacia la organización.
Normas del pelo. En el caso de los hombres, suelen estar obligados o se recomienda llevar el pelo corto, bien peinado y sin estilos extravagantes, mientras que las mujeres suelen ser animadas a llevar peinados sencillos, sin colores llamativos ni cortes que se salgan de la norma. En algunos sectores más tradicionales, como el financiero o las grandes corporaciones, las expectativas son aún más estrictas.
Por ejemplo, el pelo teñido, especialmente en colores no naturales como rojo, azul o similar, puede estar muy mal visto, y algunos sitios pueden requerir que los empleados usen su color de pelo natural (caso que nos ocupa). Dicho esto, en entornos más modernos y empresas tecnológicas, estas reglas suelen ser bastante más flexibles.
El caso de McDonald's. Por supuesto, todo es susceptible de cambio si la economía no acompaña. La crisis de mano de obra que vive el país necesita de medidas diferentes. De ahí que McDonald's haya revisado su política de apariencia con el fin de “permitir una mayor diversidad”.
La nueva política, que al parecer se introdujo a modo de prueba en un establecimiento de Osaka, ha tenido un impacto positivo, ya que el restaurante informó de un aumento de tres veces en el número de nuevos empleados en abril en comparación con el año anterior. La medida se suma al cambió de política de apariencia de agosto de 2021, cuando pasó a permitir que los empleados se dejaran crecer la barba, considerando varias razones en la ecuación, incluida la religión.
La norma del pelo, un síntoma. El cambio de regla esconde un problema de fondo: Japón se enfrenta a un problema serio de escasez de mano de obra debido a su envejecimiento demográfico y baja tasa de natalidad. Además, la población activa está disminuyendo rápidamente, envejece y sale de la fuerza laboral sin suficientes jóvenes para reemplazarlos.
Según las estimaciones actuales, más del 28% de la población tiene más de 65 años, una presión añadida para el país que busca soluciones ante una disminución que no cesa en sectores clave como la manufactura, la construcción o el cuidado de ancianos, donde la demanda de trabajadores es mayor que la oferta disponible.
Imagen | istolethetv, Eliazar Parra Cardenas
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