La masificación turística de Baleares fue noticia el fin de semana. Y no por una manifestación multitudinaria como la de hace unos días o una nueva medida para frenar la saturación de las playas o los excesos de los visitantes. No. Ha sido noticia porque se ha pronunciado al respecto una voz tan influyente como famosa: el actor Michael Douglas. Quizás suene extraño que una estrella de Hollywood opine sobre "el problema del turismo" en Mallorca, pero Douglas no es ni mucho menos ajeno a la isla, donde compró una mansión en los 90. Tampoco es extraño que se fijara precisamente en las Baleares, un caramelo inmobiliario cada vez más apetitoso entre los compradores estadounidenses a la caza de viviendas de alto valor.
Eso al menos es lo que dicen los datos.
El lujo que enamora al otro lado del charco. Que los norteamericanos —estadounidenses y canadienses— están interesados en el mercado inmobiliario balear no es una novedad, pero esta misma semana le ha puesto el termómetro Mansion Global, una web neoyorquina especializada en los bienes raíces de lujo.
En un amplio reportaje centrado en la capital balear, el portal de Barron's Group explica que en 2023 cerca del 12% de los compradores de viviendas en el mercado del lujo mallorquín fueron estadounidenses. La tendencia es además significativa, como releva al medio neoyorquino Florian Hofer, director general de Engel & Völkers Balearics: "Se ha establecido como un perfil en crecimiento".
De "comprador ocasional" a "habitual". No es la única pista que muestra que el mercado residencial de lujo de Mallorca parece haber ganado atractivo para los compradores estadounidenses. Otra igual de reveladora la dejaba hace un año en Bloomberg Charlie Hill, cofundador de la firma Charles Marlow Property, quien compartía una cifra reveladora en un reportaje sobre el interés creciente de los estadounidenses en la isla: casi el 50% de los clientes procedían ya de EEUU.
"El estadounidense ha pasado de ser un visitante o comprador ocasional a convertirse en algo habitual", revelaba. Él mismo aseguraba estar gestionando la compra de un neoyorquino interesado en un viejo hotel para mudarse a Mallorca con su familia. Con todo, en la compraventa de viviendas sigue habiendo otras nacionalidades con un peso clave en Baleares, más allá de la estadounidense.
En 2022 los datos del Colegio de Registradores de la Propiedad de las Islas mostraban que los alemanes copaban el 44% de las operaciones extranjeras y los británicos cerca del 10%. Hay otro dato igual de significativo y que sugiere el perfil y poder adquisitivo de esos compradores foráneos: ese año los extranjeros estaban detrás del 3,6% de las compras de viviendas de menor tamaño, las inferiores a 40 m2, pero suponían casi del 48% de las adquisiciones de más de 100 m2.
Las inmobiliarias americanas. Hay otra señal clara. Prueba del interés de los estadounidenses en Mallorca es que las propias inmobiliarias del país han decidido desembarcar en la isla. Lo contaba a principios de año el diario Ultima Hora, que citaba a tres agencias de capital norteamericano que estaban realizando gestiones para estadounidenses interesados en la capital balear: Nest Seekers, The Agency o Berkshire Hathaway. Desde esta última, Berkshire Hathaway Nova Mallorca, Jorge Fortaleza revelaba a Diario de Mallorca que los mercados estadounidense y canadiense eran ya el cuarto en importancia en la isla para la firma.
"Un recién llegado notable". La nueva tendencia la constatan también desde Claus von Benz. "Durante mucho tiempo fueron sobre todo alemanes y británicos quienes dominaron el mercado de la compra de inmuebles en el extranjero. Ahora sin embargo está surgiendo una nueva tendencia", revela la agencia, con sede en Mallorca y enfocada precisamente a los bienes inmobiliarios de lujo en la isla.
"Según las últimas estadísticas de servicios financieros Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), el 38% de los compradores extranjeros de propiedades proceden de Alemania y el 25% del Reino Unido. Pero hay un recién llegado notable a las estadísticas: los estadounidenses […]. Se han establecido con una cuota del 15 % de las compras de propiedades por extranjeros en 2023".
Además de un interés creciente en EEUU, la firma identifica "señales" de otro mercado jugoso, el chino, que le invitan a pensar en "un aumento de demanda".
El dato fundamental: los precios. El interés de los estadounidenses no es el único que crece. Lo hacen también los precios. Las tablas de Idealista revelan que a lo largo del último años el precio del metro cuadrado se encareció casi un 9,5% en Palma de Mallorca hasta alcanzar los 4.144 en junio, lejos de los 1.873 de hace una década. En la urbanización Son Vida el valor llega a rozar los 7.500 euros/m2 y en Portixol-Molinar acaricia los 6.700 tras un alza interanual del 12,3%. Hace un año Savills ya hablaba de un encarecimiento del 15% en un informe que situaba a Mallorca en su TOP 5 de emplazamientos para segundas residencias.
Sobre el rango de precios, el abanico es amplio, aunque no apto para todos los bolsillos. Mansion Global revela que en 2023 el coste medio de las propiedades vendidas por Engel & Völkers Mallorca se situó en 1,88 millones de euros, aunque la misma fuente confirmaba que el abanico es muy diverso: en Son Vida el precio medio por una vivienda unifamiliar de lujo con cuatro dormitorios, jardín y piscina rondaría entre los 5,5 y siete millones de euros, dependiendo de si la villa es nueva o no, pero hay ventas que se han ido por encima de los 60 millones.
Un mercado con acento extranjero. El resultado de ese incremento de los precios y el interés que despierta la vivienda de lujo en la isla tiene un efecto claro que ya apuntaba Bloomberg hace un año: un mercado inmobiliario cada vez más intocable para la población autóctona. Los datos del portal económico indican que al menos durante el cuarto trimestre de 2022 los extranjeros se hicieron con cerca del 36% de las propiedades vendidas en Mallorca y las islas vecinas.
¿A qué se debe la tendencia? Que los compradores de EEUU parezcan estar mirando con más interés Mallorca no se explica por un único factor. Para entender el fenómeno hay que manejar varios, como el atractivo natural de la isla, su clima, el elevado porcentaje de población extranjera en Baleares, el uso del inglés, precios que les resultan atractivos en comparaciones con los que se manejan en las zonas más demandadas de EEUU y que el destino también ha ganado fuerza entre el turista norteamericano, lo que aumenta su visibilidad en el país.
Si bien los compradores más exclusivos no se mueven en vuelos reguladores, en general el sector inmobiliario apunta que una de las claves que explican el cambio de tendencia es la conexión sin entre Palma y el aeropuerto de Newark iniciado hace unos años por United Airles, lo que facilitó la unión entre ambos mercados sin necesidad de hacer varias escalas. “La disponibilidad de vuelos directos ha facilitado a los estadounidenses invertir en propiedades", zanja Claus von Benz.
Imagen | Farid Askerov (Unsplash)
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