La inversión en energías renovables superará este año a la inversión en combustibles fósiles, según el estudio World Energy Investment 2023 publicado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE)la semana pasada. Según el informe, en torno a 2,8 billones de dólares serán invertidos con fines energéticos este año: más de 1,7 billones irán destinados a las energías renovables, nuclear, vehículos eléctricos y mejoras de eficiencia. El resto, casi un billón, serán invertidos en petróleo, gas y carbón.
Se invierte más en energía verde. En este sentido, la Agencia Internacional de la Energía indica que actualmente, por cada dólar invertido en combustibles fósiles, se destinarán 1,7 dólares a las energías limpias. Dicha proporción era de un dólar por un dólar en los últimos cinco años, lo cual revela el incremento de la inversión en energías renovables: solo entre el 2021 y el 2023, ha aumentado un 25%.
Aumenta el gasto en combustibles fósiles. Por su parte, en ese mismo periodo, la inversión en combustibles fósiles aumentó un 15%. Concretamente, este año se invertirán 950.000 millones de dólares en combustibles fósiles, una cifra un 6% superior a la de 2022. Según el informe, este gasto supera de forma excesiva la cifra necesaria para alcanzar el objetivo de 0 emisiones en 2050.
‘Sorpasso’ solar. Por otro lado, este adelantamiento de las energías limpias a los combustibles fósiles en términos de inversión queda bien ejemplificado en el siguiente dato. El informe de la AIE señala que, en 2023, el gasto total anual en energía solar será de 382.000 millones de dólares, mientras que la inversión en producción petrolífera alcanzará los 371.000 millones de dólares.
Por una descarbonización veloz. A este ‘sorpasso’ de la energía solar se refirió Dave Jones, director del ‘think thank’ climático Ember Climate, en un ‘post’ de Twitter. “Esto corona a la energía solar como la verdadera fuente de energía. Está emergiendo como la mayor herramienta que tenemos para la descarbonización rápida de toda la economía”, indicó Jones.
Un aumento desigual. Sin embargo, la Agencia Internacional de la Energía recuerda que “más del 90% del aumento de las inversiones en energía verde desde 2021 ha tenido lugar en economías avanzadas y China”. Si bien el texto indica puntos positivos, como el desenvolvimiento de estas inversiones en países como Brasil y Arabia Saudí, subraya que “el incremento de los tipos de interés; las políticas y diseños de mercado difusos; los servicios públicos tensionados económicamente y alto coste económico están impidiendo las inversiones en energías renovables en muchos países”.
Encarecimiento de los materiales. En este sentido, el documento indica que en 2021 y 2022, el aumento en los precios de determinados minerales, semiconductores y materiales como el acero y el cemento provocaron un encarecimiento de la inversión renovable. De hecho, el precio de los paneles solares aumentó un 20% en 2022 respecto a 2021, y a comienzos de 2023, las turbinas eólicas se encontraban un 35% más caro en el mercado europeo respecto a 2020.
Liderazgo chino. Por ello, los países que han podido acelerar la transición energética son los países ricos. En este sentido, la AIE indica que los tres países o regiones que más han invertido en energías renovables entre 2019 y 2023 son China, la Unión Europea y Estados Unidos. En este sentido, es preciso destacar el dominio chino en la industria solar: según datos de la AIE citados por Down to Earth, el gigante asiático controla el 95% de toda la cadena de producción de paneles solares. De hecho, las exportaciones chinas de placas fotovoltaicas aumentaron un 80% en 2022.
De la crisis climática a la guerra de Ucrania. Algunas de las razones para el incremento del incremento de la inversión en energías renovables son, según el informe, la recuperación económica posterior a la pandemia del COVID-19 y la respuesta a la crisis energética global. Además, la invasión rusa de Ucrania ha provocado que muchos países hayan decidido reducir su independencia de Moscú, potenciando la transición energética. En este sentido, la AIE indica que los topes al gas ruso impuestos por la UE han provocado el aumento del gasto continental en fuentes de energía alternativas y en infraestructura dedicada al gas natural licuado.
Daños colaterales. En definitiva, la Agencia Internacional de la Energía confirma que la transición energética se está desarrollando a nivel global aunque de forma desigual. Por otro lado, las políticas medioambientales pueden reproducir, en algunos casos, esas mismas desigualdades económicas. Ejemplo de ello fue la marcha sobre París que realizaron cientos de agricultores contra la sentencia de la UE que prohibía el uso de pesticidas: “Nuestros medios de producción siguen continúan debilitándose por las prohibiciones” afirmó Jérôme Despey, secretario general de FNSEA, principal sindicato agrario galo, según Reuters.
La política del clima. Como consecuencia, las fuerzas conservadoras europeas están inquietas. Temen que sus potenciales votantes sean seducidos por los partidos de extrema derecha, los cuales sostienen un discurso contrario a la transición energética y negacionista respecto al cambio climático. Esa es la razón por la cual Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, llamó a reflexionar sobre la capacidad de adaptación de de las políticas verdes. Por ello, las elecciones al parlamento europeo en junio de 2024 serán claves para los objetivos climáticos de la UE, como el de cero emisiones de CO2 para 2050.
Imagen: Nuno Marques / Unsplash
En Xataka | La UE pacta una reforma para reducir las emisiones de CO2: edificios y carreteras, en el punto de mira
Ver 16 comentarios