Cómo rebajar el consumo del termo: el segundo aparato eléctrico que más consume de casa tras la calefacción

Vamos a explicarte cómo rebajar el consumo de tu termo eléctrico, que según datos de Endesa, su consumo puede variar entre los 400 y los 3.000 kWh, que es una barbaridad. La cantidad de energía que gasta depende de muchos factores, como las personas que viven en casa usándolo o su capacidad, pero siempre hay cosas que se pueden hacer para optimizar.

Y eso es lo que vamos a hacer, darte una serie de consejos genéricos para rebajar el consumo de tu termo doméstico. El cuánto puedes rebajar el consumo va a depender de cada aparato, ya que no todos son tan eficientes como otros. Pero si el tuyo está gastando mucho, antes de pender en cambiarlo quizá puedas pensar en usar alguno de estos consejos.

Cómo reducir el consumo del termo

Aquí tienes una lista de consejos que puedes ir tomando para intentar reducir con ellos el consumo de tu termo eléctrico. Cuántos de ellos seguir y cuánto pueden ayudarte dependerá de cada persona y de cada termo, ya que los hábitos de uso del agua caliente y el consumo de los dispositivos siempre varían.

Ajusta la temperatura: Una de las primeras medidas a tomar es ajustar la temperatura, poniéndola preferiblemente entre 45 y 50 grados. Esto debería ser suficiente para el uso doméstico, teniendo en cuenta que cuanto más tenga que calentar el termo más consume. Si subes de 60 grados puede incluso dispararse.
Usa el modo ahorro de energía: Muchos termos tienen un modo ECO o de ahorro de energía. Intenta tenerlo siempre activado para regular el consumo eléctrico, ya que en el 99% de las ocasiones será más que suficiente para calentar el agua lo necesario para casi todo.
Optimiza las duchas: Esto puede parecer una tontería, pero un gesto tan simple como cerrar el grifo de la ducha mientras te estás enjabonando, o cerrar el del lavabo cuando te lavas los dientes en vez de dejar el agua correr puede ayudarte a ahorrar bastante agua, y sobre todo en los casos en los que le das caliente.
Evita baños prolongados: A todos los que tenemos bañera nos gusta darnos un baño de vez en cuando, es uno de esos placeres de la vida. Pero claro, llenar la bañera gasta mucho agua caliente, y si el baño es largo posiblemente tengas que rellenarla con más agua caliente. O sea que si esto no te arruina el humor del invierno, intenta que los baños sean menos y un poco más cortos.
Instala filtros de agua en los grifos: Hay un tipo de filtros llamados llamados perlizadores. Estos convierten el chorro único del grifo en varios chorros finos, por lo que gastas menos agua y mantienes o aumentas la fuerza de la que sale. Estos te pueden ayudar a gastar menos agua en tu día a día.
Utiliza un temporizador o un enchufe inteligente: Si en el enchufe del termo usas un temporizador o un enchufe inteligente, puedes tenerlo apagado fácilmente en las horas en las que no estás utilizándolo, como cuando duermes. Y luego, si sueles ducharte siempre a la misma hora, puedes encenderlo justo antes una hora antes para asegurarte de tener agua caliente.
Haz un buen mantenimiento: Como todos los dispositivos, si no haces un buen mantenimiento puede deteriorarse y consumir más de la cuenta. Por eso, haz un buen mantenimiento, limpia las resistencias de forma periódica y la eliminación de sedimentos.
Repara las fugas: Conviene que revises periódicamente si existe alguna fuga aunque sea pequeña o casi imperceptible. Porque aunque sea pequeña, puede repercutir mucho en el consumo al suponer una pérdida continua de agua, lo que hace que el calentador tenga que trabajar más para mantener el agua caliente.
Invierte en aislante térmico: Todo lo que ayude a reducir la pérdida de calor del agua ayudará a que el termo trabaje menos. O sea que si es necesario, usa aislante térmico para tanque y tuberías., y que así la temperatura se mantenga alta más tiempo.