2016 fue un año que recordaremos, entre otras cosas, por la fiebre de Pokémon Go. Pocos juegos han calado tanto en la sociedad civil como para movilizar a hordas de entrenadores hasta el punto de hacerles salir a la calle y caminar. El poso que dejó aquel título fue “ojalá un juego de realidad aumentada para X”, siendo “X” la pasión de cada uno: LEGO, el fútbol, la micología… o Harry Potter. Ta-da.
Niantic y Warner, desarrolladora de Pokémon Go y propietaria de los derechos de la franquicia mágica respectivamente, han anunciado de forma oficial el rumoreado y esperado juego de Harry Potter en realidad aumentada, el cual hemos podido probar de forma anticipada tras muchos rumores previos sobre su llegada.
Diffindo y Protego
Un primer vistazo al juego es un dejà-vu de lo visto con el título de Pokémon: el mapeado es idéntico (también lo vimos en Ingress), y lo único que cambia es el grafismo de gimnasios y poképaradas, que deja paso a posadas y fortalezas con el estilo visual de la saga de Rowling.
Es un juego mucho más profundo y denso que Pokémon Go, lo cual puede ser un arma de doble filo
El juego es mucho más denso y profundo que Pokémon Go, lo hemos notado en cuanto hemos empezado a probarlo: podemos elegir una profesión (profesor, auror o magizoólogo) antes de unirnos a las Fuerzas Especiales del Estatuto del Secreto para resolver el misterio de la Calamidad.
Durante el trayecto hay un gran número de ítems que coleccionar, combates varita en mano contra enemigos que van apareciendo por el mundo, hechizos que lanzar… Una larguísima lista de tareas y misiones que empiezan con la simpática aparición de Hagrid en el juego como forma de darnos la bienvenida a casa. No es el único personaje icónico que encontraremos.
El título combina el universo de Harry Potter -el canónico- con el de Criaturas Mágicas y dónde encontrarlas, quizás con algo más de peso en el segundo en lo que a presencia de personajes se refiere. El fan de la saga más fiel al legado de las siete novelas originales quizás podría extrañar encontrarse con un Sombrero Seleccionador que le dé la bienvenida al juego y le asigne una casa, por ejemplo. O un inicio marcado por el adiestramiento en el andén 9 y 3/4. Detalles que nos transporten a los orígenes, a la Piedra Filosofal.
Detalles, de hecho, hay muchos. Por ejemplo, la posibilidad de colocar trasladores, al estilo de Portal, con la bota debajo para poder llegar nuevas ubicaciones de una forma idéntica a como la "veíamos" en los libros y las películas.
Wizards Unite es una vuelta de tuerca más a la realidad aumentada de Pokémon Go: dependeremos incluso de las condiciones climatológicas para poder recolectar ciertos objetos
En cualquier caso, no faltan elementos por todo el juego que evocan a la saga completa y permiten cierta personalización. Por ejemplo, incluye una cámara vitaminada con realidad aumentada (obvio, claro) con la que podremos hacernos fotos superponiendo sobre nosotros prendas o accesorios vistos en las películas y con los colores de cada una de las cuatro casas.
Una vez entramos en materia, el juego tiene dinámicas adaptadas al universo Potter respecto a lo visto en Pokémon Go. Por ejemplo, si en el anterior juego teníamos que perfeccionar el gesto de lanzar la pokéball para aumentar las probabilidades de atrapar al Squirtle de turno, ahora tendremos que recrear con precisión los trazos de varita necesarios para lanzar hechizos. Algunos, como Alohomora, más sencillos. Otros, como el Expecto Patronum, un pelín más complejos. Igualmente encontramos experiencias RPG en los desafíos multijugador o campos de batalla compartidos.
Si Pokémon Go tenía escenarios en los que poder capturar criaturas concretas, como los acuáticos, en Wizards Unite ocurre algo similar pero con una vuelta de tuerca más: algunos ítems, como ingredientes para pociones, solo podrán ser obtenidos con condiciones climatológicas concretas. Si queremos una poción que mejore nuestras posibilidades de ganar combates, tal vez tengamos que esperar a que llueva o se nuble para poder prepararlas.
Free-to-play y una promesa sobre los micropagos
Cuando responsables de Niantic fueron preguntados por el modelo de monetización de este juego durante su presentación a la prensa, aseguraron que sería gratuito, sostenido con compras in-app… y con la promesa de que todo el juego sería disfrutable sin tener que pasar por ellas, que quedan relegadas a funciones de aceleración de procesos. Es decir, lo mismo que vimos en Pokémon Go y que a la postre le sirvió para convertirse en un exitazo, también en lo económico.
En este punto podemos asumir que la creación de Wizards Unite ha estado marcada por toda la información extraída de Pokémon Go, un juego que ha provisto a Niantic de una base de datos inmensamente mayor que la de Ingress, el título original, sobre cómo juegan los jugadores, qué escenarios les resultan más satisfactorios y cuáles les hacen cerrar la aplicación y terminando por abandonarla.
Eso sí, todavía no conocemos su fecha de llegada, más allá de saber que llegará durante 2019. Anteriormente, desde Niantic se apuntó a 2018 como su fecha de llegada, aunque finalmente esta se ha ido demorando hasta este año.
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