meteorito

Se trata de una peculiar pieza que podría haber viajado desde Marte o Júpiter hasta nuestro planeta.

Los científicos descubrieron la pieza en el siglo XIX. Su historia la han desentrañado ahora y es fascinante.

Los investigadores analizaron la roca y descubrieron una composición isotópica que sugiere que estuvo expuesta a rayos cósmicos.

El notorio buscador de vida extraterrestre Avi Loeb ha anunciado recientemente el descubrimiento de lo que cree podrían ser restos de una nave extraterrestre.

Que los meteoritos pueden guardar información valiosísima en su estructura y composición ya lo sabíamos. Sin embargo ahora hemos descubierto un serio problema.

Significaría que hemos subestimado el peligro de impacto durante décadas

En 2017 recibimos la visita de Oumuamua, el primer objeto identificado como procedente del espacio interestelar. El primero en ser identificado pero no el primero en llegar.

La fascinación del ser humano por el cielo y lo que hay más allá no se limita a la bóveda celeste, también abarca la superficie de la Tierra. Es ahí donde se encuentran los meteoritos, objetos cuyo valor tiene muchas dimensiones.

Una bola de fuego surcó los cielos de la costa andaluza esta semana, concretamente la noche del martes 4, a las 21.04. El fenómeno celeste pudo verse desde partes de Andalucía y Extremadura.

Durante décadas, la lonsdaleíta ha sido una suerte de piedra filosofal para los geólogos. Dura como un diamante (si no más), la misma existencia de este “supercristal” había sido puesta en duda. El misterio por fín se ha desvelado.

Los continentes hacen único a nuestro planeta. Pero la causa de su aparición no está en el interior de la Tierra sino en los asteroides que chocaban contra ella. Asteroides del calibre del que acabó con los dinosaurios.

Dos carambolas científicas y el meteorito más grande del siglo XXI: así es como el Universo sigue ampliando nuestra definición de imposible