Recientemente veíamos un prototipo de robot, el Milli-Motein, capaz de formar estructuras mediante una cadena de engranajes magnéticos que emulaba a las proteínas. Los robots que operan en grandes grupos de pequeños individuos parecen conformar una de las líneas de investigación en robótica, porque hoy nos llega otro proyecto similar desde la Universidad de Colorado Boulder.
Investigadores de este centro trabajan con unos pequeños robots programables con forma de pelota de ping-pong llamados Droplets.
Cada una de estas unidades es sencilla y barata de producir. Tan sólo consta de un pequeño motor de vibración que le permite moverse, un chip Atmel Xmega 128ª-3 capaz de ejecutar código, un emisor de luz LED RGB y una serie de sensores de infrarrojos.
Según Nikolaus Correll, uno de los profesores del grupo de Colorado, la idea es poder desarrollar patrones de reconocimiento de manera que los Droplets sean capaces de reconocerse entre ellos y reaccionar de forma conjunta. Según los investigadores del proyecto, un enjambre de cientos o miles de unidades de estos mini robots podrían desarrollar todo tipo de tareas en la exploración espacial desde crear estructuras en el espacio hasta controlar una fuga de líquido o cuidar de jardines hidropónicos.
Parece que aún queda un largo camino por delante antes de que este enjambre robótico comience a efectuar tareas o adoptar formas complejas. De momento una versión similar equipada con una especie de filamentos en espiral ha servido para llamar la atención de niños y mayores en una exhibición llamada ‘Swarm Wall’, la pared enjambre. Podéis verla en el vídeo sobre estas líneas.
Vía | Gizmag
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