La fiebre por el pasado (no por la historia en estado puro, sino por las sensaciones que se vivieron en otros tiempos) es cada vez más fuerte, y ahora que los millennials estan empezando a experimentar lo que la Gen X lleva años sufriendo en sus carnes (nostalgia por lo vivido y lo no vivido desde que te levantas hasta que te acuestas), era solo cuestión de tiempo que herramientas como la IA se sumaran a la moda.
Solo que esta vez la nostalgia nos lleva a momentos en los que la tecnología (no ya la IA, sino directamente la corriente eléctrica) no se había inventado, y da pie a trends como vivir en primera persona la Peste Negra.
Lo que pasó, pasó. Amanecer en Pompeya el día de la erupción del Vesubio, trabajar en Chernobyl en 1986 o ser una de las condenadas por brujería en el Salem del siglo XVII son algunos de los hits históricos de los vídeos generados por @timetravellerpov, usuario de TikTok que ya tiene 472.000 seguidores y ocho millones de "Me gusta" acumulados en sus creaciones, pese a la corta vida de la cuenta, que empezó a principios de año.
Por supuesto, ya aprovecha su fama para anunciar cursos de creación de vídeos por IA similares a los suyos.
La otra cara de la historia. Lo más curioso de la cuenta es que no solo publica vídeos de hechos históricos que no podemos haber vivido por motivos obvios, sino experiencias mucho más cotidianas y que no tienen nada de trascendencia histórica (aunque sí emocional): ser un adolescente de los ochenta, un niño pequeño en la Gran Bretaña de los dosmiles o el más curioso de todos, por lo reciente de los hechos: rememorar en primera persona (como todos estos vídeos) lo que fue el encierro del COVID, lo que sin duda cualquier usuario de la cuenta tendrá reciente.
Millones de gente en desgracias. Por supuesto, estos no son los vídeos más visitados, sino los muy viralizados de Chernobyl y la Peste Negra, con 32 y 24 millones de reproducciones, que sobrepasan con mucho los más habituales de entre 1 y 3 millones del resto de vídeos del canal. Está claro que los usuarios quieren experimentar desgracias inalcanzables del pasado cercano o remoto, casi en plan turista, y lo empiezan a demostrar con los comentarios de los vídeos, que suelen tener un tono cercano a "Tranquilito, que hace un momento estaba corriendo por mi vida en Pompeya".
El problema de la fidelidad histórica. Está claro que el objetivo primordial de estas cuentas es el entretenimiento, y no reflejar de forma fidedigna cómo era el pasado. Algún historiador ya ha señalado algunos gazapos de estos vídeos (sobre todo en sus imitadores): en uno de los muchos sobre la Peste Negra aparecen casas con arquitectura distinta a la real o vías de tren, algo imposible en el siglo XIV. Otros como el de Pompeya favorecen lo espectacular cuando tenemos registros que hablan de una experiencia distinta.
El peligro de estos vídeos, más allá de que puedan difundir visiones erróneas, está en el uso malintencionado. "La gente podría manipular la historia; (...) y crear un vídeo que respaldara a los negacionistas del Holocausto" explica la historiadora Amy Boyington para BBC.
Brotan los imitadores. Por supuesto, el éxito ha hecho nacer una buena cantidad de imitadores, todos más toscos y menos cuidados que @timetravellerpov, que pese a sus errores factuales tiene animaciones más cuidadas y ambientación más realista, y huye (relativamente) del morbo. Son cuentas como @Chron0.View, que se ha atrevido a retratar locuras como el asesinato de Kennedy desde el punto de vista del presidente o los atentados del 11-S desde dentro de las Torres Gemelas. Alguno, como @the_pov_lab supera en seguidores a la cuenta original y casi todos, por supuesto, tienen su propia versión de la vida durante la Peste Negra.
Cabecera | @timetravellerpov
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