Uno de los lanzamientos recientes más interesantes de Lenovo ha sido, con diferencia, el ThinkPad X1. Para el que no lo conozca, es el portátil plegable de Lenovo y, si todo va como Lenovo espera, debería llegar al mercado próximamente por unos 2.500 euros. En Xataka hemos tenido ocasión de verlo y probarlo, muy por encima, en dos ocasiones, y cuando hablamos de probarlo muy por encima es que lo hemos tenido en la mano poco tiempo, una vez en noviembre, durante la TechWorld de China, y otra en un evento de la marca en Bolonia.
El dispositivo todavía tiene trabajo por delante, pero tiene un potencial interesante, y me explico. En la TechWorld, el dispositivo que tocamos era un prototipo. Avanzado, pero un prototipo, lo que explica que ni siquiera pudiéramos ver su sistema operativo, ya que lo se estaba reproduciendo era un vídeo de demo. En el evento de Bolonia, el ThinkPad X1 ya era un modelo de preproducción algo más avanzado y, como pudimos ver, más o menos funcional y muy, muy orientado a la movilidad. Es precisamente aquí donde, a falta de que estos productos plegables terminen de configurarse, donde estos productos tienen su nicho.
El portátil de 13 pulgadas que llevas en el bolso
Siendo sinceros, es pronto para hablar de cómo de resistente es el equipo o si el diseño está bien conseguido por ahora, así que para dar ese veredicto mejor esperar a que pase por nuestra mesa de análisis para probarlo a fondo. Así pues, nos vamos a ceñir a lo que hemos podido ver y tocar, y a lo que nos han contado.
¿Qué nos han contado en lo referente a resistencia? Que en sus pruebas, el equipo ha aguantado unos 30.000 ciclos de apertura y cierre, lo suficiente para, según Lenovo, ofrecer una vida útil de entre tres y cinco años. Dependerá, evidentemente, de cómo usemos el portátil (si es que lo podemos considerar como un portátil), pero hacer la cuenta es bastante sencillo: calcula cuántas veces abres y cierras el portátil al día, más o menos, divides 30.000 entre esa cifra y voilá, obtienes una estimación de los días que te aguantará la pantalla.
Ahora que hablamos de cerrar y abrir la pantalla, la bisagra ofrece cierta resistencia. Para cerrar el panel, hay que poner los dedos sobre la pantalla y ejercer presión hacia abajo. Eso, teniendo en cuenta que estamos ante un panel pOLED, es decir, una pantalla de plástico, no parece el sistema más seguro de cara a la durabilidad.
Hemos podido sujetarlo algunos segundos y la sensación en mano es curiosa. Se aprecia a la vista la arruga en la pantalla, donde está el pliegue, y también al tacto si pasas el dedo por encima. No es exagerado, pero está ahí. pic.twitter.com/Urlnc9Adha
— xataka (@xataka) January 30, 2020
Nos explican que la pantalla tiene un pequeño ratio de curvatura que hace que el panel no se pliegue por completo, sino que haga una ligera circunferencia en el pliegue, como en el Motorola Razr. Esto, teóricamente, está pensado para evitar que salgan arrugas, pero por lo que pudimos ver, la arruga aparece, está ahí, se nota al mirar el dispositivo de frente y a contraluz y al tacto.
El portátil se puede colocar en cualquier posición, ya sea completamente abierto (como un monitor convencional) o con un ángulo de 75 grados (quedando así como un portátil en miniatura), y es ligero, un kilo de peso. ¿Qué nos permite esto? Sobre el papel, tener una pantalla para cada ocasión y una mejor movilidad.
Cuando la pantalla está completamente desplegada, el Lenovo ThinkPad X1 nos ofrece 13,3 pulgadas de diagonal, algo parecido a la pantalla de un portátil convencional. Si lo plegamos y lo ponemos en "posición portátil", la pantalla efectiva se reduce más o menos a la mitad, por lo que hablamos de unas nueve pulgadas medidas en vertical, como una tablet. Cuando ponemos el dispositivo en esta posición, por lo que hemos podido ver, es posible desplegar el teclado digital de Windows 10 en una mitad de la pantalla y Word, por ejemplo, en la otra mitad.
¿Qué otra opción hay? Añadir un teclado magnético cuyo ancho corresponde a la altura del ThinkPad X1. De esa forma, podemos poner el teclado sobre la pantalla y escribir con un teclado Bluetooth (algo interesante para los que nos gusten de usar el teclado táctil). En el modelo de preproducción que probamos en Bolonia, al poner el teclado magnético se apagaba la pantalla por completo, porque el software todavía no está pulido, pero se entiende el funcionamiento.
Se le puede agregar un teclado magnético a la pantalla para usarlo como un pequeño portátil, pero como el modelo aún está en producción, cuando le ponemos el teclado, la pantalla se apaga. pic.twitter.com/H6RcHGXFli
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Cuando ponemos el teclado encima de la pantalla, podemos plegar el ordenador con dicho teclado dentro, evitando así dejar un hueco en medio. Y este es, precisamente, uno de los grandes argumentos del portátil plegable: vayas donde vayas, llevas siempre varios dispositivos. No es un ordenador, por lo que hemos podido ver, escuchar y probar, para todos los públicos, sino que está más pensado para aquellos que trabajen desde diferentes ubicaciones y necesitan llevar siempre su equipo consigo.
De hecho, cuando estuvimos en el evento de Bolonia, el Lenovo ThinkPad X1 que trajeron vino desde Estados Unidos (fue el mismo que expusieron en el CES 2020) guardado en un bolso. En serio, un bolso pequeño de color rojo como el que podría tener cualquier persona. La ejecutiva de Lenovo que nos lo presentó lo sacó plegado del bolso, lo desplegó, lo enseño y mostró como se podía volver a guardar. Pensemos por un segundo lo que esto significa y veámoslo con un ejemplo.
Pero llegamos a lo jugoso, a lo que todos estábamos esperando: el Lenovo ThinkPad X1, también conocido como el portátil plegable. Esperamos poder probarlo ahora, pero mientras tanto, tenéis toda la info del dispositivo en este enlace 👉 https://t.co/DvvMsdViqb pic.twitter.com/WjebcZwsy7
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Imagina que tienes un viaje de trabajo. Coges tu portátil plegable (hablamos de Lenovo porque es el único que hay, pero podría ser de cualquier marca que se anime a lanzar uno) y tu teclado Bluetooth, lo pliegas y lo guardas en la mochila o en el bolso. Te montas en el avión, lo sacas y haces lo que tengas que hacer como si trabajaras en una tablet. Después de todo, el espacio de un tren o avión suele ser reducido. Llegas al destino, lo vuelves a guardar y te vas a la oficina o a donde tengas que ir. Sacas de nuevo el plegable, lo despliegas por completo y consigues una pantalla de 13,3 pulgadas que puedes usar como un monitor convencional con un teclado Bluetooth. Terminas, lo guardas y vuelves a casa.
Quizá no sea el portátil más potente ni más barato, pero sí es un dispositivo versátil, y ese, por lo que hemos podido probar, es su valor añadido. Evidentemente, todavía tiene trabajo por delante, más aún cuando pretenden lanzarlo a lo largo de 2020, pero la idea está ahí. Configurar una gama de producto completamente nueva como los dispositivos plegables no es fácil, pero a título personal, considero que enfocarlo a la movilidad y a la versatilidad puede ser todo un acierto.
El trabajo pendiente
No es oro todo lo que reluce y no es un secreto que el Lenovo ThinkPad X1 es un producto complicado. Es caro, algo normal teniendo en cuenta que la tecnología es bastante nueva, y tiene algunos retos por delante que deben pulirse antes de su lanzamiento. El primero y más evidente es el software. Si en China pudimos probar un portátil con un vídeo de demo, en Bolonia se había incorporado ya Windows 10, aunque tenía mucho margen de mejora.
¿Ejemplos? El ThinkPad X1 se puede usar en vertical u horizontal, pero durante la exposición del producto, la rotación automática funcionaba más bien regular. El teclado magnético apagaba por completo la pantalla y poner las aplicaciones en dos ventanas separadas, una a cada lado del pliegue, era un proceso bastante complicado. Son detalles importantes que tienen que pulirse de cara al lanzamiento.
El ThinkPad X1 llegará al mercado con Windows 10 y, cuando Windows 10 X esté listo, se actualizará para ofrecer las bondades del sistema operativo para pantallas plegables de Microsoft. Es algo relativamente sencillo, puesto que Windows 10 es modular y Windows 10 X no deja de ser una extensión del mismo. Entre las funciones de este SO están arrastrar aplicaciones de una pantalla a otra, por ejemplo. Está pensado para portátiles con dos pantallas como el Surface Neo, pero también se implementará en plegables.
El otro reto es convencer a los usuarios que valoren la movilidad de que una pantalla plegable es más deseable que un portátil ligero de formato reducido, véase un Macbook o un portátil de 13,3 pulgadas. Ahí juega un papel importante el precio, 2.500 euros, como decíamos. Tocará esperar para ver cómo asimila el mercado los dispositivos plegables, unos dispositivos que llegan justo a tiempo para renovar un mercado que lleva tiempo estancado.
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