Lenovo Legion Y920, análisis: un PC con un hardware «de primera división» que aspira a no dejarse intimidar por ningún juego

Los aficionados a los juegos bajo Windows podemos estar satisfechos. La mayor parte de los fabricantes de equipos no está dispuesta a dejar pasar la oportunidad de hacerse con una porción de un pastel tan apetecible como lo es el mercado de ordenadores para jugones. Es más, François Bornibus, el presidente de Lenovo en la región de Europa, Oriente Medio y África, nos confirmó hace solo dos meses que el mercado de los equipos para juegos está ayudando a reducir la caída de los PCs.

El ordenador de sobremesa al que dedicamos este análisis es actualmente una de las propuestas más ambiciosas de Lenovo en el ámbito de los videojuegos. Y lo es porque solo hace falta echar un vistazo a sus impactantes especificaciones para darse cuenta de lo que pretende ofrecernos: jugar a 1.080p con la máxima calidad de imagen posible y cadencias muy superiores a los 60 FPS, y también que la experiencia de juego a 4K UHD deje un buen sabor de boca a aquellos entusiastas que se decanten por un monitor con esta resolución. Si queréis saber si este Legion Y920 ha alcanzado su objetivo solo tenéis que seguir leyendo.

Lenovo Legion Y920: especificaciones técnicas

Como cabe esperar de un equipo de alta gama, este PC viene impecablemente empaquetado. Nada más agarrarlo para extraerlo de su embalaje es inevitable caer en la cuenta de que pesa más de 14 Kg, lo que nos anticipa, por un lado, que Lenovo se ha decantado por un chasis bastante sólido, y, por otra parte, que dentro de este equipo residen componentes tan interesantes como lo son una tarjeta gráfica con GPU GeForce GTX 1080 de NVIDIA, que tiene un tamaño de los que intimidan, y dos discos duros con una capacidad muy respetable, como veremos un poco más adelante.

Este sí es un «trío de ases»: CPU Intel Core i7-7700K, GPU NVIDIA GeForce GTX 1080 y 32 GB de RAM Corsair

En mi opinión, en este equipo Lenovo ha alcanzado un equilibrio muy logrado entre la estética llamativa y «resultona» que suele gustar a muchos jugones, y una cierta sobriedad que también suele atraer a aquellos jugadores que no quieren un PC que parezca diseñado por una civilización extraterrestre. Sí, es atractivo, y, en cierto modo, juvenil. Pero no en exceso. A priori me parece un punto a su favor.

Lenovo Legion Y920
Microprocesador Intel Core i7-7700K de 7ª generación (14 nm, 8 MB de caché y hasta 4,50 GHz)
Tarjeta gráfica NVIDIA GeForce GTX 1080 con 8 GB de memoria GDDR5
Memoria principal 32 GB DDR4 Corsair 2.400 MHz (2 módulos de 16 GB cada uno)
Almacenamiento Disco SSD Samsung 512 GB NVMe + disco mecánico Seagate 2 TB 7.200 rpm SATA600
Sistema operativo Windows 10 Home
Conectividad inalámbrica WiFi 802.11ac y Bluetooth 4.0
Puertos traseros 4 x USB 3.0, 2 x USB 2.0, 1 x PS/2, 1 x D-Sub 15, 1 x HDMI, 1 x RJ-45, 6 x jacks audio y 2 x Display Port
Puertos delanteros 4 x USB 3.1, 1 x USB-C, 1 x HDMI, 1 x jack micrófono y 1 x jack auriculares
Volumen del chasis 34 litros
Fuente de alimentación AcBel de 610 vatios 80 Plus Bronze
Dimensiones 478,9 x 503,5 x 206,4 mm
Peso 14,1 Kg
Precio 2.999 euros (sin los periféricos)

Junto al PC Lenovo nos ha enviado también un conjunto de periféricos, que son los que hemos utilizado para probarlo, y que forman parte de su gama de productos para jugones. El monitor es el Y27G de 27 pulgadas, con panel curvo LCD VA, resolución Full HD (1.920 x 1.080 puntos) y compatibilidad con NVIDIA G-SYNC. También hemos utilizado el teclado mecánico de la serie Y, así como el ratón y los auriculares con sonido envolvente de la misma familia. Profundizaremos más en estos componentes un poco más adelante.

La configuración de este PC no deja lugar a dudas: Lenovo ha puesto toda la carne en el asador. Y es que, como podéis comprobar en la tabla, no solo cuenta con un potente microprocesador Core i7-7700K de Intel y una tarjeta gráfica con GPU GeForce GTX 1080 de NVIDIA bien pertrechada por 8 GB de memoria dedicada, sino también por 32 GB de memoria principal de tipo DDR4 fabricada por Corsair, y dos discos duros, uno SSD de 512 GB y otro mecánico de 2 TB, que han rendido muy bien en nuestras pruebas.

Sobre el papel, unas especificaciones como estas deberían ser suficientes para permitirnos jugar a cualquier título actual con la máxima calidad de imagen en 1.080p, y en unas condiciones muy interesantes, aunque no tan ambiciosas, en 4K UHD. Lo comprobaremos un poco más adelante.

Diseño y acabado

He iniciado el análisis destacando el equilibrio por el que ha apostado Lenovo al decantarse por un chasis moderno y resultón, pero no excesivamente llamativo, y me reafirmo. Su acabado y su calidad constructiva global son buenos, aunque no sobresalientes porque algunas de las partes de plástico adolecen de cierta fragilidad, como el tirador de la parte superior que nos permite acceder al interior del chasis sin necesidad de retirar ningún tornillo.

Un detalle que me parece realmente chulo es el acabado con efecto carbono del panel frontal de la máquina, un toque distintivo que, combinado con la iluminación RGB tanto del interior como del exterior del chasis, contribuye a ese equilibrio entre sobriedad y modernidad del que os he hablado.

Por otro lado, como es habitual en los equipos para jugones, el panel lateral izquierdo tiene una ventana transparente de metacrilato que permite ver el interior del PC. El componente que reclama todo el protagonismo es, sin duda, la tarjeta gráfica, que con su imponente tamaño se extiende a lo largo de toda la planta del chasis. Aunque, si nos gusta jugar con poca luz ambiental, los LED RGB del interior y el exterior de la caja, cuyo color podemos personalizar a través del software, crean un ambiente capaz de sumergirnos al máximo en nuestros juegos. Estáis avisados.

El interior del «monstruo»

La unidad que nos ha cedido Lenovo para que pudiésemos realizar este análisis incorpora un sistema de refrigeración por aire convencional, pero aquellos usuarios que lo prefieran pueden hacerse con este mismo equipo, pero equipado con refrigeración líquida. Esta opción es muy interesante para los aficionados al overclocking, una técnica con la que, sobre el papel, los componentes de este PC se sienten muy cómodos, especialmente el microprocesador Intel Core i7 y los módulos de memoria principal fabricados por Corsair.

Los entusiastas del overclocking pueden comprar este equipo con un sistema de refrigeración líquida de serie

En la fotografía que tenéis debajo de estas líneas podéis ver que el interior del equipo está bastante despejado, algo de agradecer porque, de esta forma, el aire caliente puede circular dentro del chasis sin encontrar barreras físicas que impidan que sea evacuado hacia el exterior, y, por lo tanto, renovado con aire más frío de una forma eficaz.

El tamaño del disipador, que es de aluminio, y del ventilador que se responsabilizan de la refrigeración de la CPU es bastante imponente. Y es una buena idea que estén sobredimensionados porque, de esta manera, es mucho más difícil que el procesador se acerque a su umbral máximo de temperatura de trabajo. De hecho, durante nuestras pruebas, a pesar de que lo sometimos a un estrés tremendo durante horas para comprobar si su estabilidad quedaba comprometida, no reveló el más mínimo indicio de fatiga.

En un equipo como este, que aglutina componentes con un consumo importante, que, además, pueden estar trabajando durante muchas horas seguidas, la fuente de alimentación juega un papel fundamental. Y es que debe ser capaz de proporcionar una alimentación libre de ruido, parásitos y otras anomalías de la red eléctrica que, si no son correctamente filtradas, podrían provocar daños en los componentes más sensibles del PC.

Nada me hace pensar que la fuente de alimentación de este equipo de Lenovo no tiene buena calidad. De hecho, como he mencionado antes, se ha comportado de una forma completamente estable durante nuestras pruebas. Sin embargo, de la misma manera en que los ingenieros de Lenovo se han decantado por módulos de memoria Corsair, que tienen una calidad fuera de toda duda, creo que habría sido una buena idea que, en vez de incluir una fuente AcBel, hubiesen apostado por una de alguna de las marcas más apreciadas por los jugones, como pueden ser la misma Corsair, SilverStone, Thermaltake o Seasonic, entre otras marcas posibles.

Como os adelanté hace unos párrafos, el subsistema de almacenamiento secundario del equipo ha sido resuelto recurriendo a dos unidades, un disco SSD de Samsung con una capacidad de 512 Gbytes, y un disco duro mecánico fabricado por Seagate de 2 Tbytes. En este ámbito las decisiones que ha tomado Lenovo me parecen las adecuadas, dado el precio y la ambición de este equipo. De haber contado con un disco SSD de 256 Gbytes, como hacen otras máquinas de precio similar, lo habría criticado. Pero la capacidad de estos dos discos me parece la adecuada, así que un punto a favor de este Legion Y920.

En la siguiente fotografía podéis ver con todo detalle el tamaño del disipador y el ventilador que se responsabilizan de refrigerar correctamente el procesador. El hecho de que este PC no haya dado muestras de inestabilidad durante nuestras pruebas demuestra que estos elementos cumplen su función correctamente. Aun así, en un equipo con la ambición y el precio de este Lenovo habría sido buena idea que el disipador fuese de cobre. Este material tiene un índice de termoconductividad superior al del aluminio, lo que nos habría ofrecido un margen de maniobra ligeramente mayor a la hora de practicar overclocking. Eso sí, en este escenario la mejor opción es, sin lugar a dudas, la refrigeración líquida.

En cualquier caso, el sistema de refrigeración de este equipo fue capaz de mantener la CPU a una temperatura media de unos 50 grados centígrados en condiciones de trabajo «relajadas», y en el rango que se extiende entre 70 y 75 grados centígrados al someterla a un estrés intenso. La temperatura media de la GPU bajo estrés oscila entre 80 y 87 grados centígrados, por lo que también queda por debajo del umbral máximo que podría afectar a su estabilidad.

La guardia pretoriana de este Lenovo: sus periféricos

Como os adelanté al principio del análisis, el monitor que acompaña a este equipo para jugones es un Y27G de la propia Lenovo. Este dispositivo tiene un panel curvo de tipo LCD VA con resolución Full HD (1.920 x 1.080 puntos), un tiempo de respuesta de 4 ms y una tasa de contraste de 3.000:1. Me gusta especialmente la posibilidad de regularlo en altura simplemente tirando de él hacia arriba o abajo. Y en Display Mate y Nokia Test, las herramientas que suelo utilizar para indagar en la calidad del panel, ha demostrado tener una calidad global bastante alta.

Su colorimetría no está nada mal, aunque sus negros y el nivel de detalle en regiones oscuras están algo por debajo del nivel de los monitores con panel IPS de precio similar que he analizado. Eso sí, su tiempo de respuesta subjetivo, al margen de los 4 ms que anuncia Lenovo, es fantástico. Durante las pruebas no aprecié nunca ningún atisbo de desenfoque de movimiento (motion blur), por lo que los bordes de los objetos permanecieron completamente definidos y sin halos, por muy rápido que se moviese la cámara.

El teclado, sin embargo, me dejó un sabor de boca agridulce. Es mecánico, y eso me parece un acierto, y también está retroiluminado, algo que suele gustar a los jugones. Sin embargo, las teclas adolecen de una oscilación transversal muy acusada, quizás debido a que su recorrido es excesivo, y también a que su construcción no es ni mucho menos perfecta. Creo que este equipo merece un teclado más cuidado, por lo que yo no dudaría en cambiarlo por un teclado mecánico de más calidad, como, por ejemplo, el Omen 1100 de HP del que os hemos hablado en otras ocasiones.

A diferencia del teclado, el ratón de la familia Y que acompaña al Legion Y920 sí me ha dejado un buen sabor de boca. Su ergonomía está lograda, el tacto de los botones y la rueda central es muy agradable, tiene nueve botones programables, su peso es ajustable y tiene una resolución seleccionable de hasta 8.200 ppp. Incluso me ha gustado que su cable sea tan maleable, así que podría disfrutarlo durante mucho tiempo sin necesidad de cambiarlo.

Por último, los auriculares que nos propone Lenovo para acompañar a este equipo, que, de nuevo, pertenecen a la serie Y de productos para jugones, son resultones. Su diseño es circumaural, lo que les ayuda a aislarnos con eficacia del entorno; son muy cómodos y pueden reproducir sonido envolvente con topología 7.1. Su calidad de sonido no está nada mal, pero no me ha enamorado. Y no lo ha hecho por dos razones: su extremo grave tiene pegada, pero le falta nivel de detalle, y, por otro lado, cuando pisamos el acelerador y el nivel de presión sonora es elevado, la distorsión puede llegar a molestar, lo que provoca fatiga auditiva. En cualquier caso, podría utilizarlos sin problema, aunque siempre con un volumen moderado.

Nuestro banco de pruebas

Llegamos a uno de los apartados más interesantes del análisis: el comportamiento de este equipo en nuestro banco de tests. Como podéis ver en la primera gráfica, en el escenario Home Conventional de PCMark 8 este equipo de Lenovo ha rendido de maravilla. Ha sido superado ligeramente por tres «bestias» como son los Omen X y 17 de HP, y el ROG Zephyrus de ASUS, que también cuentan con una configuración espectacular. Pero, aun así, su rendimiento en este escenario, que combina ofimática con producción de contenidos, es estupendo.

Pasamos ahora al segundo escenario de pruebas de PCMark 8: Creative Conventional. Este test analiza la productividad del equipo cuando debe enfrentarse a la creación de contenidos y la reproducción de varios hilos (threads) de vídeo simultáneamente. Y, de nuevo, el Legion Y920 ha demostrado desenvolverse sin problema en este escenario de uso, algo que cabía esperar dada su potente configuración.

En 3DMark, más de lo mismo. De nuevo, la propuesta de Lenovo ha arrojado un resultado muy bueno. De hecho, ha superado con holgura los 12.000 puntos, acercándose mucho al rendimiento en este test del Omen 17 de HP, otro equipo con una configuración a prueba de jugones exigentes. En cualquier caso, lo realmente importante es que esta prueba nos prepara para lo que vamos a comprobar a continuación: cómo rinde el Legion Y920 con motores de juegos reales, más allá de los resultados que ha arrojado en las pruebas sintéticas.

La gráfica que tenéis debajo de estas líneas no deja lugar a dudas: el Legion Y920 es capaz de mover con absoluta soltura todos los juegos con los que lo hemos probado a una resolución de 1.080p y con la calidad de imagen más alta. Da igual qué tipo de filtrado de texturas y de suavizado de los bordes dentados activemos: el rendimiento del equipo apenas se resiente.

Este PC puede mover muy por encima de los 60 FPS casi cualquier juego a 1.080p y con la máxima calidad de imagen

Y, cuando lo hace, como podéis ver, la cadencia media de imágenes por segundo se mantiene muy por encima de los 60 FPS. Además, cuando se produce alguna caída brusca muy raramente esta tasa baja de los 60 FPS, por lo que la fluidez es total, como cabe esperar de la GTX 1080 que calza este PC.

En nuestras pruebas hemos utilizado el monitor curvo Full HD de 27 pulgadas que nos entregó Lenovo junto al equipo, y que, por su estética, está diseñado para convivir con él. Pero, dado el rendimiento que este PC ha demostrado en 1.080p con los motores de juegos reales, y también que su configuración es prácticamente idéntica a la de otros ordenadores que hemos probado recientemente, puedo adelantaros que el Legion Y920 es capaz de mover juegos a resolución 4K UHD de forma consistente arrojando cadencias medias por encima de los 30 FPS, por lo que la experiencia de juego en estas condiciones debería ser también satisfactoria.

(*) El título completo de este juego es «Rise of the Tomb Raider».

Para medir el ruido que emite este PC recurrí a mi habitual sonómetro Velleman DVM805. Cuando está sometido a bajo estrés, por ejemplo, al utilizar aplicaciones ofimáticas o navegar en Internet, su nivel de ruido oscila entre 49 y 50 dB. Al ejecutar juegos se incrementa de forma puntual muy ligeramente, alcanzando picos de 52 dB, lo que está realmente bien porque este ruido puede quedar en gran medida enmascarado por el sonido de los propios juegos.

Por último, la prueba para discos duros que incorpora SiSoft Sandra dejó en buen lugar las dos unidades que incorpora este PC, aunque, como es lógico, el disco SSD fue el que salió mejor parado. La unidad mecánica, que, como he recogido en la tabla de especificaciones, es un disco Seagate de 2 Tbytes con interfaz SATA600 y 7.200 rpm, arrojó un tiempo de acceso aleatorio de 8,33 ms y una velocidad de escritura media de 168,37 MB/s.

El disco SSD, que es un Samsung con una capacidad de 512 Gbytes, evidenció un tiempo de acceso aleatorio de tan solo 8 μs y alcanzó una velocidad de escritura media de 524 MB/s, lo que nos recuerda, una vez más, la claridad con la que las unidades de almacenamiento de estado sólido aventajan a los discos duros mecánicos.

Lenovo Legion Y920: la opinión de Xataka

Basta echar un vistazo a las especificaciones de este PC para darse cuenta de que Lenovo ha apostado sobre seguro. Un ordenador que cuenta con componentes como el microprocesador, la tarjeta gráfica, la memoria y el disco SSD que tiene este equipo es casi imposible que no nos ofrezca un rendimiento impactante. Así que en este terreno nuestro banco de pruebas no ha hecho otra cosa que refrendar nuestras sospechas iniciales: este Legion Y920 es capaz de ofrecernos una experiencia de juego a la altura de lo que cabe esperar de un PC de alta gama hoy en día.

En su haber tiene, además, unas posibilidades de ampliación muy interesantes, como son la capacidad de instalar dos tarjetas gráficas en configuración SLI, e, incluso, de optar por un sistema de refrigeración líquida, una mejora que tiene sentido si nos interesa practicar overclocking a lo grande. Y, en el ámbito puramente estético, me quedo con ese en mi opinión acertado equilibrio entre modernidad y sobriedad del que carecen muchos otros equipos para jugones, que suelen ser mucho más llamativos (a veces en exceso, aunque, por supuesto, esta es una afirmación completamente subjetiva).

Aunque no es perfecto, nuestra valoración global de este equipo es muy positiva, sobre todo, por la calidad de sus componentes críticos y por su rendimiento general

A pesar de todo, este ordenador no es perfecto. No tiene grandes carencias, pero, precisamente, son los detalles los que suelen marcar la diferencia entre un producto de notable alto y otro que merece un sobresaliente. Y este PC es de notable alto. Lo que echo de menos, como he mencionado a lo largo del artículo, es un chasis con un acabado un poco más lujoso materializado en unos plásticos de mayor calidad; una fuente de alimentación con más potencia de salida de alguna de las marcas con mejor reputación entre los aficionados a los juegos, y, aunque de forma estricta este componente no forma parte del equipo, también me habría gustado que el teclado que nos ha propuesto Lenovo tuviese más calidad.

En cualquier caso, mi balance global es positivo porque, como veis, los apartados que, en mi opinión, se pueden mejorar, no son críticos. Pero a un equipo con la ambición y el precio que tiene este Lenovo hay que exigirle. ¿Mi veredicto final? Si buscas un PC de gama alta que te sirva, ante todo, para jugar, tu presupuesto es generoso y encuentras este Legion Y920 a un precio interesante, apúntalo en tu lista de candidatos.

El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de Lenovo. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas

Más información | Lenovo
En Xataka | "El mercado de gaming está ayudando a reducir la caída de los PCs", entrevista a Francois Bornibus (Lenovo)

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