El salto al coche eléctrico se le está resistiendo a Mercedes que no consigue las ventas esperadas
La eficiencia sigue siendo la gran tarea para conquistar al público de masas
El coche eléctrico está siendo un dolor de cabeza para Mercedes. En 2021, la compañía germana anunció que sería una marca completamente eléctrica en el 2030. Se guardaban, con todo, un as debajo de la manga "Siempre que el mercado lo permita", dejaban claro por aquel entonces.
En febrero de este mismo año, Ola Källenius, CEO de la compañía, ya empezaba a dejar claro que quizás la piscina de la movilidad eléctrica no estaba tan llena como pensaba. "Tal vez hubo demasiado optimismo en la industria", apuntaba al medio alemán Die Zeit. Con aquellas palabras dejaba la puerta abierta a nuevas inversiones en el desarrollo de motorizaciones de combustión.
Entre 2021 y 2024, la tendencia de compra de eléctricos en Mercedes ha ido creciendo. De hecho, según datos recogidos por Statista, la cuota de mercado llegó a superar el 10% el pasado año. Unas cifras que, sin embargo, se han frenado en seco este 2024.
Salvo milagro, todo indica que Mercedes sufrirá un severo ajuste en las ventas de sus coches eléctricos. Al finalizar el tercer trimestre del año (últimos datos aportados por la compañía), Mercedes ha vendido 135.908 coches eléctricos, por los 174.471 del mismo periodo de 2023. Es una caída del 22%. Al contrario, sus híbridos enchufables sí han crecido (14%), pasando de las 115,429 unidades vendidas al finalizar el Q3 de 2023 hasta las 131.464 matriculaciones de este año.
En este año de ajuste, el coche eléctrico que más clientes ha perdido ha sido, probablemente, el Mercedes EQS. Mercedes no da datos de modelos concretos pero sí sabemos que mientras que su división de coches deportivos topes de gama (Mercedes-AMG) ha colocado 2.100 unidades más que el año pasado en el Q3, los vehículos de lujo han sufrido una severa caída, pasando de 36.100 unidades vendidas en el Q3 de 2023 a 26.000 unidades en el mismo periodo de este año 2024.
China, donde el Mercedes EQS debía ser un coche de referencia, ha caído en sus ventas hasta el punto de matricular menos de una decena de unidades desde el pasado verano. Y eso que ha rebajado su precio hasta la mitad. Junto al Mercedes EQE, parece que la apuesta de Mercedes por ofrecer un vehículo altamente tecnológico y disruptivo con el clásico clasicismo de la compañía ha espantado a sus clientes más adinerados.
Ante una respuesta que no es la que esperaban, Mercedes parece dispuesta a centrarse en los modelso clásicos de la compañía, discontinuando el Mercedes EQS antes de tiempo. Pero, sobre todo, centrando sus esfuerzos en los últimos meses en el Mercedes CLA eléctrico, un coche que promete ser una revolución para la marca, llamado a rivalizar con Tesla y que optará por una curiosa tecnología que hace del Taycan un coche eléctrico único.
La importancia de la eficiencia
En ese esfuerzo constante para demostrar con el Mercedes CLA eléctrico que la compañía puede seguir siendo relevante, los germanos se han centrado en hablar de eficiencia. Desde que apareciera por primera vez un concepto ya muy cercano al modelo de producción en septiembre de 2023 han hecho hincapié en ello reiteradamente.
En sus mensajes, Mercedes siempre ha optado por priorizar los bajos consumos frente a las baterías enormes. Sus coches de mayor tamaño las montan pero aseguran que su Mercedes CLA eléctrico ha homologado unos consumos de 12 kWh/100 km y 750 km de autonomía. Es decir, la batería debería rondar los 65-70 kWh, un tamaño que se podría antojar pequeño y que es clave para reducir el precio del vehículo y que no se dispare, como le pasó al Mercedes EQE, para conseguir que sea rentable.
Para hacernos una idea, el Tesla Model 3 de Gran Autonomía monta un solo motor eléctrico y una batería de 75 kWh con los que consigue 702 km de autonomía homologada y 12,5 kWh/100 km de consumo. Son cifras que Mercedes espera superar, lo que sería clave para colocar sus coches en Europa y, sobre todo, en Estados Unidos donde Tesla se ha hecho con una cuota de mercado que asusta.
Con China en horas bajas, este mercado es clave para Mercedes y la compañía necesita poner en el mercado un coche que rivalice en el número de kilómetros que puede realizar con los modelos de Elon Musk. Es básico en un país de distancias enormes y una red de recarga con demasiados agujeros.
Para conseguirlo, Mercedes optará por una solución que ya aplicó Porsche con su Taycan. El gran coche eléctrico de Porsche cuenta con una caja de cambios de dos relaciones con las que consigue una mayor respuesta de sus motores eléctricos cuando han superado los 95 km/h. Pero esta solución también le permite mejorar los consumos y reducir el desgaste de los motores eléctricos, como explican en Diariomotor.
Es esto último lo que le interesa a Mercedes. Justo ahora, la compañía ve cómo Porsche ha conseguido aunar en un mismo coche deportivo una máquina eléctrica con la que hacer curvas y una eficiencia muy alta. Con su renovación, el modelo base ha pasado de homologar un consumo de 19,6 kWh/100 km a 16,7 kWh, pese a que la batería es más grande (y pesada), siendo ahora de 89 kWh, por los 79,2 kWh de capacidad anteriores. La potencia se ha mantenido en los 408 CV.
Apuntando a un pecio más alto que el Tesla Model 3, en Bloomberg recogían las palabras de Stephen Reitman, analista de Bernstein, quien asegura que "Mercedes necesita hacer de este coche uno de volumen", como un gasolina. Como recogen en Híbridos y Eléctricos, la adopción de una caja de cambios para el modelo eléctrico es un aumento de la complejidad del conjunto y un reto en la reducción de costes.
Pero si el resultado merece la pena, Mercedes podrá dar un golpe encima de la mesa frente a sus rivales, especialmente ante los germanos, y posicionar su coche como un rival directo de Tesla allí donde más brilla.
Foto | Mercedes
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