Desde que la Unión Europea se posicionara en favor de los coches eléctricos, hemos ido escuchando voces que vaticinaban un aislamiento eléctrico europeo. Especialmente desde que se confirmara la prohibición de vender coches de combustión más allá de 2035.
Las presiones por parte de Alemania e Italia, en mayor medida, y voces como la de uno de los comisarios europeos, que animaba a la industria europea a seguir vendiendo motores de combustión fuera de las fronteras del continente han acrecentado las voces que aseguraban que Europa se quedaría sola en el salto al coche eléctrico.
Sin embargo, la transición al coche eléctrico también se está extendiendo entre las firmas estadounidenses. No sólo por ampliar su oferta de productos, también porque viejas firmas, que ya han intentado entrar en Europa en otras ocasiones, ven con buenos ojos una nueva ofensiva. La acogida de Tesla o del Ford Mach E son buenos ejemplos de ello.
Aprovechando que los coches eléctricos ofrecen un amplio margen de beneficios, conglomerados como General Motors, cuyas andanzas europeos siempre han sido irregulares, ven con buenos ojos desembarcar en el Viejo Continente. La estrategia es sencilla: ofrecer productos de lujo o hiperlujo, de gran rentabilidad y con venta online para reducir costes y riesgos, explica Guillermo García Alfonsín.
General Motors va a volver a Europa... en modo "start-up", según sus propios directivos.
— Guille G. Alfonsín (@GuilleAlfonsin) August 1, 2022
Bueno, de hecho, nunca se ha terminado de ir, ya que vendió 1000 coches en el viejo continente el año pasado, entre Cadillacs y Corvettes.
Cadillac Celestiq, la respuesta al Rolls-Royce Spectre
También en declaraciones a Autocar, los responsables de General Motors han confirmado su intención de volver a Europa. "Lo más hermoso de la transición a los vehículos eléctricos es la flexibilidad que podemos ofrecer con esas plataformas. Será apto para su propósito en Europa", apuntó Mahmoud Samara, responsable de General Motors en nuestro continente.
Y uno de los coches más rumoreados que desembarcarán en Europa y que mejor encajan en la estrategia explicada por el conglomerado automovilístico es el Cadillac Celestiq, una inmensa berlina eléctrica que espera competir con el Rolls-Royce Spectre en el mercado del hiperlujo. Unidades hechas a mano, bajo encargo y de gran rentabilidad. Mucho beneficio y muy poco riesgo. Sobre todo porque cada unidad se situará entre 300.000 y 400.000 euros.
Como vehículo, el Cadillac Celestiq es excesivo en todo. Una enorme berlina de 5,48 m de largo que bebe de la estética puramente americana, especialmente en su zona trasera. Contará con dos motores que sumarán 600 CV y un par motor de 868 Nm. Capaz de alcanzar las 60 mph (0-96 km/h) en 3,8 segundos. Su batería tendrá una capacidad de 111 kWh para un máximo de 483 kilómetros de autonomía.
En el interior, tras el Hyperscreen de Mercedes, volvemos a encontrarnos una gran pantalla capaz de cruzar todo el salpicadero. 55 pulgadas de superficie acristalara separada en lo que parece tres pantallas. En la zona inferior, una más a modo de gran tablet denominada "centro de mando delantero" de 11 pulgadas. En la zona trasera, un nuevo "centro de mando", este de ocho pulgadas, y dos pantallas (12,6 pulgadas cada una) en los reposacabezas delanteros para las plazas traseras. Para manejar todo, servicios de Google, como Google Assistant, Google Maps y Google Play.
Para la iluminación interior, 450 LED personalizables y 18 posibles animaciones, sistema de sonido AKG con 38 altavoces y 3 amplificadores, que incluye cancelación activa del ruido de la carretera. Para disfrutar de ello, el sistema Ultra Cruise garantiza los sistemas más avanzados en conducción autónoma que, además, prometen actualizaciones de 2024 en adelante.
El nuevo Cadillac Celestiq entrará en producción en diciembre de 2023.
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