El segundo trimestre de 2024 ha sido malo para Ford en lo que se refiere a coches eléctricos. Como contábamos hace unos días, la compañía ha perdido más de 2.400 millones de dólares en la primera mitad del año y anticipa 5.000 millones de dólares en pérdidas a final del mismo.
El problema es acusado. En primer lugar porque en 2022 partieron la empresa para poder ganar terreno en el mercado del coche eléctrico y reducir la diferencia con Tesla, que domina con puño de hierro en Estados Unidos. Aseguraban que con Ford Model e (su división eléctrica) podrían trabajar más rápido, de forma más ágil, mientras que Ford Blue (combustión) sostendría el negocio.
Como un balancín, el peso de la responsabilidad debía caer estos primeros años en Ford Blue, que tiene el objetivo de conseguir los ingresos suficientes para que el salto al coche eléctrico no se coma la salud financiera de la empresa. Poco a poco, ésta debería ir disipándose, ganando fuerza Ford Model e en un traspaso controlado de poderes.
Pero Ford asegura que se está encontrando con un problema. Necesita vender coches eléctricos pequeños. En Estados Unidos, los clientes no están dispuestos a hacerse con enormes coches eléctricos y los vehículos de menor tamaño son una excepción.
En una llamada a inversores, Jym Farley, CEO de la compañía, ha explicado el problema que tienen entre manos.
"No se sostiene"
Estas han sido las palabras con las que Farley ha resumido el asunto, según InsideEVs, en una llamada a inversores: "eso no se sostiene en la era eléctrica".
Las palabras hacen mención al modelo de negocio con el que debe trabajar la compañía en los próximos años. En la primera mitad del año, Ford ha vendido un 22% menos de coches eléctricos que en el mismo periodo de 2023. Y la tendencia es mala, porque en el segundo trimestre este apartado alcanzó una caída del 26% en las cuentas de la empresa.
Para hacernos una idea del peso de cada mercado para Ford, durante los últimos años en Estados Unidos han vendido más de dos millones de vehículos (llegaron a tres hace una década), mientras que en China (segundo país más importante) se mueve en medio millón de vehículos. En toda Europa, sus ventas ya han caído por debajo del millón de automóviles.
Y este contexto es realmente malo para la compañía. Durante la presentación del Ford F-150 Lightning lanzaron el ambicioso mensaje de que el coche podía "empeñar toda la empresa" si no se vende como esperan. Los del óvalo confiaban en que los coches eléctricos de gran tamaño empezaran a tomar fuerza a corto plazo en Estados Unidos pero las ventas siguen atascadas.
Según ha informado Farley, los coches eléctricos de gran tamaño no están consiguiendo conquistar a los clientes porque son muy caros y sus compradores no están dispuestos a gastarse ese dinero en esta tecnología. Es algo así como lo que dijo el CEO de Mazda, quien aseguraba que Tesla vendía por ser Tesla y no por vender coches eléctricos en sí mismos.
Si hablamos de coches de gran tamaño, asegura Farley, lo mejor es optar por vehículos de combustión, a los que se les puede sacar un mayor margen de beneficio. Asegura que a ese tipo de vehículos hay que añadirles baterías enormes si se quieren pasar al eléctrico y eso reduce las posibilidades de rentabilizarlos. Es algo que ya han experimentado con el Ford Mustang Mach E en el pasado.
Estas palabras de Farley se recogen en InsideEVs. Asegura que para Ford, es mucho más rentable producir un coche de combustión de gran tamaño que uno pequeño y que por eso la compañía ha virado hacia vehículos más costosos de gasolina. "Eso no se sostiene en la era eléctrica", ha recalcado el CEO.
El CEO de Ford explica que los coches eléctricos más rentables son los pequeño porque su batería es menor y, por tanto, se pueden jugar con márgenes de beneficio mayores. Por eso, la compañía está convencida de lanzar un modelo completamente eléctrico por debajo de 30.000 dólares en los próximos años y ha optado por asociarse con Volkswagen para poder contar con modelos que sigan estas máximas en el presente.
El problema para la compañía es que, en Estados Unidos, todavía se les da la espalda a estos automóviles y este mercado es clave. Además aunque el crecimiento de los modelos completamente eléctricos sigue siendo lento, los planes también pasan allí por ir reduciendo, poco a poco, el volumen de emisiones de sus coches de combustión. Esto, de nuevo, vuelve a complicar las cosas a los modelos de menor tamaño.
La estrategia, por tanto, parece clara: vender coches de combustión lo más caros posibles y vehículos eléctricos los más pequeños posible. Es, según Farley, la mejor manera de ganar dinero "en la era eléctrica".
Foto | Ford
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