Cataluña tiene un gran punto débil en sus planes de reconversión al coche eléctrico: vende muchos menos que Madrid

  • Cataluña tiene un millón más de habitantes que Madrid pero su cuota de mercado es un tercio de la capital

  • La industria del automóvil es la tercera de mayor tamaño en Cataluña

Seat
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Se cumple un mes desde que las ayudas al Plan MOVES III para la compra de coches eléctricos cayeran.

Silencio desde entonces.

Por experiencia con lo vivido en otros países, el coche eléctrico necesita de las ayudas a la compra si quiere ganar terreno. Un programa de ayudas ambicioso, estable y duradero es el que ha conseguido que casi la totalidad de los coches vendidos en Noruega sean eléctricos. En el lado contrario, Alemania ha visto cómo sus ventas se desplomaban después de retirar las ayudas de forma forzosa.

Teniendo en cuenta que a España le estaba costando despegar en ventas, corremos el riesgo de desenchufarnos de esta tecnología y volver a dar un paso atrás en la penetración de esta tecnología justo ahora que las marcas empiezan a proponer vehículos a precios más asequibles, con opciones de entre 20.000 y 30.000 euros.

En mitad de todo este contexto, la Generalitat de Catalunya ha presentado un proyecto para reimpulsar las ventas de este tipo de tecnología de la que, además, depende parte de su propia industria del automóvil.

Un plan que gira alrededor del coche eléctrico

El pasado mes de enero de 2025, los híbridos enchufables y eléctricos sumaron 11.358 unidades en España. De ellas, 4.571 unidades se registraron en Madrid. Supuso el 40,24% de las ventas de toda España. La cifra está lejísimos de cualquier otra que le pueda hacer sombra.

Cataluña es la segunda comunidad autónoma más poblada de España y le saca a la Comunidad de Madrid más de un millón de habitantes. Barcelona también es la segunda ciudad más grande de España, solo por detrás de la capital. Pese a ello, en enero solo matricularon 1.624 automóviles clasificados como híbridos enchufables o eléctricos. Un 14,30% del total de las ventas del territorio.

Ante esta perspectiva, el Gobierno de la Generalitat ha presentado un plan para reimpulsar la venta de este tipo de tecnología. El proyecto, como decíamos hace unos días, tiene perspectiva transversal porque también apunta electrificar la flota de las motocicletas.

La intención final es hacer de la industria del coche eléctrico la piedra sobre la que gire el futuro del mercado del automóvil. Para conseguirlo se quieren atacar puntos que se consideran claves:

  • Multiplicar por cinco la red de puntos de recarga disponibles en los próximos cinco años.
  • Préstamos para que autónomos y empresas electrifiquen sus flotas.
  • Electrificar el 90% de la flota que utiliza la administración catalana.

La intención es dedicar 150 millones de euros a sembrar el suelo catalán de enchufes eléctricos. Se quiere pasar de los 9.000 puntos de carga actuales públicos a un total de 45.000 enchufes disponibles. En cuanto a los préstamos, se establecerá una línea de crédito de 400 millones de euros para facilitar el acceso a este tipo de tecnología y tratar de eliminar la barrera del precio de la ecuación.

Durante el anuncio del proyecto la Generalitat catalana hizo hincapié en la importancia de mantener la buena salud de una industria que en la región genera 35.000 personas ocupadas en 10.300 empresas. Por volumen de facturación, la automoción representa el tercer sector de Cataluña.

Foto | Seat

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