Ni el Essential PH-1, ni el iPhone X ni el Xiaomi Mi Mix 2S han logrado un móvil sin marcos. En todos ellos tenemos o bien una muesca/notch, o bien algún tipo de marco que acaba destruyendo nuestros sueños de contar con un móvil en el que todo es pantalla.
Quien lo ha logrado por primera vez es el Vivo NEX, un dispositivo que ya vimos en forma de prototipo con el Vivo APEX y que consigue un ratio de pantalla del 91,24% que de momento está muy por encima de sus competidores. La pregunta, claro, es si el resto de la industria seguirá esta tendencia que obliga a hacer malabarismos con la cámara frontal y que plantea dudas en otros apartados.
La era de los teléfonos (casi) sin marcos
La promesa de ese teléfono sin marcos lleva tiempo rondándonos. Cuando Xiaomi presentó su primer Mi Mix a todos se nos iluminó el smartphone la bombilla: ese era el siguiente gran salto de la movilidad.
Así fue como llegaron móviles en los que los marcos se reducían a su mínima expresión. El Essential PH-1 fue el que más se acercó a la perfección, y de hecho se adelantó a la 'fiebre notch' antes de que todos nos apropiáramos de esa palabreja en nuestro vocabulario tecnológico gracias a la excelsa Apple y a su no menos excelso iPhone X.
Si no tienes notch no eres nadie, debieron pensar los responsables de dispositivos Android, porque poco después todos fueron cayendo y aquel elemento de diseño se acabó incorporando tanto en terminales de gama de entrada como en topes de gama de todos los fabricantes.
El objetivo era parecer un iPhone X aprovechar la pantalla al máximo y si esa era la forma de hacerlo, que así fuera. La mayoría de móviles presentados en los últimos meses han hecho buena esa práctica, pero ninguno de ellos parecía plantear un futuro en el que por fin contáramos con un móvil que fuera todo pantalla.
Del sueño de unos a la realidad de otros
Y así llegamos a conceptos como el de un prometedor Lenovo Z5 que se quedó solo en eso... al menos en el ámbito de su frontal. El fabricante no cumplió su promesa, y cuando por fin lanzó el dispositivo lo hizo con pocos marcos... y con notch, claro.
Sin embargo durante el pasado Mobile World Congress de Barcelona apareció un dispositivo esperanzador. En realidad era el prototipo de un dispositivo esperanzador.
El Vivo APEX de repente llevaba la idea del 'todo pantalla' a otro nivel y apostaba por un sistema retráctil para la cámara delantera.
Ni una, ni dos, sino tres tendencias de futuro
Ese concepto no ha tirado de excusas para quedarse en eso: en Vivo han sido ambiciosos y lo han convertido en una realidad con el Vivo NEX, un smartphone que se presenta en dos variantes (una menos potente con el Snapdragon 710 y otra más ambiciosa con el Snapdragon 845) y que en ambos casos cuenta con al menos tres características que podrían convertirse en tendencia en los próximos meses (y años).
La primera, la verdadera protagonista: ese frontal que es (casi) todo pantalla. Los marcos están ahí porque aún parece que se le puede rascar algo a ese 91,24% de aprovechamiento de pantalla, pero ningún dispositivo antes había logrado lo que ha logrado el Vivo NEX. Es un prodigio de la tecnología, sin duda.
La segunda, esa cámara frontal retráctil que se despliega cuando queremos sacar un selfie o una foto desde ese sensor de 8 Mpíxeles y apertura f/2.0. Otros como el Bluboo S2 lo intentaron con ideas algo más curiosas, y de hecho en octubre de 2014 vimos cómo el ya olvidado Oppo N3 hacía uso de una singular cámara rotatoria para ahorrar espacio.
La tercera, el sensor de huellas integrado en pantalla, que ya vimos en el Vivo X20 UD y que incluso probamos para confirmar algo sorprendente: que funcionaba estupendamente.
Las tres tendencias de futuro que ya son protagonistas en el Vivo NEX son sin duda la demostración de que la innovación no es cosa solo de las grandes de la tecnología, aunque ciertamente estos logros plantean dudas. ¿Puede un móvil sin marcos ser realmente el próximo paso de la movilidad?
Barreras físicas
A falta de ver cómo se comporta el Vivo NEX en la práctica, lo cierto es que su hoja de especificaciones no difiere mucho de la que podríamos pedirle a otros gama alta del mercado. El Snapdragon 845, los 8 GB de RAM y los 256 GB de capacidad (ampliables) de la versión más ambiciosa desde luego dan una idea del nivel de componentes que ofrece este fabricante.
Las dudas no están tanto ahí como en otros apartados de los que ya hemos hablado en el pasado. El primero y más importante es, claro, cómo afecta esa cámara frontal desplegable a la "salud" de nuestro dispositivo. Ciertamente parece hacerlo más frágil, ya que introducir un sistema mecánico para desplegar y esconder esa cámara frontal podría acabar convirtiéndose en un problema en el dispositivo.
De hecho el riesgo de que algo se estropee —sobre todo esa cámara frontal— si se nos cae el móvil parece aumentar, y también parece que aumentan los obstáculos para hacer móviles resistentes al agua y al polvo.
A esas dudas prácticas se suman otras tecnológicas, como el rendimiento del altavoz o altavoces —no parece un gran problema— o los sensores de luminosidad y proximidad que por lo visto tampoco plantean problemas en el dispositivo de Vivo.
El impacto de de dichas decisiones no parece notable salvo en el caso de esa cámara selfie desplegable, y desde luego parece que el Vivo NEX plantea un cambio de tercio singular en la industria. Ahora queda por ver si este es el primero de muchos o se queda en un producto anecdótico de una industria que ansía grandes innovaciones pero que se encuentra demasiado cómoda con las pequeñas mejoras iterativas.
Imagen | Ben Geskin
En Xataka | Copiar el notch del iPhone X no tiene sentido si se hace por las razones equivocadas
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