Comer es algo difícil. Durante millones de años, los seres humanos comimos en comunidad. Aprendiendo por ensayo y error cómo aprovechar mejor los recursos que nos daba la tierra (ya fuera por voluntad propia o tras trabajarla larga y pesadamente). En aquellas culturas comunitarias, de pueblos perdidos, abadías recónditas y tradiciones centenarias, estaba todo lo que sabíamos sobre comer para estar fuertes y sanos.
Normalmente, había muchas cosas equivocadas. Skinner estudió lo suficiente el comportamiento supersticioso en las palomas, como para saber que el simple azar nos lleva la cabeza, la familia y la sociedad de rituales vacíos e intentos por gestionar nuestra propia ansiedad. Pero, de repente, eso se acabó.
Aprender a comer de nuevo

Sin embargo, el siglo XIX fue un disparo en mitad de un concierto. Los procesos de industrialización se desbocaron y cientos de miles de personas abandonaron sus casas para fabricarse un futuro. Llevaron muchas cosas consigo, pero otras muchas cosas se quedaron en casa.
Entre el insalubre urbanismo de las colonias industriales, las inacabables horas de faena y los girones de las redes sociales tradicionales, los hombres y las mujeres tuvimos que aprender a cocinar de nuevo. No fue fácil.
En 1894, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, viendo el desastre que tenía entre manos, publicó la primera dieta oficial del país. En aquella época no se sabía prácticamente nada sobre nutrición, pero la desnutrición y los problemas de salud derivados de la alimentación se estaban convirtiendo en endémicos.
El Departamento optó por hacer algo con lo poco que tenían. Muy poco después, el interés por la comida que se consumía empezó a crecer y las primeras décadas del siglo XX vieron como nacían las primeras agencias modernas dedicadas al control alimentario en todo el mundo.
La geometría de la alimentación

En 1940, las restricciones de la guerra hicieron que algunos países empezaran a crear “círculos alimentarios”. Eran esquemas sencillos que permitían explicar a la población qué grupos de alimentos eran fundamentales para tener una alimentación sana y equilibrada. El que más éxito tuvo fue el modelo de “los cuatro básicos” que proponía una dieta basada fundamentalmente en (1) frutas y verduras, (2) productos lácteos, (3) carnes y proteínas y (4) cereales.
En los años 70, en medio de una crisis alcista de los precios de la comida, el Gobierno sueco lanzó un programa muy similar centrado en explicar cuáles eran los alimentos “básicos” y cuáles eran los alimentos “complementarios”. En el fondo, eran sistemas muy parecidos a los que ya se usaban por medio planeta

Anna Britt Agnsäter, de la Kooperativa Förbundet (Unión Cooperativa Sueca) se dio cuenta de que tanto el sistema de los 4 básicos, como el nuevo sistema del Gobierno tenían un gran problema: no decían cuánto había que consumir de cada producto (o grupo de ellos).
Así nacía la ‘pirámide alimentaria’. Una forma rápida, eficaz y sencilla de transmitir lo básico que había que saber sobre alimentación. Y, casi de inmediato, su éxito fue brutal. Era algo capaz de intervenir en la dieta de las personas.
Tanto que se convirtió en el campo de batalla de una enorme pelea entre investigadores, gobiernos y productores. Para la industria alimentaria, la pirámide no solo era un asunto de salud pública, sino que constituía una ayuda (o un perjuicio) del gobierno. No sorprendo a nadie si digo que eso acabó por llenarla de problemas.
Un terreno de batalla

El mejor ejemplo es la primera pirámide que elaboró, oficialmente, el Gobierno estadounidense en 1992. A diferencia de la pirámide sueca, tenía un apartado específico para los lácteos. La intención de esa sección era transmitir que, de una forma u otra, los lácteos eran necesarios para una buena alimentación.
Algo que, después de la infancia, es cuestionable. Muchas culturas son, aún hoy, mayoritariamente intolerantes a la lactosa y su consumo de lácteos es casi inexistente. Sin que eso signifique que sus dietas son insalubres. Como eso hay muchísimos ejemplos: azúcares, carbohidratos, grasas... La pirámide está llena de mentiras y medias verdades.
Hay dos grandes motivos para entender cómo se ha ido elaborando la pirámide alimentaria: el primero es la presión de los lobbies de la industria alimentaria que entienden que eso es un tema central de su agenda de asuntos públicos. Y saben, mejor que nadie, que miles de millones se deciden en esas pirámides.
La segunda es, como decía Nina Teicholz, el abuso de los estudios epidemiológicos (muchos financiados por la industria) en la elaboración de estos trabajos. Yo soy un fan total de los estudios epidemiológicos, pero incluso yo soy consciente de lo que son (o no son) capaces de hacer. Que encontremos una relación entre vivir más y comer queso no quiere decir que comer queso alargue la vida. Eso es algo básico que olvidamos a menudo.
En los últimos años, la pirámide ha sido objeto de debate llegándose a aprobar incluyendo suplementos y alcohol, y se ha dejado de usar (o reformado) en numerosas ocasiones. Sin embargo, hay una gran lección que aprender de ella: en alimentación, nada es neutral. Ni mucho menos, la dichosa pirámide.
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52 comentarios
otario
Se habla de los lobbies de la industria alimentaria, pero ignoramos los lobbies de la industria de la comida sana, que nos venden superalimentos, alimentos orgánicos, bio, saludables, ecológicos...
Nos aparecen nuevos enemigos, la lactosa, el gluten, el azúcar, las grasas, la carne roja o de cualquier color, los huevos, pescado...
Parece que solo comen sano los que comen quinoa, brotes de soja ecológicos, y beben agua procedente de glaciares de 10.000 años.
herrmartell
¿Cuál gobierno de norteamerica? ¿El de Canadá? ¿El de EUA? ¿El de EUM?
kawjones
Parece que se parte de la manida y falsa dicotomia de siempre: Los urbanitas comen/comian muy mal en comparación al habitante rural.
"Entre el insalubre urbanismo de las colonias industriales, las inacabables horas de faena .....los hombres y las mujeres tuvimos que aprender a cocinar de nuevo."
¿Aprender a cocina de nuevo?. Nunca supimos cocinar. El campo, lo rural está falsamente mitificado como la arcadia feliz. En el campo se comia fatal, descompensado y de forma nada salubre. Además, la hambrunas estaban a la orden del dia.
Solo una minoria, pero minoria de verdad, podia comer más o menos variado. El resto, casi todos, a base de gachas, cebollas y lo que pillaran por ahí. Lácteos, carne, pescado, prohibitivos. La receta de la "abuela" más socorrida eran las patatas viudas pero viudas de verdad: cocidas y un poco de sal.
La novela picaresca es un buen ejemplo del "saludable campo". La gente no iba a las ciudades por aburrimiento en su arcadia rural sino por propia necesidad. Jornadas de sol a sol por un camastro, un plato de gachas y una manzana agusanada era lo habitual
Y no es verdad que "de pueblos perdidos, abadías recónditas y tradiciones centenarias, estaba todo lo que sabíamos sobre comer para estar fuertes y sanos. " ¿Acaso alguien puede pensar que cambiamos estar fuerte y sanos por vivir en una ciudad escuchimizados y explotados?
No dejamos llevar por las anécdotas de que en tal o cual valle o región la gente vive mucho, pero esa es la excepción. En realidad, y con datos de ahora, "El número de personas que sufren inseguridad alimentaria en zonas de montaña se elevó 30 por ciento entre 2000 y 2012 " tanto urbano como rural pero además "Y si nos centramos sólo en las poblaciones rurales de montaña -que dependen de recursos naturales como la tierra, el agua y los bosques para su sustento- las cifras son aún más dramáticas: casi la mitad de ellos sufre inseguridad alimentaria"
https://aristeguinoticias.com/1112/mundo/uno-de-cada-tres-habitantes-de-las-montanas-sufren-hambre-y-desnutricion-reporte/
BlackHat
Comer equilibrado (para mí es comer los alimentos que den vitaminas necesarias en el día a día), suficientes frutas y verduras con ejercicios y reducir los antojos muy dulces para mí esa es una dieta sana
Carlos
¿Por qué es cuestionable que se considere a los lácteos como necesarios en una buena alimentación? Si no eres intolerante, claro
ehe
Probablemente las pirámides alimentarias no han sido, ni son perfectas, pero es de las herramientas que mas ha contribuido a la educación básica en alimentación saludable. Este articulo desde luego no ayuda a tener una alimentación mas saludable, sino que rema en la otra dirección.
Y son pirámides que dan recomendaciones de grupos de alimentos, no hay ni que consumir todos los de cada nivel. Obviamente no vas a tomar algo que salen en la imagen de la pirámide que no te sienta bien, eres alérgico o el medico te ha recomendado que no tomes.
Usuario desactivado
Yo entiendo que las pirámides nutricionales son correctas, pero incompletas.
Los carbohidratos son la base y fuente de energía, pero no es lo mismo tomar un pan de harina refinada o integral fernentado, que uncereal de desayuno o galleta integral procesada, donde los antinutrientes como los fitatos te los zampas completitos.
Ciertamente la proteína animal puede ser sustituída por proteína vegetal como la de soya, pero es imposible sustituír la Vitamina B-12 que contiene también la carne roja por ninguna fuente vegetal.
Necesarias son también muchas vitaminas y minerales que no son tan fáciles de ingerir en una cantidad necesaria para no acabar con deficiencias, ya mencioné la Vitamina B-12, pero, el Yodo también es indispensable, y para obtenerlo sólo de fuentes alimenticias, creo que sólo en zonas costeras, que va a ser que en los interiores y serranías, si no es por medio del añadido a la sal yodatada, cretinismo y bocio todavía habría.
Otro mineral indispensable o necesario es el consabido Hierro, pero no es lo mismo conseguirlo de las carnes rojas, que de las espinacas, este último sólo puede ser asimilable en una buena proporción si se acompaña de carne o vitamina C, lo mismo el hierro de las legumbres, que gracias a los fitatos, no se asimila, donde lo correcto es agregarle vitamina C al contenido del alimento para que se asimilen mejor los minerales, y/o tratar de reducir los fitatos por medio del remojo y otras técnicas.
Así que para estar bien nutrido, creo yo que no basta una pirámide nutricional.
Saludos
nahald
La hamburguesa que sale como cabecera del articulo es realmente desagradable
Arnau Ledesma
Tengo una amiga nutricionista y cada vez se acepta menos la pirámide de la dieta mediterránea (que permite cosas no saludables) y se habla más de alimentos sanos, comer bien y ya está.