Durante los últimos años hemos visto a distintas administraciones en muy diversos ámbitos geográficos tomar medidas para limitar el consumo de bebidas azucaradas y otros productos similares, como bollería industrial y bebidas energéticas. La última ha venido de la mano del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.
Nueva normativa en el horizonte. El Ministerio de Consumo ultima una norma que, entre otras medidas, prohibiría la venta de productos azucarados, en las máquinas de vending y cafeterías en los colegios e institutos, según ha adelantado El País.
Estos productos incluyen bollería industrial, bebidas refrescantes, y bebidas energéticas, productos con más de cinco gramos de azúcar por porción envasada.
La medida también afectaría a la publicidad que se puede mostrar en estas máquinas; así como la ubicación de estas, que quedarían fuera de acceso para alumnos de educación infantil y primaria.
Más que azúcar. El borrador del decreto plantea restricciones basadas en otros criterios más allá del contenido en azúcar de los productos. La medida contempla por ejemplo limitar las kiloacalorías por porción envasada hasta un máximo de 200. Esto vendría acompañado de un límite adicional: no más del 35% podrían proceder de grasas.
Además, las grasas saturadas no podrán aportar más del 10% de las calorías del producto. El contenido en sal de los productos también pasaría a limitarse de forma que una porción de 200 kcal podría tener un máximo de 0,5 gramos de sal o el equivalente a 0,2 gramos de sodio.
Recorrido por delante. La futura normativa aún tiene que pasar por el Consejo de Estado y por el Consejo de Ministros antes de su aprobación, lo que implica que los detalles pueden variar antes de su entrada en vigor.
Una más en la lista. El último estudio bianual ALADINO, enfocado precisamente en la población infantil española fue realizado en 2023. Aunque observó una disminución del exceso de peso, el sobrepeso y la obesidad con respecto al informe de 2019, los autores señalaban que os valores se mantenían elevados.
Las administraciones se han puesto serias en la lucha contra la obesidad, especialmente la obesidad infantil. Las bebidas azucaradas han sido un blanco habitual en este sentido. Hace unos años, por ejemplo, el Reino Unido introducía un “impuesto al azúcar” que afectaba a este tipo de bebidas. El reslutado fue un éxito según un estudio publicado el año pasado.
En nuestro entorno más cercano los últimos cambios legislativos en esta dirección se han producido a nivel autonómico. En 2023, Galicia ponía sobre la mesa una propuesta para limitar el consumo de bebidas energéticas entre los menores. Estas bebidas, en ocasiones azucaradas representan un problema adicional relacionado con su alto contenido en cafeína.
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Imagen | Kanishka Burnwal
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