Hay destinos que enamoran, sorprenden o defraudan. Y luego hay destinos que directamente le inspiran a uno cuando decide fundar una remota ciudad en la otra punta del planeta, como le pasó hace casi dos siglos a Andrew Mack, un influyente empresario metido a político de Connecticut. En el siglo XIX Mack cruzó el Océano Atlántico y llegó a A Coruña, en el noroeste de España, con el propósito de comprar ovejas. Lo que vio allí debió de fascinarlo hasta tal punto que cuando años después participó en la fundación de una ciudad en Míchigan propuso llamarla Corunna, traducción de "A Coruña" que aún hoy puede verse en algunas webs turísticas.
Ahora en el lejano condado de Shiawassee, a casi 6.000 kilómetros de tierras gallegas, hay una A Coruña "made in USA", con una policía municipal se pasea por las calles luciendo un escudo que parece mostrar la Torre de Hércules.
¿Una Coruña estadounidense? Ni más ni menos. Su nombre oficial es Corunna y se sitúa al este del condado de Shiawassee, en el estado de Míchigan, Estados Unidos. La localidad es pequeña, de apenas 3.500 habitantes, pero eso no le impide actuar como cabeza del condado. A apenas unos minutos en coche está Owosso, la ciudad más grande de Whiawassee y conocida por acoger el castillo en el que daba forma a sus libros el novelista James Oliver Curwood. De Corunna, la web especializada Shiawasee History destaca sobre todo su arquitectura.
Un guiño a Galicia. Su nombre de resonancias gallegas no es casualidad. La propia Cámara de Comercio de Shiawassee explica que la idea de bautizar así al nuevo asentamiento, Corunna, fue de Andrew Mack, un empresario de Connecticut con vocación de político que quiso hacer un guiño a una localidad del otro lado del Atlántico, en Galicia, que había visitado tiempo atrás por motivos profesionales.
"Bautizó la ciudad en honor a A Coruña, España, después de viajar allí para comprar ovejas", relata la institución. La propuesta pareció cuajar entre el grupo de empresarios Shiawassee County Seat Company, el encargado de impulsar el municipio durante sus primeros compases, en la década de 1840. Y así, con ese peculiar guiño a la ciudad del noroeste ibérico, perdura hasta el día de hoy.
Más allá del nombre. El nombre no es el único vínculo entre ambas localidades, como se encargaba de recordar hace años la Oficina de Turismo de A Coruña. Las dos comparten algo más: la heráldica. Si bien no son idénticos, entre el escudo del municipio gallego y el de Míchigan hay parecidos tan claros que en 2019 Turismo de A Coruña deslizaba que su alter ego se había "inspirado" en su emblema.
Las similitudes saltan a la vista: en el centro del escudo hay una especie de faro que recuerda a la famosa Torre de Hércules que debió de fascinar a Mack cuando visitó Galicia. Y al igual que en el escudo de A Coruña, en el de Corunna se aprecian lo que parecen ser conchas repartidas de forma simétrica a ambos lados de la torre.
Un "pueblo pintoresco". Así define la Cámara Comercial de Shiawassee a Corunna, como un "pueblo pintoresco" fundado hacia la década de 1840, próximo al río Shiawassee, plagado de casas históricas de inicios del siglo XX y un elegante palacio de justicia especialmente interesante para los amantes de la arquitectura victoriana, además de un parque urbano con construcciones históricas que se han trasladado allí desde otros lugares precisamente para preservarlas.
"Económicamente, Corunna cuenta con una amplia variedad de pequeñas empresas y está vinculada al comercio del área metropolitana de Owosso y otras ciudades circundantes", comenta el organismo regional antes de recordar que la celebración del 4 de julio del pueblo es una de las mejores del condado.
Galicia, EEUU… ¿Y Canadá? Que haya una Coruña en Míchigan, a más de 5.900 kilómetros de las costas del norte de Galicia, quizás resulte llamativo. Mucho más curioso es que ni la una ni la otra, ni la de España, ni la de EEUU, son las únicas "Coruñas" que existen. En Canadá tienen otra, una Corunna de 6.300 habitantes localizada en el condado de Lambton, provincia de Ontario.
La comunidad forma parte del municipio de St. Clair y, según precisaba el año pasado la CBC, hace 200 años figuró en la quiniela para convertirse en capital del país. En su contra jugó la geografía: muy cerca de EEUU, muy lejos de Quebec.
Otro guiño con historia. Su nombre tampoco es casual. El diario local The Sarnia Journal asegura que el nombre se lo puso Lord Beresford, quien había servido a las órdenes de Jon Moore en la A Coruña gallega durante la batalla de 1809 en el marco de las guerras napoleónicas. Otra versión desliza que Mack contribuyó también al desarrollo de la Corunna canadiense.
Sea o no así, si algo dejan claro ambas Corunna, la del estado de Michigan y Ontario, es que la ciudad del noroeste de Galicia dejaba huella en los forasteros que la visitaban hace siglos. Y que la palabra ha logrado un éxito sorprendente en la toponimia internacional. En 2008 La Voz de Galicia desvelaba que en todo el mundo hay alrededor de una decena de lugares que usan el nombre "Coruña".
Imágenes | U.S. Government, daBinsi (Flickr) y Wystan (Flickr)
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