Japón ha tomado una decisión histórica ante la incertidumbre de EEUU: desplegar misiles que alcanzan Corea del Norte y China

Los misiles de largo alcance estarán desplegados en dos bases militares del Ejército de Autodefensa de Japón en Camp Yufuin y Camp Kengun

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En enero se dio un hecho inusual en varias islas de Japón. Todas comenzaron una serie de simulacros para evacuar la zona en la mayor brevedad. El esfuerzo se explicaba a partir de su geografía: están cerca de Taiwán, zona conflictiva con China. Unas semanas después, otra noticia situaba a la nación nipona sobre aviso: la retirada de las tropas estadounidenses en Okinawa había comenzado. Otra vez, China volvía a aparecer en el marco. Ahora Japón ha tomado una decisión.

Reforzar la defensa. Japón planea desplegar misiles de largo alcance de aproximadamente 1.000 km en su isla meridional de Kyushu. Esto significa que tendrían la capacidad de llegar a objetivos en Corea del Norte y las regiones costeras de China.

La decisión responde tanto a las crecientes amenazas en la región como a la incertidumbre generada por la postura de la administración de Donald Trump sobre los tratados de seguridad con Japón. Según el informe de la agencia Kyodo News, estos misiles serán ubicados en dos bases militares ya operativas y forman parte de la estrategia japonesa de "capacidades de contraataque" en caso de agresión.

La exclusión de Okinawa. A pesar de la importancia estratégica de la cadena de islas Okinawa, ubicada a 110 km de Taiwán, las autoridades japonesas han decidido no desplegar estos nuevos misiles en la zona. Hay una razón de peso: evitar provocar a China directamente. Actualmente, Okinawa ya cuenta con baterías de misiles de menor alcance, pero la instalación de armamento con capacidad ofensiva podría escalar las tensiones en la región. Plus: como decíamos, Estados Unidos ha comenzado a salir de los enclaves, aunque de forma lenta.

El profesor Yoichi Shimada, experto en seguridad en la Universidad Prefectural de Fukui, contaba al Guardian que el aumento de la amenaza por parte de China y Corea del Norte justifica esta medida. En su opinión, Japón debe actuar rápidamente para desarrollar un sistema de defensa más sólido y eficaz.

Japón, Estados Unidos y Trump. Lo cierto es que las recientes declaraciones de Donald Trump han generado preocupación en Japón sobre la solidez de la alianza militar entre ambos países. El pasado 6 de marzo, Trump criticó el Tratado de Seguridad entre Japón y Estados Unidos calificándolo de "no recíproco" al señalar que Washington está obligado a defender a Japón, mientras que Tokio no tiene la misma obligación hacia Estados Unidos. “Ellos hacen una fortuna con nosotros económicamente. Me pregunto quién hace estos acuerdos”, cuestionó.

De fondo, un tratado firmado en 1951 cuando Japón aún estaba ocupado por fuerzas estadounidenses tras la Segunda Guerra Mundial, el mismo que ha sido la base de la defensa japonesa, dado que el país tiene limitaciones constitucionales en su capacidad militar debido al Artículo 9 de su Constitución pacifista, impuesto tras el conflicto.

A este respecto, expertos como Robert Dujarric, de la Universidad de Temple en Tokio, advierten que la relación entre ambos países se encuentra en una situación "delicada". Según él, Japón no puede dar por sentada la asistencia de Estados Unidos en caso de un ataque chino, lo que representa un problema grave de seguridad.

Ubicación estratégica. En cuanto a la gran pregunta, dónde instalarán los misiles de largo alcance, todo apunta a que se desplegarán en dos bases militares del Ejército de Autodefensa de Japón (GSDF) en Camp Yufuin (Oita) y Camp Kengun (Kumamoto), ambos en Kyushu y ya equipados con baterías de misiles. Hablamos de versiones mejoradas del Type-12, un misil guiado tierra-barco desarrollado por la propia nación.

Además, el movimiento es parte de una estrategia más amplia de Japón por modernizar su capacidad militar, algo que, según Dujarric, necesita urgentemente reconsiderar en el cambiante panorama geopolítico.

El tabú nuclear. Es la pata que lleva un tiempo deslizándose cuando se habla de “rearme” en Japón. Desde los bombardeos atómicos en Hiroshima y Nagasaki, el tema nuclear ha sido tabú en el país. Sin embargo, ante la incertidumbre sobre la fiabilidad de la protección estadounidense, expertos como Dujarric sugieren que esta situación podría reabrir el debate sobre la adquisición de armas nucleares en Japón como una solución de disuasión ante amenazas externas.

Una cosa está clara: Japón, que ha dependido históricamente del paraguas nuclear estadounidense, podría verse en la disyuntiva de reevaluar su estrategia de defensa, especialmente si la administración Trump persiste en su enfoque de reducción de compromisos internacionales en materia de seguridad.

Imagen | 出典:防衛省ホームページ

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