China es cada vez más de mascotas. Y menos de bebés. En pleno decible poblacional, con dos años ya de "pinchazo" demográfico y tras ver cómo India la apeaba del primer puesto en el ranking de los países más populosos del planeta, el gigante asiático se afronta una nueva realidad social. Una con más perros y gatos que niños en sus hogares. Lo muestra con claridad Goldman Sachs en un informe reciente en el que avanza que a finales de esta década el país tendrá más de 70 millones de mascotas urbanas frente a 40 millones de niños pequeños.
Hay quien ha visto en esas cifras un jugoso negocio.
Ciudades con más mascotas que bebés. Ese es el panorama al que se enfrenta China según Goldman Sachs, que en su último informe revela cómo las poblaciones de mascotas urbanas del país y la de niños pequeños están siguiendo tendencias diametralmente opuestas. La primera crece. La segunda decrece.
Los datos son elocuentes: en 2017, cuando China sumaba unos 90 millones de niños de entre cero y cuatro años, la población de mascotas urbanas —perros y gatos— rondaba los 40 millones. La firma de análisis estadounidense calcula que este año ambos convergirán en torno a los 58 millones y que para finales de esta misma década, en 2030, China acogerá menos de 40 millones de niños de hasta cuatro años frente a más de 70 millones de mascotas en zonas urbanas.
En la senda de Japón. China se sitúa en la senda de Japón o Estados Unidos, donde el desequilibrio entre niños y mascotas es aún mucho más pronunciado que el que alcanzaría el gigante asiático a finales de esta década. En un Japón inmerso en una grave crisis de natalidad, la población de mascotas ya es cuatro veces mayor que la de niños pequeños, aclara Financial Times. Y en EEUU, el gran mercado de animales de compañía del mundo, los datos del Gobierno y la Asociación Médica Veterinaria hablan de que en 2020 había entre 84 y 89 millones de canes y 60-62 millones de gatos frente a 73 millones de niños, sin tener en cuenta su edad.
Un gran enorme negocio. Más mascotas se traduce en más y mejores perspectivas para la industria que se encarga de su cuidado. Y esa es una idea que subraya el informe de Goldman Sachs. Sus cifras vuelven a ser rotundas. A medida que la población de perros y gatos domésticos crece e incluso supera a la de recién nacidos, el mercado centrado en su alimentación crece también hasta convertirse en un pujante negocio de 12.000 millones de dólares, que es la perspectiva que maneja el analista estadounidense para finales de esta misma década.
Su informe vaticina que la industria de los alimentos para mascotas crecerá en China a una tasa anual compuesta del 8% desde los 51.000 millones de yuanes (7.100 millones de dólares) que manejaba el año pasado a 63.000 millones (8.800 millones de dólares) en 2030. En un escenario más optimista, con un incremento de la demanda especialmente pronunciada entre los dueños de gatos, el mercado podría incluso duplicarse y alcanzar los 15.000 millones de dólares.
Casi 83.200 millones de dólares. Las de Goldman Sachs no son las únicas previsiones que maneja el sector. En otoño la firma iiMedia Research publicó su propio informe sobre la jugosa economía que se está levantando alrededor de las mascotas en China. Su conclusión: en 2023 y tras registrar una tasa de crecimiento compuesta del 20,2% entre 2015 y 2020, ya habría alcanzado en total los 592.800 millones de yuanes (83.190 millones de dólares). Y con perspectivas al alza.
En 2025 alcanzaría ya los 811.400 millones de yuanes (113.600 millones de dólares). Los autores del estudio apuntan a otros segmentos que van más allá de la alimentación, como los complementos, la atención veterinaria o los juguetes.
Buenas perspectivas. "Esperamos un mayor impulso en la tenencia de mascotas en un contexto de natalidad relativamente más débil y una mayor penetración de los animales de compañía en los hogares por parte de las generaciones más jóvenes", señala la analista Valerie Zhou en el informe de Goldman Sachs.
Tras el "boom" chino de las mascotas hay sin embargo una realidad compleja que van más allá de la crisis de natalidad. Durante una entrevista con Financial Times, Laura Luo, que trabaja en la educación en Chengdu —en la provincia de Sichuan—, apuntaba a la atomización de la sociedad. "Mantener una relación con una mascota es mucho más barato y menos difícil que mantenerlas entre personas", añade.
Una sociedad en cambio. La popularización de los animales de compañía es solo una de las pistas que nos hablan de los cambios en los que está embarcada la sociedad china. South China Morning Post deslizaba otra esta semana: las parejas del país cada vez se casan menos. Tanto de hecho que, salvo sorpresa inesperada, todo apunta a que este año caerán a su nivel más bajo de las últimas décadas.
Entre enero y junio se registraron para contraer matrimonio 3,43 millones de parejas, casi medio millón menos que durante el primer semestre de 2023. Si la tendencia se mantiene 2024 cerrará con el nivel más bajo desde finales de los 70.
La otra tendencia, aún más relevante, es la clara caída de la natalidad. En 2023 el gigante asiático registró 6,39 alumbramientos por cada millar de habitantes, lo que sitúa la tasa de natalidad en sus niveles más bajos desde la fundación de la China comunista, en 1949. Con 9,02 millones de bebés, medio millón menos que el año anterior, la población de la nación cayó a 1.409 millones de personas.
Imágenes | GoToVan (Flickr) y Alec @ Taiwan (Flickr)
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