Por mucho que últimamente no pare de hablarse de la desaceleración de la economía china debido a su lucha comercial con Estados Unidos, lo cierto es que el país asiático lleva años perfilándose como la potencial económica del siglo XXI. El único territorio que le faltaba por conquistar era el cultural y gracias a TikTok esta realidad puede tener los días contados. La repentina obsesión de internet con el estilo de vida de Loora y Shen Wang es solo una pequeña prueba de lo que puede conseguir China si trata de vendernos su modelo de consumo.
El fenómeno. Desde finales de la semana pasada, distintos usuarios de Twitter comenzaron a compartir un vídeo corto procedente de TikTok y protagonizado por dos mujeres asiáticas que nadie conocía. El contenido se volvió rápidamente viral porque, aunque encajaba dentro de las dinámicas de TikTok, había algo en él que lo diferenciaba del resto. La forma en la que interactuaban las dos mujeres del vídeo ponía sobre la mesa un juego de poder que no se había visto antes en la plataforma, no al menos de esa forma.
¿Quiénes son? Loora Wang y Shen Wang. La primera es la propietaria de Loora PWD, una firma emergente de moda en China y la segunda su hermana y compañera de trabajo. La diseñadora que ha estado presente en la última edición de la semana de la moda de Shenzhen (ciudad del suroeste de China) ha comenzado a promocionar sus prendas de cara a occidente a través de una de las pocas ventanas que el internet chino comparte con el resto del mundo: TikTok.
TikTok. No es casualidad que haya sido la app china el punto de encuentro entre el público occidental y el fenómeno Loora Wang. De hecho es algo muy estudiado. Desde que la plataforma de vídeos cortos compró Musica.ly (app americana de contenido similar) su crecimiento y posterior globalización no han hecho más que incrementarse. Actualmente, hay más de 500 millones de usuarios activos en todo el mundo por lo que cualquier tendencia tanto occidental como oriental es exportable de una cultura a la otra. El único requisito es que sea haga viral.
Estrategia promocional. Hasta la fecha y gracias al dominio de la creación cultural global, Estados Unidos ha ido imponiendo década tras década su particular visión del mundo y (sobre todo) de los hábitos de consumo. Ahora, con China sujetando el mango de la sartén es cuestión de tiempo que los roles se intercambien, al menos, en todos aquellos canales donde el idioma no sea una barrera.
Teniendo en cuenta que TikTok es una empresa de origen chino, pero donde la comunicación se lleva a cabo a través de vídeos musicales ¿qué mejor estrategia para promocionar un estilo de vida que esta app de vídeos cortos? Y esto es lo que ha hecho Loora Wang en colaboración con su hermana: vender el día a día de una mujer de éxito en China para, de paso, promocionar su marca ropa.
El subtexto. Los vídeos de Loora y Shen Wang tienen un aura que atrae al espectador y este je ne sais quoi tiene que ver con el planteamiento formal de los vídeos. A diferencia del resto de tiktoks a los que estamos acostumbrados, éste es grabado por una tercera persona que esta fuera de plano y observa a las hermanas Wang en sus rutinas diarias. De algún modo, este tipo de filmación recuerda al típico vídeo grabado por un paparazzi que observa la escena desde fuera para después venderlo a los medios de comunicación. Por lo tanto, por herencia cultural al ver este tipo de vídeos "asumimos" que las personas que aparecen en él son importantes.
Los roles de poder donde Loora Wang juega el papel de jefa con su hermana representan junto a la puesta en escena, un subtexto que más que vender ropa pretende promocionar una supremacía económica. De algún modo, estos vídeos buscan trasladar a occidente el poder de "influencia" que tiene su cultura y los agentes activos de ella. Y la viralidad que han conseguido es una prueba más de todo ello.
Imagen: @loora888/Tiktok