EEUU ha decidido que el Golfo de México se llame el "Golfo de América". Canadá se ha vengado con el "café canadiense"

  • "Lo sentimos, Americano. Ahora es Canadiano" se puede leer en la cafetería Kicking Horse Coffee

  • Se ha iniciado un movimiento para renombrar una elaboración que ni siquiera es estadounidense

Canadiano
5 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

En un escenario de tensiones entre países, todo es política. Hasta el café. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca para cumplir con su segundo mandato está siendo un tsunami. Ha puesto patas arriba la industria de los chips, ha llegado con aranceles bajo el brazo para México y Canadá, tiene el coche eléctrico en el punto de mira, así como a las energías renovables, y planea ser más duro con China.

Estas acciones, entre otras, ha despertado un sentimiento de boicot a los productos estadounidenses, y es tan profundo que no se libra ni el café. Pero no una marca o algo así, sino una elaboración: Canadá quiere robar el café Americano. Y México también se apunta.

El Americano no es americano. La historia del café Americano es de lo más curiosa. Hemos visto esta preparación decenas de veces en el cine y en la televisión. También en cafeterías de medio mundo para descubrir que es un café aguado (a grandes rasgos, tiene su “arte” el saber las proporciones) y podríamos pensar que es un ‘invento’ estadounidense. Pero no: resulta que es europeo. Italiano, para ser más exactos.

En Estados Unidos tienen la costumbre de llenar la taza hasta arriba con café solo. El café de filtro está muy arraigado en el país, pero en la Europa de la Segunda Guerra Mundial, el café se bebía de otro modo. Parece ser que, durante la campaña en Italia, los estadounidenses que querían café para disfrutar del trago o mantenerse alerta no aguantaban el espresso italiano (los granos tostados de más tampoco ayudan) y los baristas prepararon una combinación del gusto de sus paladares: un espresso al que añadían agua caliente para rebajarlo.

Café americano

Tensión cafetera. Esa combinación se bautizó como ‘Americano’ y, al final, la participación de los estadounidenses en su creación fue, simplemente, que el café más intenso no era de su gusto. Pero bueno, no deja de ser una preparación que está realmente asentada, pero como decimos, a río revuelto, todo es política y, en Canadá, el ‘Americano’ ya no está tan bien visto.

Recientemente, y debido a las tensiones políticas entre ambos países, algunas cafeterías han tomado la decisión de cambiar el nombre ‘Americano’ por ‘Canadiano’. La elaboración es la misma y, en resumidas cuentas, entre los soldados norteamericanos que combatieron en Italia también había canadienses, por lo que estimarán que tienen el mismo derecho a que el café lleve su nombre.

¿Marketing o rebeldía? Pero no es tanto por apropiación ‘cultural’, por definirlo de alguna manera, como para usarlo de protesta. ¿Contra qué? Pues contra esos aranceles impulsados por Trump (que se están topando con una respuesta canadiense, por otro lado). Fue la cafetería Kicking Horse Coffee la primera que inició este movimiento que ha calado entre la prensa especializada en café y que ha llegado hasta medios como CBC News.

Pero, al mismo tiempo que hay quien ve en esto una forma de reafirmar la identidad canadiense, también hay críticos que estiman que es una estrategia de marketing orquestada para vender más café entre los que tengan ese fuego patriótico. Y sí, Kicking Horse Coffee lleva 16 años llamando ‘Canadiano’ a la elaboración, pero como explican en sus redes, ahora lo hacen oficial y buscan que el resto de cafeterías canadienses hagan lo mismo. Alguna ya ha tomado el testigo.

Canadiano "Por 16 años, Kicking Horse Coffee ha estado llamado Canadiano a los Americanos. Ahora, hacemos de esto algo oficial y pedimos a las cafeterías a lo largo del país que se unan. Llamadlo 'Canadiano'"

México se pregunta cosas. De la manera que sea, la idea ha llegado a una México que se estará acostumbrando al cambio de nombre del Golfo de México por el de Golfo de América (América no por el continente, sino por esa idea estadounidense de que ellos son América). En el país latinoamericano ya hay quien está explorando la idea de renombrar el café americano como ‘café mexicano’ o ‘café de olla’.

Ahora bien, México ya tiene un ‘café de olla’. Se trata de una forma típica de preparar el café en el país que consiste en prepararlo en una olla de barro como si fuera una infusión. Es más típico en zonas rurales que en grandes ciudades, pero el tema no es tanto el nombre como… la política.

Boicot. Veremos si cala esa campaña para sustituir el Americano por el Canadiano (que, por proponer, cada país ahora podría ponerle el nombre que quiera), pero lo que es evidente es que la llegada de Trump está provocando movimientos en todo el mundo.

Ya hemos comentado que en Europa y Canadá hay movimientos que piden el boicot a productos estadounidenses, en redes hay listas de software y hardware europeo para dejar de depender de estadounidense y hasta se han visto virulentas reacciones a productos como coches Tesla. Al lado de las quemas de coches, el Canadiano parece una broma.

En Xataka | La intrincada tecnología detrás de una cápsula de café: cómo Nespresso ha intentado crear un "ecosistema" a lo Apple

Inicio