"No pienso conectar mi lavavajillas a tu estúpida nube". Esa ha sido la declaración de intenciones de Jeff Geerling, un conocido youtuber, tras comprar un nuevo electrodoméstico para su casa. Es algo que estamos viviendo desde hace años: la condena de los productos que nos obligan a espiar todo lo que hacen porque si no no funcionan como teóricamente deberían.
Estrenando lavavajillas. Esta semana Geerling explicaba en su blog y también en un vídeo en YouTube cómo compró un nuevo lavavajillas de la marca Bosch. En concreto, uno de la serie 500, porque lo había visto recomendado en Consumer Reports, una organización de consumidores y usuarios muy conocida en EEUU. Tras la instalación llegó la sorpresa: no podía encenderla y ponerla a funcionar sin más.
Wi-Fi y cuenta online obligatoria. Al intentar ponerla en marcha e iniciar un ciclo de aclarado, Geerling se dio cuenta de que no podía activar esa opción. Tras leer el manual supo por qué. Necesitaba hacer dos cosas primero. La primera, conectar su lavavajillas a su red Wi-Fi doméstica. La segunda, crear una cuenta en el servicio Home Connect de Bosch, lo que le permitiría acceder a la opción de aclarado y a algunas opciones adicionales, como el modo ecológico o de media carga. Ni siquiera podía usar las opciones básicas vía Bluetooth por ejemplo: tenía que conectarla a la red Wi-Fi y crear la cuenta sí o sí.
Si quieres pantalla, toca pagar más. El lavavajillas que compró este youtuber es un modelo que cuesta alrededor de 1.000 dólares. A pesar de ello —o precisamente por eso— no contaba con botones físicos, y los controles son táctiles y están en la puerta del lavavajillas al abrirla. No hay tampoco ninguna pantalla que permita saber cuánto tiempo queda para que el ciclo de lavado termine, por ejemplo. La serie superior, las Bosch 800, sí cuentan con esa pantalla, pero hayque pagar 400 dólares más.
¿Para qué necesito una app del lavavajillas? Como indicaba Geerling, una aplicación local con algún tipo de conexión inalámbrica directa —pero sin conexión al exterior o al resto de los dispositivos de la red local— podría tener sentido, pero esto no lo tenía. Que tengas que controlar prácticamente todas las opciones e información de tu lavadora obligatoriamente a través de una app y de una conexión Wi-Fi era absurdo según su opinión. "No necesito internet en mi lavavajillas", señalaba.
Pocas y malas opciones. Este youtuber es un experto en tecnología y está acostumbrado a buscar soluciones a este tipo de problemas. Habló de cómo quizás podría no utilizar esas opciones avanzadas, pero si te gastas 1.000 dólares en un lavavajillas parece como poco extraño no poder usarlas. También pensó en usar una red VLAN para dispositivos IoT (una red separada y aislada).
Ni hackearla compensa demasiado. Incluso hay una opción aún más técnica, porque alguien ha hecho ingeniería inversa del protocolo de Bosch y ha creado un protocolo HCPY para controlar estos lavavajillas sin que el fabricante pueda hacer nada. Sin embargo eso le obligaría a dedicar varias horas más a ponerlo todo en marcha y lo único que quería era poder usar su lavavajillas de forma sencilla. Y podía devolver el electrodoméstico, pero ya había invertido también tiempo y esfuerzo en instalarlo en casa.
Un lavavajillas no debería conectarse a internet. Para Geerling la estrategia de Bosch es un error absoluto. Entre otras cosas porque si dependes de una aplicación y de un servicio en la nube para usar tu lavavajillas, Bosch tendrá que gestionar y mantener ese servicio, lo que significa dos cosas: o están vendiendo los datos de tu uso del electrodoméstico, o acabarán cerrando el servicio o migrándolo para que sea un servicio de suscripción, algo que ha pasado en escenarios similares.
Y un potencial agujero de seguridad. Pero es que además que un lavavajillas forme parte de tu red doméstica abre otro potencial vector de ataque. Si alguien logra encontrar una vulnerabilidad en los lavavajillas de Bosch, tendrá acceso al resto de tu red de área local. Eso también ha pasado. No una, sino varias veces.
No todo necesita estar conectado. La conclusión de Geerling —con la que coincidimos— es que los electrodomésticos y los productos IoT deberían diseñarse con una máxima: primero que funcionen en local, y luego, si acaso, que funcionen en la nube como algo opcional. Este lavavajillas es un ejemplo de una tendencia que puede tener sentido en algunos ámbitos, pero no desde luego en este concreto.
Imagen | Jeff Geerling
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libre_opinante
Y justo el "usuario" es un youtuber que vive de las visitas a su canal. Que coincidencia.
Creo que nos toman por tontos.
stranno
Los engañabobos del siglo XXI en tecnología son: la IA y la conectividad. Dos cosas que al 95% de la gente no le valen para absolutamente nada, pero que justifican el encarecer un producto que no mejora en lo más absoluto las versiones anteriores.
En cuanto a IA pues cualquier móvil, pero yo creo que el S25 Ultra es el ejemplo máximo. Y en conectividad, pues lo de este artículo, pero sobre todo la L'OR Barista Creatif.
Básicamente la cafetera de cápsulas más vendida del mundo, que no había cambiado durante años, pero que año tras año fueron subiéndola de precio y ofreciendo menos cápsulas en el pack. Hasta que se cansaron de las quejas y ¿Qué hicieron?
Pues obviamente meterle una estúpida conectividad que NADIE usa para mantener o subir los precios. Un Wifi que sirve para (atiende aquí):
- Programar el café. En una cafetera que, thermoblock mediante, tarda en estar preparada TREINTA SEGUNDOS.
- Avisar de que descalcifiques la cafetera. Porque se ve que poner una alarme en el móvil es mucho quebradero de cabeza.
- Configurar "recetas". Esto es, que eche más o menos agua y caliente más o menos.
- Notificaciones de que tienes que pedir más cápsulas. Porque entienden que la gente es medio-retrasada y no sabe que cuando van desapareciendo significa que quedan menos.
Y todo así.
hkakashi
A ver, no es que un electrodoméstico no deba conectarse a internet, lo que no debe en ningún caso es depender de internet para funcionar.
koadri
Mi lavavajillas hace lo mismo conectado que sin conectar. La app solo te notifica si ha terminado el ciclo y lo que vas gastando de agua y energia. Me parece raro este caso o simplemente una dramatización para llamar la atención.
sapito_uy
IOT: software de cuarta corriendo sobre hardware de quinta que le permite al fabricante cobrar mucho más por funciones que nadie necesita y nadie pidió. Otro beneficio asociado es que un gran electrodoméstico que se cambiaba cada 10 años, ahora se cambiará antes, por falta de soporte o problemas de seguridad. Sin olvidar la posibilidad de hacer pagar a los usuarios una suscripción, eventualmente. Para la gente que se niegue a adoptar esta modalidad, gradualmente se dejarán solo los productos de muy bajo coste sin IOT, obligando así a que todos pasen por el embudo.
max.paine.581
La friquez al poder...ponerle controles vía WiFi a un aparato que mueve unos brazos que reparten agua jabonosa. Bien.
fomlimalma
Si hasta dildos conectados al internet y nadie sabe porque
117515
Mas pronto que tarde veremos electrodomesticos por suscripcion. Un pago por uso con un pago inicial simbolico o nulo. Los ricos podran comprarse el lavavajillas de ultima generacion, y los pobres pagaran la suscripcion mensual, que dejara el lavavajillas inservible si deja de pagar.
marta_mmm
Lo que cuenta ese youtuber no es cierto. Yo tengo ese modelo y no necesitas la app ni Internet para funcionar. Con la app puedes configurarlo (pero con las pantallas también), saber datos de consumo,... y además te permite personalizar los programas y añadir a programas al propio lavavajillas. El programa de aclarado es uno de los que no están en el aparato y si quieres usarlo tienes que cargarlo en el lavavajillas con la app. Pero puedes usarlo perfectamente con los programas que trae por defecto.
danielmarin2
Y encima Bosch. Tengo yo dos aires con WiFi para en teoría poder encenderlos en remoto... Y digo en teoría porque lo raro era que estuviesen conectados y pudieses encenderlos. He llegado a verlo online, encenderlo, y 10 segundos después ya no estaba. La cobertura WiFi es buena, de hecho uno de ellos está a dos metros escasos del router. Y no pienses que se reconectaba sólo, que hasta eso lo hicieron malamente y para que funcionen de nuevo tienes que desmontar la tapa, sacar el dongle, esperar, y volverlo a conectar. Todo muy user friendly.
Al final el calvario acabó cuando compré dos ESP32, los configuré con ESPHome y mandé a tomar por... los dongle de Bosch, y encima no dependo ya más de ninguna nube.
TelloCaA
Una opción mucho más economica y totalmente offline podría ser lavar a mano.
Me ahorro 1000 eurazos y controlo todo :D