Enseñar programación a los niños es una idea tan poderosa que hasta los cuatro ex-presidentes de España se pusieron de acuerdo para participar en una misma campaña promocional. La de una iniciativa a nivel mundial que está consiguiendo un nivel de apoyos excepcional, uniendo a partidos políticos de uno y otro color.
Detrás de ella está Hadi Partovi, fundador de Code.org. Hemos podido hablar con él para que nos cuente cómo puede España incorporar la programación en su sistema educativo, qué apoyos ha conseguido su organización y qué beneficios puede tener enseñar a los niños a programar a una edad tan temprana.
En 5 años todas las escuelas de España enseñando programación
A finales del año pasado, Code.org llegó a España con la intención de convertir la programación en una asignatura troncal en primaria y secundaria. Una tarea que no será fácil, pese a las teóricas muestras de apoyo que ha recibido.
"España está preparada y se encuentra ante una oportunidad única", asegura Partovi. "Las escuelas españolas todavía tienen que encontrar la manera en la que los estudiantes participen, pero es un momento ideal en términos de transformación". Y para muestra de ello, el fundador de Code.org hace un repaso a la larga lista de autoridades y personalidades que están a favor de esta iniciativa: desde el actual presidente del Gobierno hasta el Rey, pasando por la industria tecnológica, representada en figuras como el presidente de Telefónica. "Prácticamente cada organización con la que hablamos en España está a favor de enseñar programación", resume Partovi.
Los primeros pasos han sido la creación de becas valoradas en 250 euros para jóvenes docentes, donde les enseñan conocimiento de programación y el desarrollo del pensamiento computacional. Una iniciativa en la que han participado la Fundación Princesa de Girona y el Grupo Planeta. "En 5 años creo que cada escuela española podrá enseñar a programar y en 10 años será un componente básico de todo curriculum".
"Cuando la gente deja de lado sus diferencias es cuando se hacen las cosas interesantes", reflexiona Partovi cuando se le pregunta sobre si es posible poner de acuerdo a los partidos políticos de uno y otro color. "Ahora mismo se están asignando recursos para la formación de los profesores. Es un primer paso muy importante, antes de intentar integrar la programación en el plan de estudios". Unos recursos que, en gran medida, están sustentados por los fondos de recuperación Covid de la Unión Europea.
Hoy hemos tenido el honor de contar con la participación de https://t.co/MZPaUXSELj los Reyes en un taller de la @codeorg durante la semana del talento de la @FPdGi. Gracias @aulaPlaneta @arrola @inakib @Carinaszpilka @JaSantaolalla @sonsolesonega @_anapastor_ pic.twitter.com/t6y05V0Y3p
— Fran Garcia del Pozo (@Fran4Code) March 7, 2022
Pero no todo es un camino de rosas. Si fuera tan fácil, la programación ya sería un componente clave en nuestra educación y lo cierto es que no vemos nada de eso hoy en día. ¿Dónde está el problema? ¿Cuál es el mayor obstáculo? Partovi apunta a un problema de nuestro propio pasado:
"El mayor obstáculo son las personas que nunca aprendieron esto por sí mismas ni están familiarizadas con la programación. Porque hacen suposiciones que no son correctas. Por ejemplo, asumen que es como el cálculo y hacen falta al menos 7 u 10 años para aprender algo. O que la programación es solo para niños. Estos pensamientos de que la programación es demasiado compleja para enseñarla pronto es lo que hay que cambiar. Las personas que no están familiarizadas piensan que no es algo natural para todos los estudiantes. Ese es nuestro mayor desafío".
"Aprender a programar tiene muchos beneficios más allá de las habilidades técnicas"
"El día que murió Steve Jobs fue el momento en que me dije que tenía que hacer esto", nos explica Partovi. "Él fue un modelo para mí. Uno de los grandes líderes en el mundo de la tecnología, que entre otras cosas dijo que todos deberíamos aprender a programar para un ordenador".
Nacido en Teherán durante la etapa de la guerra entre Irán e Irak, Hadi y su hermano gemelo lanzaron Code.org en 2013. Una organización sin ánimo de lucro que cuenta con más de 70 millones de estudiantes, ha ayudado a más de 2 millones de profesores y está disponible en más de 180 países. Pero antes de recorrer el mundo impulsando esta iniciativa, Partovi fue uno de los primeros inversores y consejeros de empresas como Facebook, Dropbox, Airbnb, IndieGogo o Chanrge.org.
"Irán era un lugar terrible para crecer cuando era niño. Pero mi vida cambió cuando mis padres trajeron a casa una Commodore 64 que habían comprado en Italia", describe con añoranza. "Mi padre y mi madre, físico e ingeniera, me enseñaron a programar. A ellos les debo mi carrera posterior en Estados Unidos. Pero la mayoría de niños no tienen esa suerte".
"Todos los padres estamos preocupados porque nuestros hijos tengan oportunidades. Y tener conocimiento del sector tecnológico debe ser visto como una oportunidad. La gran mayoría ya tienen acceso a los ordenadores, pero sigue habiendo un porcentaje muy pequeño de quienes aprender sobre ellos en la escuela".
Uno de los objetivos de Code.org es impulsar que la programación forma parte del sistema educativo como un aspecto troncal más. Una habilidad que Partovi considera realmente fundamental: "Dentro de 100 años, saber cómo comunicarse con las computadoras será un paso tan importante como aprender a leer o escribir". El ejemplo de este salto mental lo pone en los sacerdotes de hace siglos, donde únicamente ellos tenían el conocimiento de saber leer y escribir. En el futuro, que toda la población tenga acceso al conocimiento tecnológico debe ser algo por lo que luchar. "Hay que democratizar el conocimiento tecnológico".
¿Tantas ventajas tiene aprender programación en la escuela? Así lo justifica Partovi:
"Muchos pueden pensar que la razón para aprender a programar es para conseguir un trabajo. La realidad es que cualquier lenguaje que puedas aprender no tendrá que ser necesariamente el que se use laboralmente. Aprender programación es más que eso. Es enseñar pensamiento lógico, resolución de problemas, creatividad, valor y perseverancia. Los beneficios van más allá de las habilidades técnicas. Si el código que creas falla, no es como las matemáticas donde no sabes la respuesta. En programación consiste en ir modificando poco a poco, depurando tu propio código, hasta que con perseverancia puedes construir algo que funcione. Son enseñanzas fundamentales para la educación moderna".
Entre los 6 y 7 años se puede empezar a enseñar programación
La idea de enseñar programación está bien, pero llevarla a la práctica no es tan sencillo. Desde Code.org opinan que debe ser una asignatura troncal, aunque son conscientes de la dificultad de añadir más horas lectivas. "Pensemos en Matemáticas. ¿Cuántos matemáticos son necesarios en el mundo? La razón por la que enseñamos esta materia es porque está vinculada a muchas otras materias. Y lo mismo es cierto con la informática. Programación debería ser en España una asignatura troncal como inglés o historia".
"En Primaria, una hora a la semana debería servir. En Secundaria, los estudiantes podrían elegirla como una de las optativas disponibles", describe Partovi, concretando el tiempo inicial que podrían dedicar las escuelas.
Sobre la edad inicial recomendada, Partovi explica que recomiendan empezar a los seis o siete años. Por el lado contrario, nunca es demasiado tarde. Un ejemplo que nos da es una abuela de 80 años, estudiante habitual de Code.org. "La razón de empezar tan pequeños es porque se aprende más rápido. Y los tipos de conceptos que puedes empezar a aprender a esa edad están muy relacionados con los componentes básicos de la lógica; con la idea de secuencias comandos, repetir un conjunto de datos o los conceptos de condicionales".
"Programar es como una combinación de clase de matemáticas, una clase de arte y una de música. Cuando estás en estas últimas te dan una hoja de papel y debes crear. En informática también hay esa creatividad. Ese juego. Si a eso le juntamos los dispositivos, que a los niños les encantan, hace que la programación sea una actividad que además de educativa, puede ser muy divertida".
Por el momento el foco de Code.org está en Primaria y Secundaria, aunque también ofrecen cursos para adultos. La idea es que las habilidades de programación formen parte del curriculum, pero lo plantean en el largo plazo.
Centrándonos en lenguajes de programación, ¿cuál podría ser un buen inicio? Uno de los referentes es Logo, fuente de inspiración de la mayoría de cursos para niños de programación. "Los primeros pasos, la enseñanza está muy basada en bloques. Ni siquiera se enseña un lenguaje concreto. No es necesario que los niños aprenden comandos ni a leer el código más sencillo. Simplemente se les enseña a mover bloques y a decidir cuál es el botón correcto que deben pulsar. Una vez se aprenden esos conceptos ya es posible pasar a algo más complejo.
Sobre el lenguaje de programación como tal más apropiado para iniciarse, según Partovi su recomendación sería JavaScript o Python.
Para los interesados, el material disponible en Code.org a través de su web es enorme y gratuito. Otra iniciativa es Scratch, de la que Partovi explican que "son muy similares. Ambas están construidas exactamente sobre la misma programación basada en bloques. Son las dos más populares, aunque existen muchas otras".
Entender mejor la tecnología también nos servirá para mejorar nuestra opinión sobre ella
Partovi es un tecnoptimista. Y no se esconde. Al preguntarle sobre los problemas de privacidad y la corriente más crítica con las empresas tecnológicas, él responde que estamos ante una oportunidad: "Aprender sobre tecnología en la escuela también puede servir para discutir sus implicaciones en la sociedad. Cuando creas una aplicación, puedes debatir sobre cómo servirá al usuario, qué puede hacer, para qué se utilizan los datos o cuáles son sus ventajas y desventajas. También es importante que los niños sean capaces de reconocer y debatir sobre estas cuestiones. Ante la frustración de los adultos frente a determinadas empresas tecnológicas, la solución es enseñar a la gente las capacidades para que las futuras generaciones puedan hacer su propia tecnología".
Sobre la brecha digital, reconoce que es un problema. Aunque también aquí hay avances, con la penetración de los teléfonos móviles. En el caso de Code.org, su deseo es expandirse también a regiones donde no hay tantos ordenadores, como el África subsahariana y algunas zonas rurales de Indonesia o Latinoamérica.
Menos preocupante le parece la posible adicción que genera la tecnología, en su vertiente de videojuegos. "El tiempo con las pantallas se puede controlar, pero la programación y la informática no. Son actividades educativas. No pueden ser limitadas. Es como si limitamos a quienes les encanta dibujar, hacer cálculos o leer".
Aprender a programar en la escuela es el objetivo de la fundación Code.org y España es el primer país europeo donde están centrando sus esfuerzos. "Cada campo va a verse impactado por la tecnología. No es solo para futuros ingenieros, también para enfermeros, artistas... muchos de los problemas del futuro también serán problemas tecnológicos. Desde el cambio climático hasta la lucha contra la pobreza, pasando por enfermedades o limpiar los océanos. Serán desafíos donde la tecnología será una herramienta que podrá ayudar a solucionar estos problemas", concluye Partovi. Desde aquí solo podemos esperar a que poco a poco el sistema educativo integre la programación como uno de sus componentes primordiales.
Imagen | National Charter Schools Conference
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