La extensión del teletrabajo a causa de la pandemia, más por necesidad que por convicción en muchos casos, ha popularizado el uso de softwares de monitorización (también conocidos como bossware) para controlar el trabajo de los empleados. En Estados Unidos el 60% de las empresas con parte de la plantilla en remoto admiten usarlos, y en España no son pocas las compañías que también los utilizan.
La razón por la que se emplean este tipo de herramientas parece sencilla: los jefes no se fían de que los empleados trabajen igual de duro sin su supervisión directa en la oficina. Y esa falta de confianza es la que, paradójicamente, haría que la monitorización de los empleados sea inefectiva, según varios estudios.
¿Por qué? La principal razón que lleva a una empresa a controlar mediante un software el trabajo de sus empleados es mantener la productividad. Sin embargo, las investigaciones señalan que cuando los profesionales saben que están siendo monitoreados sienten más presión y estrés, lo que les lleva a estar menos satisfechos con lo que hacen y, en consecuencia, se sienten menos comprometidos con la empresa, rinden menos e, incluso, son más propensos a buscar un nuevo empleo.
Por otra parte, un estudio de la Universidad de Harvard también señala que los trabajadores que saben que están siendo monitoreados pueden llegar a sentir que la empresa está siendo injusta con ellos, ya que ese comportamiento denota que no se fían de su profesionalidad, lo que les puede conducir a relajar sus propias convicciones morales y tender más a transgredir las reglas de la compañía y, por ejemplo, tomarse un número mayor de descansos o realizar sus tareas con mayor lentitud.
En su justa medida. Los diversos estudios que existen sobre este tema explican que la monitorización de la actividad de los empleados no es completamente perjudicial y puede ser beneficiosa para todas las partes siempre que se use para recabar datos anonimizados que, en conjunto, ofrezcan una visión global del desempeño de la plantilla que permita identificar posibles carencias que se puedan mejorar en conjunto.
También se han dado resultados positivos cuando los dirigentes de la empresa informan debidamente sobre el alcance de la monitorización y consiguen convencer a los empleados de que se trata de una medida justa. Por ejemplo, para usarla como un sistema de sanción y de recompensa: llamar la atención cuando se reduzca la productividad, pero también recompensar a aquellos que rindan por encima de las expectativas.
De hecho, una investigación de la consultora Gartner revela que, cuando la empresa comunica a los empleados de forma abierta y transparente qué datos se recopilarán y cómo se utilizarán, hasta el 70% de los trabajadores aceptan que se usen softwares de control.
Crecimiento de los bossware. Tras el inicio de la pandemia, el uso de software para monitorizar a empleados ha crecido de forma exponencial. Ya en abril de 2020, la demanda global de estas herramientas se duplicó, y en los meses sucesivos las búsquedas en internet sobre cómo monitorear a los empleados que trabajan desde casa aumentaron en un 1.705%, según la Harvard Business Review.
Asimismo, en estos algo más de dos años las ventas de software de monitorización remota de escritorios, seguimiento de pulsaciones de las teclas, capturas de pantalla periódicas y videovigilancia se han disparado. Y este control no se ejerce sólo sobre los teletrabajadores. Amazon, por ejemplo, rastrea los datos de los teléfonos inteligentes de sus repartidores para conseguir datos sobre su eficiencia e identificar prácticas de conducción inseguras.
Legalidad de la monitorización. El uso de este tipo de herramientas en España es legal siempre que se den una serie de requisitos. Para empezar, la Agencia Española de Protección de Datos exige que la empresa demuestre la necesidad de su utilización (justificación por el tipo de trabajo que hace ese empleado), su idoneidad (que no haya alternativas menos intrusivas para lograr el mismo resultado) y su proporcionalidad (que el fin a conseguir sea proporcional a la intrusión a la intimidad que se realiza), como ya explicamos en Xataka.
Además, la empresa debe informar sobre el uso del software al empleado, aunque sin necesidad de obtener su permiso, en el caso de que se trate de un equipo corporativo. Sí tiene que conseguir la autorización expresa e informada del profesional en el caso de que se vaya a instalar en un dispositivo personal que se use para trabajar, algo a lo que éste se puede negar.
Imagen | John Schnobrich
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13 comentarios
Sporty
A ver si en España aprendemos a contratar para cumplir unos objetivos y no para calentar sillas
reiizumi
Me ha recordado a esas empresas que median las veces que pulsabas el teclado para ver si estabas programando o no.
La gente se dedicaba a pulsar teclas aleatorias mientras pensaban como iban a hacer algo, para que no les dijeran nada. Otros programaban a lo loco, sin revisar nada, lo importante es escribir, ¡y si no funciona mejor! así escribes más líneas.
¿Resultado? Aplicaciones que, en el mejor de los casos, no arrancaban, porque como arrancaran era mucho peor ...
medarde
mi opinion al estar teletrabajando y trabajando en la oficina, es una tonteria el controlar a ver si curras o no, el que es perro en la oficina tambien lo es en casa, no esta el trabajo hecho, te doy un aviso el proximo a la calle, asi de sencillo.
manuelcr
Sabéis por qué hay empresas que monitorizan?
Porque hay mucha gente que al pasar de la oficina a casa, directamente dejan de trabajar como hacían antes y empiezan a vaguear.
Pero para echarles, que es lo que se merecen, hay que aportar pruebas, y éstas se consiguen con estos programas.
Nosotros tuvimos a muchos que pasaron de trabajar bien a rascarse el bolo, porque al no estar en la oficina se relajaron mucho.
Sus estimaciones habían engordado, porque de repente todo era muy complicado, pero se pasaban el día en Ausente o en rojo de charla con los colegas mientras daban excusas absurdas en las daily.
Y al resto nos daba igual si nos monitorizan, porque no teníamos nada que ocultar y éramos responsables.
Hubo quien se molestó porque les ofendía que se les pudiese cuentas, lo consideraban ofensivo. Pero mira por donde eran de los que dejaron de rendir.
guillermocuesta
Me fascina la cantidad de desarrolladores que veis bien estos programas, no que no os importe que os monitoricen, sino porque el tiempo que pasáis haciendo cosas en pantalla no define la calidad de lo que hacéis y no deberíais de verlo así. Yo me tiro probablemente la mayor parte de mi día frente a la pizarra que tengo en la pared de atrás. El trabajo de un programador es pensar y eso, de momento, no es escaneable.
pedrosalguera
Mensaje de los editores a Webedia entre líneas 😁
diegopablos11
Y aún así algunos quieren tener al trabajador en la oficina.
Revenant
En contra, yo apunto mucho en papel porque me inspira más, ante estos filtros no pasaría