Islandia fue uno de los primeros países que se atrevió a experimentar con la jornada laboral de cuatro días y nuevos modelos de jornada laboral manteniendo el salario. En la actualidad, Islandia no solo ha conseguido reducir su jornada laboral del 86% de su población, sino que también se sitúa entre las economías europeas con mayor tasa de crecimiento. Estos datos ponen sobre la mesa que la semana laboral de cuatro días y la reducción de jornada no son incompatibles con el crecimiento económico.
Pioneros en la semana laboral de cuatro días. Entre 2015 y 2019, el país implementó un programa piloto en el que 2.500 empleados públicos redujeron su jornada laboral de 40 horas semanales a entre 35 y 36 horas. Los datos de la prueba de Islandia apuntaban a que los niveles de productividad se mantenían y se mejoraba considerablemente el bienestar de los trabajadores que reportaban menores niveles de estrés y mejoras en la conciliación laboral.
Las reacciones no se hicieron esperar y los sindicatos islandeses llegaron a acuerdos con las empresas para llevar este modelo a otros sectores. Según el estudio de seguimiento del experimento de reducción de jornada llevado a cabo por el Autonomy Institute del Reino Unido y la Asociación para la Sostenibilidad y la Democracia (ALDA) de Islandia, a raíz de aquellas negociaciones, el 86% de los islandeses trabaja ya bajo alguna modalidad de reducción de jornada. "Esto demuestra que el sector público está preparado para ser pionero en la reducción de la semana laboral, y otros gobiernos pueden aprender de esta lección", aseguraba Will Stronge, director de investigación de Autonomy Institute.
Cuatro años de implementación empiezan a dar frutos. La monitorización de los datos de la prueba en Islandia se ha mantenido para ver los efectos a largo plazo sobre el impacto de la reducción de jornada tanto entre los empleados, como en la economía del país. ALDA y el Autonomy Instituteacaba de publicar un estudio en el que analiza ese impacto tras cuatro años de jornada reducida disponible para la mayoría de su población. Entre 2020 y 2022, el 51% de su población activa ya tenía acceso a una jornada laboral reducida, incluida una semana laboral de cuatro días o de cinco días con jornadas más cortas.
De forma paralela, el estudio revela un crecimiento de la economía de Islandia más rápido que el de la mayoría de sus vecinos europeos. Según el informe Perspectivas de la Economía Mundial de abril de 2024 elaborado por el Fondo Monetario Internacional, la economía de Islandia registraba un crecimiento del 5,2% para 2024 y del 4,9% para 2025. Según ese estudio, la previsión de crecimiento para la media europea se sitúa en torno al 1,6% en 2024 y se prevé el 2% para 2025.
Mayor bienestar para el empleo. El informe del Fondo Monetario Internacional señala la solidez del empleo en Islandia como una de las claves de su crecimiento económico. Según el estudio de ALDA de 2024, el 78% de los trabajadores islandeses están satisfechos con su trabajo actual. El 62% de los que se han acogido a jornadas reducidas asegura sentirse más satisfechos con su jornada, mientras que el 97% ha afirmado que las jornadas más cortas han facilitado su equilibrio entre trabajo y familia.
Impacto en la economía islandesa. Los autores del estudio señalan que Islandia siempre había trabajado más horas que los países de su entorno obteniendo una productividad más baja. Sin embargo, destacan que, tras el cambio de jornada laboral, la productividad en Islandia ha aumentado un 1,5% anual en promedio durante los últimos cinco años. "Esto es una posible ruptura con el pasado, cuando la productividad era menor en Islandia que en los países vecinos".
Los datos aportados por el estudio reflejan un comportamiento muy similar al que se registró en la prueba de la semana de cuatro días de Valencia: disponer de más tiempo libre incentiva la economía local y las actividades recreativas. El estudio cifra en un 10% la mejora de la economía interna tras implantar las jornadas reducidas.
La clave no es la reducción de jornada. Las conclusiones del estudio recogen una idea que también se puso sobre la mesa en las conclusiones de la prueba de la semana laboral de cuatro días en Alemania: "Una causa probable de este cambio [en la productividad] es la optimización del trabajo y la reorganización de los turnos de trabajo como estrategias destinadas a reducir las horas de trabajo efectivo", señala el estudio.
Esa matización revela que la clave de los sucesivos éxitos en términos de productividad de las pruebas de la semana laboral de cuatro días, no serían como consecuencia de la reducción de jornada en sí misma, sino del proceso de optimización previo que se lleva a cabo en estos experimentos.
Imagen | Unsplash (Bernd Dittrich, Spencer Davis)
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