La lista negra de Estados Unidos no deja margen a la más mínima ambigüedad: a la industria militar china y las organizaciones involucradas en el desarrollo de su programa nuclear no se les pueden vender semiconductores fabricados con tecnologías de origen estadounidense. Esta prohibición viene de lejos. A diferencia de las sanciones impuestas a Huawei, que son mucho más recientes, algunos centros de investigación chinos llevan en la lista negra más de dos décadas.
La Academia China de Ingeniería Física (conocida como CAEP por su acrónimo en inglés), que es una pieza fundamental en el programa nuclear de este país, entró en ella en 1997. En la práctica esto significa que Estados Unidos está haciendo todo lo posible para que no caigan en manos de esta y otras organizaciones los microprocesadores de origen estadounidense que necesitan para desarrollar su investigación. Y, sin embargo, según The Wall Street Journal, hay registros que revelan que después de 2020 esta institución se ha hecho con chips de Intel y NVIDIA.
Los centros de investigación en los que se desarrolla armamento, y especialmente aquellos involucrados en la puesta a punto de armas nucleares, necesitan procesadores muy potentes para llevar a cabo simulaciones. Tanto CAEP como cualquier otra institución, sea china o no, que persigue desarrollar bombas atómicas los emplea, entre otras cosas, para estudiar la dinámica de fluidos que está íntimamente ligada a los efectos devastadores de estas armas. Y, al parecer, a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos, estos chips están al alcance de China.
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China tiene sus propios microprocesadores de alta integración. Y los utiliza para aplicaciones militares. A mediados del pasado mes de agosto la compañía china Biren Technology anunció que tiene lista su GPU BR104, que tiene una capacidad de cálculo FP32 de nada menos que 128 TFLOPS. Y hace apenas un mes el fabricante de procesadores chino Loongson completó la fase de validación de su chip 3D5000, una CPU de 32 núcleos que es capaz de trabajar por encima de los 2 GHz. Su próximo paso será poner a punto un chip de 64 núcleos que, al igual que este último, estará implementado con chiplets.
La capacidad que tiene China de desarrollar sus propios microprocesadores avanzados está fuera de toda duda, pero los embargos de la alianza occidental liderada por Estados Unidos ponen fuera del alcance de sus principales fabricantes de semiconductores, entre los que se encuentran SMIC y Hua Hong Semiconductor, los equipos de fotolitografía más sofisticados. Y sin ellos sus circuitos integrados no pueden rivalizar con los más avanzados que están produciendo actualmente TSMC, Intel y Samsung, que sí tienen acceso a las máquinas de fotolitografía de ultravioleta extremo de ASML.
En esta coyuntura parece razonable concluir que los centros de investigación chinos que están especializados en el desarrollo de armamento necesitan los mejores microprocesadores disponibles actualmente para llevar a cabo sus simulaciones, y los están consiguiendo. No obstante, no son chips de origen chino. Sorprendentemente CAEP ha publicado durante la última década al menos 34 artículos científicos en cuya elaboración han participado circuitos integrados de origen estadounidense. Y, de acuerdo con los expertos consultados por The Wall Street Journal, siete de esos artículos están involucrados directamente en el desarrollo o el mantenimiento del arsenal nuclear chino. Así están las cosas.
Lo más impactante es que, al parecer, a China no le está costando lo más mínimo conseguir los chips que necesita. De hecho, en los siete artículos científicos que he mencionado en el párrafo anterior CAEP ha utilizado procesadores Xeon Gold de Intel y chips gráficos GeForce RTX de NVIDIA que actualmente pueden adquirirse sin dificultad en la tienda on-line china Taobao. Un ejecutivo de NVIDIA se ha pronunciado alegando que por mucho cuidado que tengan sus GPU de propósito general están disponibles masivamente en el mercado de consumo. Es evidente que es así. Y también que es prácticamente imposible evitar que las industrias armamentísticas china y rusa se hagan con estos chips.
Imagen de portada: Voice of America
Más información: The Wall Street Journal
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