Cambiar de tarjeta gráfica en tu PC no es tan fácil como comprar el último modelo disponible e instalarlo en el ordenador, ya que puede ser incompatible por muchas razones, desde falta de espacio hasta falta de energía. Por eso, vamos a explicarte cómo saber si una tarjeta gráfica es compatible con el PC que tienes para evitar que gastes el dinero en una que luego no puedes usar, o si necesitas actualizar algún componente.
Para este artículo, vamos a decirte todas las cosas que debes tener en cuenta para saber si tu gráfica es compatible, mirando desde la ranura PCI Express o la fuente de alimentación de tu ordenador hasta otros aspectos relacionados con compatibilidades. La idea es que sepas las cosas que debes comprobar o sobre qué tienes que informarte antes de tomar una decisión definitiva.
Comprueba la versión y las conexiones de tu PCI Express
El primer paso es saber si la ranura donde tienes que conectar la gráfica es compatible con el modelo que tienes en mente. Estas ranuras se conocen como el PCI Express, y a lo largo del tiempo han ido saliendo nuevas versiones con diferente cantidad de contactos. Si tienes un PCI Express con número insuficiente de contactos, no podrás conectar la gráfica a la placa base del ordenador para utilizarla.
Concretamente, el PCI Express de tu placa base deberá tener 16 líneas de comunicación, divididas en varios contactos. Casi todas las gráficas actuales utilizan conectores de 16 líneas de comunicación, o sea que es recomendable que eches una ojeada a las especificaciones de tu placa base. Por lo general, puede que no necesites estar contando los contactos, ya que puede ser suficiente con que mires el factor forma del PCIe para ver si coincide con el de la gráfica que vas a comprar.
También es vital que la versión de PCI Express de tu placa base sea soportada por tu gráfica. A lo largo del tiempo, ha ido diferentes versiones que van desde el PCI Express 1.0 a la 4.0, cada versión permitiendo una mayor velocidad en la transferencia de datos. La versión del PCI Express de tu placa base debe ser igual o superior a la de la soportada por la gráfica.
Aquí, ten en cuenta que si tu placa base tiene un PCI Express 4.0, este conector es retrocompatibles con gráficas que usen estándares anteriores. Sin embargo, si tu gráfica tiene un estándar superior al superado por tu placa base, simplemente tu ordenador no permite un flujo de datos lo suficientemente alto como para que esta funcione correctamente. No es compatible y no te va a servir.
Revisa si tu gráfica cabe en tu torre
Lo siguiente que debes comprobar es si la gráfica que quieres comprar va a caber en la torre de tu ordenador. Parece de chiste, pero existen torres que tienen diferentes tamaños, y también gráficas que tienen un tamaño mayor o menor. Por lo tanto, si tu torre es demasiado pequeña para la longitud de la gráfica, simplemente no te va a caber, no podrás ponerla.
Si no tienes el dato del tamaño que tiene dentro tu torre, tendrás que informarte sobre la medida de la gráfica que quieres, tanto de largo como de alto, y abrir la torre de tu ordenador cuando lo tengas apagado para medir en su interior y comprobar si hay espacio suficiente para esta gráfica.
Lo ideal es que sepas si tu torre es de tamaño slim, minitorre, mini-ITX, o si tiene un factor de tamaño medio o grande, y así poder ver si la gráfica que quieres cabe o no. Esto puede ser algo tedioso, pero hay gráficas especialmente diseñadas para torres más pequeñas, mientras que en las de tamaño grande o mediano suele caber cualquiera.
Comprueba tu fuente de alimentación
El otro punto importante es saber si tu ordenador puede proporcionarle a la gráfica la suficiente energía como para que esta funcione, y esto es algo que depende de la fuente de alimentación que tengas.
Dependiendo del modelo de gráfica que tengas pensado comprar, en sus características técnicas verás que puede necesitar uno o varios conectores PCIe de 6 u 8 pines, lo de los que se conectan en la placa base que hemos mencionado antes, sino otro tipo de la fuente de alimentación. Lo importante es que si quieres una gráfica moderna necesitarás una fuente de alimentación moderna para poder usarla.
Por ejemplo, una RTX 3080 puede necesitar hasta tres conectores de 8 pines, y debes asegurarte de que tu fuente de alimentación tenga los suficientes conectores. Otros modelos de gráfica puede necesitar menos, de otro tipo o directamente ninguno. Todo esto suele depender de la potencia de la gráfica, ya que cuanto más potente sea más energía necesitará.
También debes tener en cuenta la potencia en sí de la fuente de alimentación, que debe ser lo suficientemente potente como para soportar las exigencias de la gráfica. Las gráficas de nivel de entrada suelen requerir una fuente de alimentación de 300W o 400W, pero las más modernas pueden necesitar 500W o 600W, con algunas pudiendo necesitar incluso 700W. Por eso, es importante saber la potencia de tu fuente y la que necesita la gráfica.
Compatibilidad de tu sistema operativo
Si usas Windows 10, que es el actual estándar en sistemas operativos de sobremesa, no deberías tener ningún problema porque todas las gráficas son compatibles. Sin embargo, puede haber gráficas incompatibles con macOS, GNU/Linux o FreeBSD, por lo que si usas uno de estos sistemas operativos debes asegurarte de que la gráfica que quieres sea compatible con ellos.
También puede haber incompatibilidades con versiones obsoletas de Windows que todavía tienen su gran cuota de usuarios, como Windows 7 o incluso Windows 8. Con estos dos no suele haber muchos problemas, pero habrá muchas gráficas que no funcionen con versiones anteriores.
Comprueba si tu monitor soporta la gráfica
Imagínate comprar una gráfica y que no puedas enchufar el monitor en ella. Para ello, debes comprobar si la gráfica tiene un puerto a la que puedas conectar tu monitor, como un HDMI o DisplayPort, o incluso otras versiones anteriores como DVI o USB-C.
Vamos, que tu monitor tenga el mismo tipo de ranura que la gráfica para poder conectarlas. Este problema es poco probable porque tanto gráficas como muchos monitores tienen varios tipos de puerto, pero nunca viene mal añadir esta comprobación a todas las demás antes de comprar una nueva gráfica.
Compatibilidad con la placa base
También es posible que la tarjeta gráfica que quieres usar sea demasiado nueva para tu placa base, o que tu placa sea también demasiado vieja. En estos casos, puedes probar con actualizar tu UEFI o BIOS a su última versión, y si ni con esas es suficiente, entonces tendrías que comprar una placa base nueva.
Pero con esto no te tienes que preocupar demasiado, porque casi todos los ordenadores modernos usan ya UEFI, y las gráficas son compatibles con ellas. Las placas bases con BIOS son muy antiguas y raras de encontrar, por lo que los ordenadores que las tengan no podrían usar los juegos y programas avanzados para los que quieres la gráfica por otras muchas deficiencias en su hardware.
Además de esto, casi todas las placas base con un PCI Express de 16 pines pueden usar casi todas las gráficas PCI Express x16. El rendimiento puede variar dependiendo de la placa base, pero suelen funcionar sin errores. Aun así, es algo que quizá también quieras revisar por si acaso, sobre todo si tu ordenador es antiguo.
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